No es difícil congeniar la defensa de los derechos humanos y el modo tumultuoso y brutal en que murió el que hasta no hace mucho era la gran pesadilla de los libios y sus alrededores. Gadafi como todos los tiranos hizo lo suficiente por distanciarse de la humanidad, para elevarse por encima de ella, trató con tanto desprecio las vidas ajenas que lamentar su muerte solo está al alcance de los hipócritas o de los que imitan o aplauden desmanes como el suyo. Para alguien que puso tanto cuidado en deshumanizarse la jauría que asaltó su cuerpo hasta convertirlo en cadáver no fue más que el modo de devolverle su única y atroz humanidad posible. Como para cualquier tirano, la aureola de invencibilidad con que se cubrió durante décadas se volvió contra él a última hora.
Porque sospecho que la violencia desatada contra lo que quedaba del dictador libio no solo obedecía al deseo de vengar los ametrallamientos de protestas pacíficas desde helicópteros o ambulancias o las fosas comunes recién descubiertas pero siempre presentidas (sin contar a aquellos que buscaban sacudirse sus tratos con el régimen depuesto hasta hacía unos meses o días). Temo que solo matándolo lo antes posible podrían convencerse de que aquella figura, todopoderosa hasta hacía poco, era tan humillable y mortal como cualquiera de ellos. Que en ellos todavía sobreviviera el temor de que el tirano estuviese en lo cierto y la única manera de asegurar su derrota era demostrando su mortalidad. (Siempre queda –por otro lado- la opción de que ese caos de sangre estuviese milimétricamente ensayado. Que la muerte de Gadafi se deba menos al deafuero de la multitud que al deseo expreso de nuevos aspirantes a tiranos y en ese caso todo lo que digo aquí sobra).
Las escenas que circulan por internet en las que Gadafi aparece zarandeado y aporreado primero y muerto después poblaban desde mucho antes el sueño de muchos oprimidos y las peores pesadillas de sus opresores. Que se hayan verificado una vez más –como antes con las imágenes finales de Mussolini o Ceausescu- es al mismo tiempo una advertencia para cada tirano y la victoria póstuma del muerto de turno. No porque le substituya la aureola de invencible por la de mártir –algo que no conseguiría ni con la crucifixión- sino porque nos demuestra incapaces de resistirnos a la invitación a actuar como ellos y dispuestos a complacernos con el asesinato –aunque sea el suyo-, a aceptar la superstición de que la vida o la muerte no tienen otra alternativa que la de obedecer su manera de entenderlas. En eso radica la magia de los tiranos: darles exactamente lo que se merecen no hace más que acercarte a ellos.
Porque sospecho que la violencia desatada contra lo que quedaba del dictador libio no solo obedecía al deseo de vengar los ametrallamientos de protestas pacíficas desde helicópteros o ambulancias o las fosas comunes recién descubiertas pero siempre presentidas (sin contar a aquellos que buscaban sacudirse sus tratos con el régimen depuesto hasta hacía unos meses o días). Temo que solo matándolo lo antes posible podrían convencerse de que aquella figura, todopoderosa hasta hacía poco, era tan humillable y mortal como cualquiera de ellos. Que en ellos todavía sobreviviera el temor de que el tirano estuviese en lo cierto y la única manera de asegurar su derrota era demostrando su mortalidad. (Siempre queda –por otro lado- la opción de que ese caos de sangre estuviese milimétricamente ensayado. Que la muerte de Gadafi se deba menos al deafuero de la multitud que al deseo expreso de nuevos aspirantes a tiranos y en ese caso todo lo que digo aquí sobra).
Las escenas que circulan por internet en las que Gadafi aparece zarandeado y aporreado primero y muerto después poblaban desde mucho antes el sueño de muchos oprimidos y las peores pesadillas de sus opresores. Que se hayan verificado una vez más –como antes con las imágenes finales de Mussolini o Ceausescu- es al mismo tiempo una advertencia para cada tirano y la victoria póstuma del muerto de turno. No porque le substituya la aureola de invencible por la de mártir –algo que no conseguiría ni con la crucifixión- sino porque nos demuestra incapaces de resistirnos a la invitación a actuar como ellos y dispuestos a complacernos con el asesinato –aunque sea el suyo-, a aceptar la superstición de que la vida o la muerte no tienen otra alternativa que la de obedecer su manera de entenderlas. En eso radica la magia de los tiranos: darles exactamente lo que se merecen no hace más que acercarte a ellos.
yo realmente hubiese preferido de un juicio y cantarle las 40 en su cara al muy cinico y aprovechar las cosas para contar todos los abusos.
ResponderEliminarsandokan
Por regla de tres, a una madre que haya abortado habría que aplicarle castigos como los de la Inquisición.
ResponderEliminarComo que el "ojo por ojo" no rifa en el siglo XXI.
Amén,mi hermano
ResponderEliminarUn abrazote
Lo mejor que puede hacer la comunidad internacional es pasar pagina sobre el asunto de como murio Gadafi y ayudar a ese pais a construir una sociedad civilizada, empezando casi desde cero. Creo que no es realista esperar que los libios se comportaran en ese momento como caballeros.
ResponderEliminarMi admirado Enrisco, está muy bien tu comentario, argumentado, lúcido, como te caracteriza. Lamento en esta ocasión no estar de acuerdo contigo, no siempre tenemos que estarlo. Yo creo que habría que hacerle un juicio al que le metió un tiro en la cabeza; tenía que haberle metido diez tiros o bien juzgarlo por haber gastado una bala en una rata. A las ratas no se les dispara, se les aplasta, como hicieron. Toda mi aprobación para los que así actuaron y, te aseguro, eso no me acerca a él ni a ningún tirano.
ResponderEliminarSaludos,
Rafa, el abuelo hispano-cubano
versioncorta: estoy de acuerdo contigo que exigirle que se comporten como si ya estuvieran en La Haya suena a aquel viejo cuento del circo romano en que la multitud gritaba "Negro, pelea limpio". todo lo anterior lo digo sin pretender dar lecciones de moral o contencion a tanta distancia, muy facil por lo demas. la perversion estaria en convertirlo en modelo de justicia, sobre todo cuando se ve que no ha sido el unico caso.
ResponderEliminarRafa, estoy plenamente de acuerdo contigo en que no hay que estar de acuerdo en todo, algo que me parece por lo demas muy peligroso. por eso tengo un blog con comentarios y no un púlpito. saludos.
le tengo el mismo terror a los tiranos que a quienes disfrutan barbaridades como esta. No solo no estoy de acuerdo con quien piensa así sino que procuro no acercármele, al menos no como amigo. Un abrazo.
ResponderEliminarLos camellines rebeldes probablemente implantarán un estado islámico en Libia. Y según la sharia a Gadafi le correspondía una lapidación con todas las de la ley. Visto así, su ejecución fue un inmerecido acto humanitario.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con Tejuca; me producen horror aquellos que "disfrutan" con actos como este. No es, desde luego, mi caso. Simplemente creo que esta rata asesina no merecía ningún juicia ni nada que se acerque a un tratamiento humano. Mi opinión está basada en el hecho que no lo consideraba ni siquiera un ser humano. Era una rata atrapada en un cuerpo de persona, pero nada más. Es como esos transexuales que nacen mujer atrapados en cuerpos de hombre, bueno más o menos lo mismo. Creo que todos sabemos quien era Gadaffi. Por qué habría que darle ese tratamiento de ser humano? No me parece justo.
ResponderEliminarEnrisco, es primera vez que comento algo en un blog. Quiero aprovechar esta ocasión para expresarte mi admiración y decirte que tú y la Pentarquía son los "culpables" de que me acueste todos los días a la una de la mañana leyendo las entradas tan interesantes que escriben en sus respectivos blogs.
Con todo mi afecto,
Rafa, el abuelo hispano-cubano
rafa: Tejuca es una de las mejores personas que he conocido. y la gente buena tiene su instinto tan bien sintonizado con su idea del bien que llegan a las conclusiones mas sanas (y humanas) practicamente sin pensar, ya el cuerpo se lo dice todo. los demas tenemos que darles vueltas al asunto hasta dar con una respuesta mas o menos satisfactoria. no es que haya disfrutado con la humillacion de Gadafi (de hecho me evite ver los que al parecer son los videos mas atroces) pero en los que vi reconozco que no senti ni una pizca de compasion por el muerto aunque al mismo sintiera rechazo por la alegria barbara de los que lo lincharon. de ahi que piense en que incluso cuando uno se sienta incapaz de reconocer la humanidad de ciertos seres debe al menos conservar cierto respeto por la propia. impedir dejarse arrastrar por el lado mas salvaje de uno mismo y restablecer cierta idea de lo humano que seres como Gadafi han dedicado toda la vida a destruir.
ResponderEliminary gracias por los elogios -merecidos o no- porque ese entusiasmo tuyo y de otro es lo unico que le da sentido a un blog como este.
ResponderEliminarDespues de decadas de deshumanizacion sistematica los libios casi no pueden discernir entre que es comportamiento civilizado y que no. Ojala abran su sociedad a la informacion y a la educacion para que nunca mas otra bestia como esa los gobierne. Lamentablemente hay muchos puntos de contacto entre lo que paso en Libia y lo que pasa en nuestra pobre Cuba.
ResponderEliminarSí, sé que sientes un gran afecto por Tejuca, en más de una ocasión lo has expresado ( de una forma u otra )y debe ser cierto, viniendo de un tipo como tú, que me parece tan honesto ( Rubén Aguiar,un amigo tuyo y mío, o sea, nuestro, me lo ha dicho ) Creo haber dejado claro que yo no he "disfrutado" con las escenas de violencia que se muestran en los videos. Pero, quizá debería mirar hacia mi interior y autoanalizarme y en esta época donde mucha gente habla de perdón y olvido ( bla,bla,bla)yo no logro sintonizar con esas opiniones. No, desde luego que no; me pasa un poco como a Oriana Fallaci que siento una rabia fría, lúcida, racional y una absoluta falta de compasión o como aquel soldado americano en el libro de poemas de Erich Fritz " Cien poemas apátridas" que al preguntarle qué sentía, éste decía - " Nada". Anyway, te digo más : me hace bien sentir odio, no quiero renunciar a ese odio, me hace sentir bien. Estaré enfermo? No lo creo. No siento odio contra los seres "humalos", como diría Arturo Cuenca. Siento odio contra los que asesinan, los que torturan, los que hacen hundir remolcadores con niños de meses. Sorry, my friend; es así cómo me siento y no voy ( no quiero ) renunciar a ello, ok? In any case, te reitero mi admiración y mi "entusiasmo", como dices; pero ahora mismo es la 1 y 17 en Cádiz y estoy como un gilipollas respondiendo a tu comentario y estoy "deshecho en menudos pedazos" del sueño que tengo. So, voy a entregarme a los brazos de Morfeo y mañana continuamos, right?
ResponderEliminarBest wishes,
Rafa, el abuelo hispano-cubano
rafa, en cadiz? como yo quiero a esa ciudad. el dia que tengas tiempo de unos pescaitos fritos con cerveza en la plaza de las flores hazte cuenta de que estoy por ahi. salud.
ResponderEliminarVale, seguro estarás ahí presente comiendo los pescaítos fritos, pero si alguna vez ( nunca se sabe ) estás por acá for real, let me know para ir de verdad contigo y comernoslos juntos, ahí mismo en la Plaza de Las Flores y además comeremos arroz con langostinos, gambas,etc. Será un auténtico placer conocerte y darte el abrazo que te mereces; eso sí, pago yo.
ResponderEliminarUn abrazo in advanced,
Rafa, el abuelo hispano-cubano
También llamarle "intento de sustitución al camarada Gorbachov" a un golpe de estado perpetrado por los comunistas, llamar "el compañero que nos atiende" al chivatón seguroso, llamar "período especial" a una aguda crisis económica, en fin; la lista sería interminable. Esto es lo que George Orwell llama el neolenguaje en "1984", o me equivoco? No sé por qué me estoy implicando en esto. Estoy como el personaje de la película "Antonia", sí, sí; ese que terminó suicidándose por estar leyendo a Schopenahuer y a Nietzche, en fin; el mar. Volviendo a nuestro amigo Gadaffi, me comentaba un amigo ( opinión que comparto ) que solo por los modelitos con los que desfilaba la loca de Gadaffi debería haber sido arrastrada hace tiempo. Es cierto que habrían despertado la envidia de Naomi Campbell, Claudia Schiffer, etc. Pero solo por eso deberían haberla arrastrado a long time ago, no doubt.
ResponderEliminarRafa, el abuelo hispano-cubano