Muy bien expone Yoani Sánchez en su último post una de las consecuencias de las nuevas medidas económicas anunciadas por el gobierno cubano: evitarle a un futuro gobierno democrático la fea labor de reducir el desmesurado aparato estatal cubano mediante el método de pedirles a los trabajadores que salgan a la calle y cierren la puerta por fuera.
No es sólo una manera de reconocer con actos que el modelo socialista no les funciona ni a ellos. Algo nos dice de sus más arraigadas convicciones que entre todas las variantes socioeconomicas prefieran no el neoliberalismo salvaje o el Estado del Binestar sino el fascismo corporativista puro y duro. La diferencia con el modelo italiano -y no de Armani precisamente- es que el cambio en lugar de adoptarse desde el liberalismo burgués se hace desde el socialismo castrista con el curioso resultado de que lejos de parecer un recorte en las libertades económicas o políticas tiene -no sin cierta razón, esa que da la actual asfixia cubana- un halo reformista y esperanzador.
Con el comienzo de los despidos masivos, nuestras autoridades han anticipado la peor pesadilla que el propio aparato de propaganda oficial había anunciado para el día en que se produjera un derrumbe del sistema. La drástica medida ha sido justificada como parte del perfeccionamiento o la actualización del modelo económico cubano, eufemismos con los que se trata de enmascarar el aumento de las reglas del mercado en el funcionamiento de la economía.Una imprecisión tiene esta nota y es al hablar del “aumento de las reglas del mercado en el funcionamiento de la economía”. No hay que ser demasiado puntilloso para no ver "reglas del mercado" donde el estado intenta reducir la iniciativa privada a dos centenares de tipos de empleo, donde la inversión y el crédito deberán funcionar bajo limitaciones asfixiantes, donde el estado exige impuestos mensuales abusivos sin correspondencia con el nivel de ingresos de los contribuyentes y no hay un sistema legal que garantice la propiedad privada, la libertad de contratación de mano de obra o la creación de sindicatos que defiendan los intereses de los nuevos sectores laborales. De lo único que se puede hablar hasta el momento es de un desmantelamiento de parte del sector estatal y de una mínima privatización del sector de los servicios. Y de la conversión del antiguo estado socialista en un estado corporativo al estilo del fascismo mussoliniano (o el chavista). Pero por feo que suene ese engendro a la gente en Cuba le debe parecer una mejoría.
Que lo hagan los actuales gobernantes es un alivio para los políticos del futuro, a quienes corresponderá anunciar la parte hermosa de la transición, donde estarán en primer plano las libertades ciudadanas y los derechos económicos. Al revés de lo que habían anunciado los propagandistas del régimen, las rocas donde se estrellaría la nave de la revolución con todas sus conquistas a bordo no estaban en la dirección donde cantaban las sirenas del capitalismo, sino en el espejismo de la utopía.
No es sólo una manera de reconocer con actos que el modelo socialista no les funciona ni a ellos. Algo nos dice de sus más arraigadas convicciones que entre todas las variantes socioeconomicas prefieran no el neoliberalismo salvaje o el Estado del Binestar sino el fascismo corporativista puro y duro. La diferencia con el modelo italiano -y no de Armani precisamente- es que el cambio en lugar de adoptarse desde el liberalismo burgués se hace desde el socialismo castrista con el curioso resultado de que lejos de parecer un recorte en las libertades económicas o políticas tiene -no sin cierta razón, esa que da la actual asfixia cubana- un halo reformista y esperanzador.
Muy bueno el análisis que haces sobre el certero, como de costumbre, comentario de Yoani. El navío está haciendo agua y las bombas de achique no dan abasto.
ResponderEliminarOpino que por ahí es que va la cosa, por el estado corpotativo que mencionas, pero a diferencia de Venezuela, la infraestructura cubana es casi nula. ¿De dónde vendrán los inversores y cuál será la magnitud del riesgo? Mientras tanto, seguirán apostando al "duérmete nene" del cuentapropismo hasta dónde se pueda estirar la ilusión.
Saludos,
MI
Enrique,
ResponderEliminarGracias por este post. Pones a pensar, nada extraño eso. Tienes razón, por muy feo que suene el estilo de las reformas en la isla a lo estado corporativo, a la gente en Cuba les parece una mejoría.
Buen post, y muy acertado el comentario. En tema daria mucho de si...
ResponderEliminarGracias.
El Ex-Caricaturista de Miami Pepe Varela fue arrestado (y apaleado) por resistirse al arresto.Ahora usan a Varela como icono del Castrismo perseguido en Miami. Cuando probablemente sus propios compinches le eharon un paquetico de algo, despues de haberle dado una gira turistica por la isla y le llamaron la policia de Miami para montar el show y esquivar la atencion del enamorado de Varela Joe Garcia que esta tratando de ganar las elecciones con trampa porque ni su abuela lo quiere legalmente. Y volviendo al companero Varela y sus compinches de la Izquierda Fascista de Miami: "Varela, Recuerda que Roma usa a los traidores, pero tambien los desprecia" o tu te crees que Pancha Ruca no se acordaba de todas las caricaturas que hiciste burlandote de el?
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