Alguien se está buscando una portada de Guamá:
“Dialogar no es conceder” suena, en el caso del gobierno español a esa otra vieja fantasía, la de “La puntita nada más” algo que no sé por qué sigue teniendo su antigua eficacia. Pero hay que reconocer que el nuevo funcionario ha asumido el tema con agresividad, hablando de que alguien va a “pagar el precio”, aunque se refiera a los que no quieran ver una dinámica de cambios en la que ya no cree ni Mauricio Vicent. Al parecer la única manera que consigue la cancillería española mantener ese entusiasmo en sus funcionarios sobre el tema Cuba es renovándolos a cada rato. Menos Moratinos, que no tiene remedio.
Pero no hay que dejarse llevar por las primeras impresiones. No es que el funcionario piense que la dinámica de cambios sea generada por Cuba donde el único cambio importante en estos tiempos es el de pañales de adultos. Se refiere a los cambios que puede promover Obama. Y eso de “pagar el precio” se refiere a no dejarse adelantar por los yumas. Que no los cojan movidos como frente a la bahía de Santiago de Cuba, ese viejo empeño español. Lo que decía el viejo Hegel: la Historia se repite, primero como tragedia y luego como un episodio de La Tremenda Corte en el que al gallego siempre le dan la mala.
H/T: Penúltimos días
Exteriores aboga por una relación "de confianza" con Cuba
El nuevo secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de la Iglesia, defendió ayer el diálogo con Cuba y se mostró satisfecho de que la Administración Obama haya seguido la política "pionera" de España en este campo. "Dialogar no es conceder", puntualizó, en su primera comparecencia en el Senado.
Frente a quienes denuncian el inmovilismo del régimen castrista, tras la sustitución de Fidel por Raúl al frente del Estado, abogó por "construir una relación de confianza, de presencia, de influencia, de un proceso que se caracteriza por la dinámica de cambio. Y el que no quiera ver que hay una dinámica de cambio pagará el precio a corto plazo", agregó.
“Dialogar no es conceder” suena, en el caso del gobierno español a esa otra vieja fantasía, la de “La puntita nada más” algo que no sé por qué sigue teniendo su antigua eficacia. Pero hay que reconocer que el nuevo funcionario ha asumido el tema con agresividad, hablando de que alguien va a “pagar el precio”, aunque se refiera a los que no quieran ver una dinámica de cambios en la que ya no cree ni Mauricio Vicent. Al parecer la única manera que consigue la cancillería española mantener ese entusiasmo en sus funcionarios sobre el tema Cuba es renovándolos a cada rato. Menos Moratinos, que no tiene remedio.
Pero no hay que dejarse llevar por las primeras impresiones. No es que el funcionario piense que la dinámica de cambios sea generada por Cuba donde el único cambio importante en estos tiempos es el de pañales de adultos. Se refiere a los cambios que puede promover Obama. Y eso de “pagar el precio” se refiere a no dejarse adelantar por los yumas. Que no los cojan movidos como frente a la bahía de Santiago de Cuba, ese viejo empeño español. Lo que decía el viejo Hegel: la Historia se repite, primero como tragedia y luego como un episodio de La Tremenda Corte en el que al gallego siempre le dan la mala.
H/T: Penúltimos días
jajajaja...delicioso..asi que rudesindo....
ResponderEliminaralina brouwer..
Nombre de teatro bufo. Me recuerda al gallego de Juan Carlos Romero en San Nicolas del Peladero
ResponderEliminarEmilio