Esperanza y memoria

-¿Viste que Raúl dijo que no se iba a reelegir?

-De eso ya hace una semana. Hasta yo me enteré.

-¿Y no te entusiasma?

-¿Por qué me iba a entusiasmar? Te acuerdas cuando dijo que pronto todos los cubanos iban a  poder tomar un vaso de leche? Hace seis años de eso. Ya ese vaso de leche se ha convertido en queso curado y y el problema es que le pasa lo mismo que a las partículas de Higgs.

-¿Qué? ¿Que son difíciles de entender?

-No, que nadie las ha visto todavía.

-Yo ni sé por qué es que te cuento esas cosas con lo negativo que eres. 

-Es que ni tú mismo te las crees y tratas de buscarte a otro para que te acabe de convencer.

-Pero piensa por un momento. Antes nos pasábamos todo el tiempo preguntándonos hasta cuándo tendríamos que soportar a los Castros. Pues ya lo sabemos. Hasta el 2018. Ni un año más ni un año menos. Y hasta ha elegido sucesor menor de sesenta años. 

-Me he pasado la vida viendo cómo a los números dos o tres les hacían un número ocho. Aldana, Robaina, Lage.

-Tú nada más que piensas en el pasado. Ahora lo que hay es que concentrarse en el futuro. El futuro va a ser diferente.

-Eso es lo que me decían desde que nací, que el futuro iba a ser diferente. Y no es que no fuera diferente. Es que nunca llegó.

-Pero ahora es distinto. ¿Quién te iba a decir hace unos años que ya íbamos a tener fecha concreta para quitarnos de arriba a los Castros?

-Eso es verdad. Si en 1959 el fundador de la dinastía hubiera dicho que él y su hermano iban a estar en el poder nada más que hasta el 2018 no se lo hubieran creído.

-Es verdad pero de todas maneras siento cierto sarcasmo en tus palabras, hombre de poca fe. ¿Acaso Raúl no cumplió con lo de la reforma migratoria?

-Sus añitos se metió.

-Pero cumplió. Recuerda lo que dice el poema: “te lo prometió Fidel y Raúl te lo cumplió”.

-¿No decía “te lo prometió Martí”?

-No, Fidel: el autor intelectual del Moncada. Martí lo que prometía eran zapaticos de rosas para todas las niñas.

-¿Y quién tenía que cumplir sus promesas?

-Nadie. Martí era un socialista utópico que era esa gente que imaginaba cosas imposibles de cumplir. Raúl no. Él es un tipo pragmático.

-Y por eso prometió el vaso de leche.

-Y vuelve con lo mismo. Por culpa de gente como tú nunca vamos a salir de donde estamos.

-¿Lo dices por mi escepticismo?

-No, por la memoria.