Beyoncé en La Habana (y Chávez en el cielo)

-¿Viste?

-¿Qué? ¿La momificación frustrada de Hugo Chávez? ¿Su desencarne en el congreso espiritista de La Habana? ¿Su reencarnación como pajarito consejero de Nicolás Maduro?

-No, me refería a…

-¿Al amago de cimarronaje raulista de Zurbano? ¿A la cacería posterior con rancheadores y sus perros jiribillosos? ¿Al fugaz cimarrón diciendo que no, que lo entendieron mal, que los traductores del New York Times son en realidad agentes de la CIA? ¿Que su piel será oscura pero su alma en el fondo está con los mayorales?

-Ya, que se ve que estás puesto para las noticias, para que no te cojan sorprendido. Pero no me refería a nada de eso sino a un asunto más trascendental.

-¿Cuál?

-El de la visita de Beyoncé, que en gloria esté, con su príncipe consorte, Jay-Z, a la siempre fidelísima isla de Cuba.

-Sí, algo de eso oí pero hasta donde sé era una visita privada, una celebración de su quinto aniversario de casados, algo íntimo, vaya.

-Bueno sí. Privados eran los conciertos que les estaban preparando en Cuba desde hace semanas. Y fueron hasta a una función de “La Colmenita”.

-¿Esa no es una compañía de teatro de niños?

-Sí pero Raúl Castro el otro día dijo que “La colmenita” debía ser “parte de nuestra preparación política y cultural”. Y la han mandado para el Yuma a hacerle propaganda a the Cuban Five.

-¿Qué es eso? ¿La versión cubana de los Power Rangers?

-Más o menos, los cinco héroes- espías.

-¿Los 5 U 4? Porque son cinco en total pero soltaron a uno. ¿Y a dónde tú quieres llegar con eso? ¿Insinúas que los Beyoncé pasaron por la Ñico López para personas con dificultades de comprensión? ¿Qué los están reprogramando para que liberen a los 4 punto cinco, quiten el embargo y sustituyan a Chávez en labores de avituallamiento?

-No lo que quiero decir que por mucha vuelta que le den en Cuba nada es normal. Que ninguna pareja de famosos va a Cancún o a las Bahamas a ver el equivalente local de “La Colmenita” o visitar escuelas de arte, ni le tienen preparados cantantes con semanas de antelación para que le den un concierto privado. Como en aquellas películas de los treinta donde los exploradores blancos visitaban una tribu en Africa o el Pacífico y el cacique en persona le muestra lo mejor que tiene.

-Sí, la verdad. Lo único que faltó fue que Raúl Castro en persona les tirara unos pasillitos de flamenco de los que aprendió con Antonio Gades.

-O que Mariela se apareciera vestida de cuero con un show sadomaso. El sadismo lo pondría ella y el masoquismo el público presente.

-O un concierto canoro del pajarito antes conocido como Hugo Chávez.

-Y acompañado por el coro de castrati de “La Jiribilla”.

-¿Y qué cantarían? ¿”Lágrimas negras” o “Negro: ¿de qué tú te quejas?”

-No creo que eso sea el repertorio más apropiado para una pareja de flamantes príncipes negros de la Yuma.

-Ni te preocupes. Cualquier cosa se le echa la culpa al traductor.