Blog personal y casi tan íntimo como una enfermedad venérea pensado también para liberar al pueblo cubano, aunque sea del aburrimiento. Contribuyentes: Enrisco (autor de “Obras encogidas” y “El Comandante ya tiene quien le escriba”), su alter ego, la joven promesa de más de cincuenta años, Enrique Del Risco. Espacio para compartir cosas, mías y ajenas, aunque prefiero que sean ajenas. Quedan invitados a hacer sus contribuciones, y si son en efectivo, pues mejor.
miércoles, 8 de mayo de 2013
Coincidencia
Unos hermanos Castro que
retenían gente contra su voluntad, sin contactos con el mundo exterior. Había
denuncias pero nadie les hacía caso. ¿Por qué esa sensación de déjà vu?
Impresionante lo del deja vu, ayer me paso lo mismo viendo la noticia, nos reiamos con mi esposa. Y sumale que los vecino dicen que era muy buen tipo y todo eso pero muchos no habian ni siquiera entrado a su casa.
Habria que buscar una explicacion del sindrome que padecemos. Vemos dolor ajeno y solo podemos pensar en el propio. Como se deberia llamar este sindrome? Quizas un buen nombre sea el sindrome del ombligo
y se templaban a todo el mundo..
ResponderEliminarLas secuestradas eran muy amigas de la hija de uno de los castro. Se llamará Mariela esta?
ResponderEliminarImpresionante lo del deja vu, ayer me paso lo mismo viendo la noticia, nos reiamos con mi esposa. Y sumale que los vecino dicen que era muy buen tipo y todo eso pero muchos no habian ni siquiera entrado a su casa.
ResponderEliminarslds de peyo.
...y tocaban en orquestas de salsa
ResponderEliminar...y tenían su obligatoria banderita en la puerta
Jajaja, muy bueno el comentario!
ResponderEliminarSon muchas las coincidencias, fijense que hay uno que es medio achinao.
ResponderEliminarHabria que buscar una explicacion del sindrome que padecemos. Vemos dolor ajeno y solo podemos pensar en el propio. Como se deberia llamar este sindrome? Quizas un buen nombre sea el sindrome del ombligo
ResponderEliminarAno. 20:25,
ResponderEliminarEso.
Saludos
Ja, ja, ja, apretaste Enrisco, ja, ja, ja. Llamarse castro y hacer esas cosas le produce deja vu a cualquiera.
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