No es la primera vez que Carter va a Cuba. La otra fue hace casi nueve años en la que muchas cosas han cambiado: la cantidad de arrugas de los protagonistas de los encuentros, el nombre (pero no el apellido) del presidente, el nombre y los dos apellidos del canciller. Por lo demás la cantidad de presos políticos luego de ascender alarmantemente en el 2003 ha vuelto a sus niveles de antaño, Carter sigue siendo ex presidente y el Comandante sigue sin decidirse del todo a seguir su ejemplo.
De aquella visita me contaron que cuando Carter pidió ir a comer a una paladar la seguridad tomó toda la cuadra del restaurant privado que el americano pensaba visitar (frente al Parque Japonés de Playa) y pintaron todas las fachadas que rodeaban a la casa. Todo eso me llevó a escribirle dos cartas. Una en que me anticipaba a lo que iba a ver en su visita y la otra en la que pedía que pasara por Cuba más a menudo (a ver si de paso pintaban el resto de las casas de la isla). De la actual visita lo mejor hasta ahora es este post de Yoani y este video de cómo Guamá imagina la entrada de Carter en el Palacio de la Revolución.
De aquella visita me contaron que cuando Carter pidió ir a comer a una paladar la seguridad tomó toda la cuadra del restaurant privado que el americano pensaba visitar (frente al Parque Japonés de Playa) y pintaron todas las fachadas que rodeaban a la casa. Todo eso me llevó a escribirle dos cartas. Una en que me anticipaba a lo que iba a ver en su visita y la otra en la que pedía que pasara por Cuba más a menudo (a ver si de paso pintaban el resto de las casas de la isla). De la actual visita lo mejor hasta ahora es este post de Yoani y este video de cómo Guamá imagina la entrada de Carter en el Palacio de la Revolución.
casi se me salen las lágrimas al ver el regalo en cuestión. Esos cucuruchos finos como porros. Esa humildad.
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