Mientras el resto
del mundo celebraba ayer el fin de los Juegos Olímpicos de Londres aquí en Estados
Unidos la única noticia era la reunión de las Spice Girls. Eso es porque según
la NBC, la cadena que se hizo con los derechos exclusivos de transmisión, el
evento consistió básicamente en el torneo femenino de voleibol de playa que fue
ganado por una pareja norteamericana (la misma que gana en todas las
competencias desde que se inventó ese deporte, durante el desembarco de Normandía en el que derrotaron a sus contendientes alemanas). Dicha pareja, de cuyo nombre nunca consigo acordarme, en esta ocasión usó toda la habilidad que
tenía a su alcance para derrotar la férrea resistencia de otra pareja
norteamericana. Algo así como una competencia de pulseadas en que el brazo
derecho de Arnold Schwarzenegger
se proclame campeón luego de ganarle al brazo izquierdo del mismo Schwarzenegger. Alguien
diría que esas son las tristes consecuencias de un mundo unipolar pero en
realidad si uno se fijaba en el conteo de medallas no fue hasta los últimos días
que gracias a eventos como el voleibol
de playa que Estados Unidos pudo adelantar a China. Pero esa competencia, a
juzgar por las transmisiones de la NBC, era difícil de imaginar porque además
del voley playero lo otro que se veía en la televisión era a Michael Phelps
nadando la piscina de una punta a la otra recogiendo medallas para romper el
récord de medallas impuestas hace un montón de años por una gimnasta de un país
que ya no existe lo cuál hacía todo mucho más irreal. (Si los chinos ganaron alguna
medalla en natación debió ser en buceo porque la verdad es que nunca llegué a verlos).
A riesgo de
parecer que tengo exactamente la edad que tengo diré que en mi época todo era
distinto: los nadadores competían contra nadadores y las gimnastas contra
gimnastas y en general todos competían en deportes que tenían el aspecto de
deportes mientras que ahora muchas disciplinas tienen –y esta imagen la uso
para que la entiendan los muchachos de ahora- el aspecto de videojuegos muy
defectuosos, de ataris de los años 80. En mi época la gente corría (para los
muchachos de ahora: es como caminar hasta el McDonalds más cercano pero mucho
más rápido) hasta soltar el bofe o se golpeaba hasta que uno de los
contrincantes quedaba inconsciente en el piso. Ahora hay competencias que
parecen sacadas de cualquier parque de barrio en sus horas más apacibles: desde carreras de BMX a
ciclistas que recorren con mucha cautela un trillito bastante menos peligroso
que la carretera Las Tunas- Bayamo. Si siguen así pronto serán aprobadas como
disciplinas olímpicas el juego de bolas, el pon, el salto de suiza, sacar
perros a orinar, abrir huecos en la tierra con un palito y tirarse arena en los
ojos. El asunto es que a esas nuevas disciplinas se las toman de lo más en
serio y al final hasta les dan a los competidores medallas de oro, plata y
bronce cuando lo que cabría –justamente para ajustarse a los nuevos tiempos-
que repartieran medallas de plástico fosforescente.
Eso para no
hablar del boxeo donde ahora salen al ring con una almohada amarrada a la
cabeza y otro par amarrado a las manos con la consecuencia de que nunca verás
a nadie en el piso a no ser por lo que en el especializado argot boxístico se denomina “un
resbalón”. Antes se podía evitar la decisión de los árbitros, siempre tan
subjetiva, por el método de dejar al rival con convulsiones en el suelo
como si le acabaran de dar un electroshock. Un electroshock –lo aclaro para las
nuevas generaciones- era un método usado para tratar a los enfermos
psiquiátricos que consistía en aplicarle una carga algo menor que la de una
silla eléctrica y bastante mayor que para hacer funcionar un motor de agua. No
es de extrañar que a los esquizofrénicos de antaño eso de las pastillitas les
parezca un método metrosexual). Un boxeador como José Gómez resolvía cualquier
duda que tuvieran los colegiados dejando la decisión en manos de los camilleros
que al subir al ring apenas tenían que decidir entre llevarse al contrincante
al hospital o darle la extremaunción allí mismo. Ahora en cambio cuando al
final de la pelea el árbitro le levanta el brazo (ya sin la almohada) a uno de
los contendientes se anuncian por los altoparlantes nos números que uno
difícilmente puede asociar con eso que ahora –por pura inercia de la tradición-
se le sigue llamando pelea de boxeo. Aunque quizás todo no es tan arbitrario
como parece. Quizás lo que se anuncia en los altoparlantes es el marcador del
último partido de voleibol de playa que como se sabe la ganaron la misma pareja
de americanas que se declaró campeona durante el desembarco de Normandía.
Continuará
Excelente, en el mejor estilo de Willy Cuppy o Zumbado.
ResponderEliminarRealmente, quien vió Olipiadas antiguamente no entiende bien lo que está pasando en estas, a pesar del High Definition y de las quisinicientas cámaras simultaneas.
Abrazo
Este comentario aparecio en el LA times y me dio tremenda risa, muy a tono con lo que dices.
ResponderEliminarLet Games end
Five ways to improve the Olympics:
1. Reduce the amount of human interest stories, and show us more heats and prelims.
2. Reduce the amount of reaction shots of parents and coaches.
3. Encourage the athletes not to hug so much.
4. Think of a better question than, "How did it feel to win?"
5. Eliminate beach volleyball.
David Macaray
Rowland Heights
También me aburrieron bastante estos Juegos Polímpicamente Correctos.
ResponderEliminarY al boxeo amateur ya sólo lo salva que admitan el guante con herradura.
De las cosas mas acertadas y exquisitas que he leido en los ultimos tiempos . Si amigo Enrisco , hay una desnaturalizacion olimpica por coincidencia en la cual deportes viriles como el boxeo se han afeminado y los femeninos se han masculinizado , ?O NO?
ResponderEliminarEs que ENRISCO es la reencarnacion de ambos, si senor!!
ResponderEliminarPD: Sigues empenado en que me boten del trabajo por reirme tanto. Es que mi jefe no habla Espanol y me cuesta mucho trabajo convencerlo que de verdad eso que leo vale la pena la carcajada. :-)
Lo del boxeo, en especial, no tuvo nombre. Lo de la NBC tampoco. El colmo fue esto: "Even U.S. Troops Are Getting Screwed By NBC's Olympic Tape Delay": http://deadspin.com/5932940?utm_campaign=socialflow_deadspin_facebook&utm_source=deadspin_facebook&utm_medium=socialflow
ResponderEliminarY hubo más por supuesto.
Y que tu me dices de los BMX !!!
ResponderEliminarEn mi epoca yo hubiese sido campeon absoluto en la modalidad,con el entrenamiento que tenia en el barrio, bajando la loma de la calle Paseo en el Vedado y subiendo la calzada del Cerro,llena de huecos...en una "bike" china 28,toda de hierro y sin frenos...!
...que no me jodan los olimpicos estos de pacotilla !!!
Y para eso eliminaron el baseball!!
ResponderEliminarMe ocurre lo mismo que a Néstor Aragón, con la diferencia de que cuando mis coworkers me oyen reír, vienen a donde estoy para ver de qué estoy leyendo, que casi siempre suele ser el blog de Enrisco, el Guamá o el Granma. Lo mismo pasaba con las "cartas" de Ramón Fernández Larrea. Y, de veras, Enrisco, apretaste. Esta serie sobre los JJ OO y la crónica de los preparativos para el asalto al Moncada son las que deben encabezar una antología tuya.
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