Pero que tanto debate marrullero no nos haga olvidar que hoy es 23 de febrero, segundo aniversario de la muerte de Orlando Zapata Tamayo, día pactado en el calendario para que todo el que lo recuerde dentro de Cuba agarre su prescriptiva ración de palos e insultos. Esa tristeza. Orlando Luis Pardo Lazo resume en su blog lo esencial de esa batalla perdida contra el olvido:
Los febreros continúan acumulándose, como una conjura de complotados contra nosotros mismos. Hasta que la muerte nos reúna. Que el capitalismo nos coja confesados. ¿Fue hace dos o tres años? ¿Orlando Tamayo Zapata o con los apellidos al revés? ¿En una unidad de cuidado intensivos o en una celda de castigo de máxima inseguridad? ¿Antes o después del caso cínico de Laura Pollán...?
Irreconocibles cubanos. Irreparables cubanos. Cuando un pueblo enérgico y viril tiembla, la justicia llora.
Es extremadamente triste ver tanta indolencia, tanta apatia y en fin la percepcion de que nadie escucha todavia. Debieramos mirarnos en el espejo de la historia y al menos reconocer que no somos tan grandiosos como pueblo como muchos pretendemos. Individualidades existen y han existido pero el conjunto deja mucho que desear.
ResponderEliminar