… los gustos. Dice Robert Maglakelidze, director del Museo Stalin en Georgia, citado por El País:
Es una suerte que el Padrecito Stalin de muerto sea bastante más complaciente y democrático que cuando estaba vivo. No sé si sea necesario apuntar que en la casa natal de Hitler en Braunau am Inn no hay un museo dedicado a su figura sino que es un hospital para rehabilitación de niños con problemas mentales y frente a ella se ha levantado un monumento dedicado a las víctimas del fascismo construido con una piedra del campo de concentración de Mauthausen. En el monumento se lee “Por la Paz, la Libertad y la Democracia nunca más el Fascismo. Millones de muertos nos lo advierten”. Al parecer los austriacos tienen una concepción muy distinta del turismo y del significado de los muertos.
"Aquí vienen los que aman a Stalin y se quedan contentos; vienen los que odian a Stalin y se quedan contentos, y vienen los que no conocen o son indiferentes a Stalin y también se quedan contentos"
Es una suerte que el Padrecito Stalin de muerto sea bastante más complaciente y democrático que cuando estaba vivo. No sé si sea necesario apuntar que en la casa natal de Hitler en Braunau am Inn no hay un museo dedicado a su figura sino que es un hospital para rehabilitación de niños con problemas mentales y frente a ella se ha levantado un monumento dedicado a las víctimas del fascismo construido con una piedra del campo de concentración de Mauthausen. En el monumento se lee “Por la Paz, la Libertad y la Democracia nunca más el Fascismo. Millones de muertos nos lo advierten”. Al parecer los austriacos tienen una concepción muy distinta del turismo y del significado de los muertos.
No se si venga al caso, pero esto me recuerda a los intelectuales izquierdistas que juzgan escandalizados los errores de la "extrema derecha" sin reconocer nunca los de la izquierda radical,
ResponderEliminarun saludo,
Ana