Al trío lo había visto antes pero no a Ribot. Sabía que alguna vez habían tocado juntos y hace rato acechaba la posibilidad de verlos reunidos. Por fin los agarré anoche juntos en el Blue Note. Se conocen desde
hace rato así que oírlos es como estar en medio de una conversación empezada mucho tiempo atrás. Hay que escucharlos con atención para no perderse y confundir bromas con insultos. Empiezan como siempre, como si estuviesen afinando los
instrumentos, calentándose las manos, hasta que todo comienza a coger presión y
de la charla se pasa a un viaje loquísimo, imaginado hace apenas unos minutos y
el carro que arranca sin dar tiempo a preguntar si falta alguien. Pero lo mejor
de la noche no es cuando se desmandan, cogiendo una curva tras otra y sacando la
lengua por las ventanillas, sino cuando vuelven a ser músicos que acaban de
encontrarse en un sitio preferiblemente hostil, pongamos que en un pueblo del Wild West
y empiezan a tocar unos contra otros y no es puro ruido, no, porque el ruido no
alcanza esa calidad de balacera rabiosa que parecería real si el baterista
Billy Martin no estuviera riéndose todo el tiempo y Marc Ribot encorvado sobre
su guitarra como si hubiese un animal encerrado dentro, un animal que emite chillidos muy cómicos, por lo visto. La balacera (o piñacera, o equipos de la
NFL en plena embestida, algo en todo caso que pueda a ser al mismo tiempo uniformemente
tenso, agresivo y, en el fondo, irresponsable) se acaba pronto, dura apenas un
par de minutos hacia el final del concierto pero basta para entrever que
siempre, más allá del ruido, hay nuevas posibilidades de música. O para
recordarnos que él, el ruido, tiene tanto derecho a reclamar la paternidad de
la música como el silencio. Un poco más, incluso.
Que buena descripcion de como tocan estos locos! Soy fan de MM&W desde que tengo como 20 anos y cada vez que se portan por Toronto o Montreal no me los pierdo.
ResponderEliminarMe encantan como escribes y tus puntos de vista sobre asuntos cubanos pero sobre todo que te gusta la misma musica que a mi!
Saludos!