Blog personal y casi tan íntimo como una enfermedad venérea pensado también para liberar al pueblo cubano, aunque sea del aburrimiento. Contribuyentes: Enrisco (autor de “Obras encogidas” y “El Comandante ya tiene quien le escriba”), su alter ego, la joven promesa de más de cincuenta años, Enrique Del Risco. Espacio para compartir cosas, mías y ajenas, aunque prefiero que sean ajenas. Quedan invitados a hacer sus contribuciones, y si son en efectivo, pues mejor.
Esa misma mañana, a la salida de la reunión con la abogada volví a encender la radio para encontrarme con una música que no había escuchado nunca y que al mismo tiempo la sentía como si alguna vez la hubiese soñado: de la radio salía un sonido alegre, potente y lascivo que conseguía a la vez alcanzar la limpieza y elegancia de una partitura de Mozart. Esperé a que acabara la música para enterarme de quiénes eran los autores de aquella maravilla por la voz de un locutor que evidentemente disfrutaba muchísimo con su trabajo. Anunció que lo que acabábamos de escuchar era la pieza “A Mario Bauzá” de un disco que acababan de grabar el saxofonista Paquito D’Rivera y un viejo pianista también cubano radicado desde hacía décadas en Suecia, Bebo Valdés. Desde entonces me dediqué a buscar ese sonido donde quiera que estuviese con la misma perseverancia con que Evelio emprendía sus cacerías de libros.
Coño, qué mala noticia, aunque ya era de esperar, por la edad. Casualmente vi el otro día Chico y Rita, la película está regularcita pero qué música, qué música. Una de las tantas cosas amargas de toda esta calamidad, que la película homenaje a Bebo se la hicieran unos españoles enamorados de la música cubana, mientras la gente en Cuba ni lo conoce, ni siquiera como el padre de Chucho. Nunca se me olvidará el concierto en el Village Vanguard, pura magia, más que música, comunicación en estado puro, como si te estuviera hablando de cosas importantes y leves de tú a tú, increíble. Otra de las muchas cosas que agradecerle a Paquito.
En paz descanse. Otro gran cubano que tuvo que forjarse una vida nueva y morir lejos de la patria. Pero vivió haciendo lo que le apasionaba, y murió libre. Saludos.
oye enrique a mi me paso mas o menos igual, cuando lo vi en calle 54 me impacto y busque su musica por todos lados, ahora mismo estoy oyendo bebo rides again, que descanse en paz el maestro, se lo merece
oye enrique a mi me paso mas o menos igual, desde que lo vi en calle 54 he buscado su musica por todos lados, ahora estoy escuchando bebo rides again, que descanse en paz el maestro
Pues que suerte tuviste Enrique,si llegas a venir a Miami te quedas sin conocer a bebo. En 8 años en esta ciudad jamás escuche al maestro en la radio, quizás mañana lo pongan, cualquier cosa se puede esperar acá abajo.
Abel, hay una estacion de jazz muy buena que escucho cada vez que voy a Miami y ponen mucho jazz latino y por supuesto pasan al Bebo a cada rato. A Bebo luego tuve la suerte de escucharlo en el Village Vanguard en un concierto con Javier Colina que luego salió como disco. Posiblemente el concierto más bello que haya escuchado en mi vida.
En paz descanse. Nos ha dejado uno de los más GRANDES de la Historia de la Música cubana. Su música, su entrañable recuerdo, permanecerá por siempre entre nosotros.
Enrisco, Tomese el comentario de Abel con un grano de sal. Este comentarista nunca pierde una oportunidad para despotricar en contra de la ciudad de Miami y los cubanos exiliados que viven en ella. No se por que coño no se muda de esta ciudad de una vez para otra parte si le molesta tanto el medio ambiente en que vive. Este siempre esta con la misma matraquilla: que si la musica que se toca en el radio, que si los politicos cubanos,que si los programas de TV local,que si Miami tiene en su seno dinosaurios y trogloditas cubanos de derecha, etc. Siempre la misma cosa y no cambia de tema. Gustavo
Pensar que estuvo tocando el pinano de forma casi anonima en hoteles en Estocolmo durante mucho tiempo y como dato curiosao , en Suecia lo reconocen como el artista sueco que más premios Grammy le han otrogado, lo vi un par de veces en Estocolmo, llevaba la clase de una forma tan espectacular, que se detenia a conversar con uno, solo por el caso ser paisanos. Con una clase similar a la que recuerdo en mi infancia a Joseito Fernandez
Pero por supuesto, no fue un negro bueno, de acuerdo a las normas del Mayoral Castro. Por lo menos el hijo supo ponerse en su lugar, o sea, sumiso e utilizable.
Coño, qué mala noticia, aunque ya era de esperar, por la edad. Casualmente vi el otro día Chico y Rita, la película está regularcita pero qué música, qué música. Una de las tantas cosas amargas de toda esta calamidad, que la película homenaje a Bebo se la hicieran unos españoles enamorados de la música cubana, mientras la gente en Cuba ni lo conoce, ni siquiera como el padre de Chucho. Nunca se me olvidará el concierto en el Village Vanguard, pura magia, más que música, comunicación en estado puro, como si te estuviera hablando de cosas importantes y leves de tú a tú, increíble. Otra de las muchas cosas que agradecerle a Paquito.
ResponderEliminarEn paz descanse. Otro gran cubano que tuvo que forjarse una vida nueva y morir lejos de la patria. Pero vivió haciendo lo que le apasionaba, y murió libre. Saludos.
ResponderEliminarNada, la ley de la vida. Todos vamos a morir, la única diferencia es que pocos dejaremos la huella que ha dejado Bebo Valdés.
ResponderEliminaroye enrique a mi me paso mas o menos igual, cuando lo vi en calle 54 me impacto y busque su musica por todos lados, ahora mismo estoy oyendo bebo rides again, que descanse en paz el maestro, se lo merece
ResponderEliminarsaludos
oye enrique a mi me paso mas o menos igual, desde que lo vi en calle 54 he buscado su musica por todos lados, ahora estoy escuchando bebo rides again, que descanse en paz el maestro
ResponderEliminarsaludos
Pues que suerte tuviste Enrique,si llegas a venir a Miami te quedas sin conocer a bebo. En 8 años en esta ciudad jamás escuche al maestro en la radio, quizás mañana lo pongan, cualquier cosa se puede esperar acá abajo.
ResponderEliminarAbel, hay una estacion de jazz muy buena que escucho cada vez que voy a Miami y ponen mucho jazz latino y por supuesto pasan al Bebo a cada rato. A Bebo luego tuve la suerte de escucharlo en el Village Vanguard en un concierto con Javier Colina que luego salió como disco. Posiblemente el concierto más bello que haya escuchado en mi vida.
ResponderEliminarEn paz descanse.
ResponderEliminarNos ha dejado uno de los más GRANDES de la Historia de la Música cubana.
Su música, su entrañable recuerdo, permanecerá por siempre entre nosotros.
Algunos que lo veneran tanto deberían haber aprendido que lamer culos de idiotas no te llevan a niguna parte.
ResponderEliminarEnrisco,
ResponderEliminarTomese el comentario de Abel con un grano de sal. Este comentarista nunca pierde una oportunidad para despotricar en contra de la ciudad de Miami y los cubanos exiliados que viven en ella. No se por que coño no se muda de esta ciudad de una vez para otra parte si le molesta tanto el medio ambiente en que vive. Este siempre esta con la misma matraquilla: que si la musica que se toca en el radio, que si los politicos cubanos,que si los programas de TV local,que si Miami tiene en su seno dinosaurios y trogloditas cubanos de derecha, etc. Siempre la misma cosa y no cambia de tema.
Gustavo
Pensar que estuvo tocando el pinano de forma casi anonima en hoteles en Estocolmo durante mucho tiempo y como dato curiosao , en Suecia lo reconocen como el artista sueco que más premios Grammy le han otrogado, lo vi un par de veces en Estocolmo, llevaba la clase de una forma tan espectacular, que se detenia a conversar con uno, solo por el caso ser paisanos. Con una clase similar a la que recuerdo en mi infancia a Joseito Fernandez
ResponderEliminarPero por supuesto, no fue un negro bueno, de acuerdo a las normas del Mayoral Castro. Por lo menos el hijo supo ponerse en su lugar, o sea, sumiso e utilizable.
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