lunes, 2 de marzo de 2009

“¿Y ahora qué?”


“¿Y ahora qué?” me pregunta una amiga que pasó por la casa a averiguar cómo había quedado la manifestación de ayer. Ahora nada. (Ahora para ser exactos, hay un montón de nieve en las calles que de haber caído ayer habría sido un desastre para la protesta). Ahora sacar cuentas y valorar la manifestación con algo más de calma. Hay quien habla del millón larguísimo de cubanos en Estados Unidos pero no tienen en cuenta que los de Nueva York son más bien pocos y están dispersos; y que por alguna barrera mental díficil de explicar para muchos cubanos de Nueva Jersey Manhattan es una terra incognita a la que no se atreven a ir ni de compras. Teniendo en cuenta el cansancio acumulado en estos cincuenta años, el corto plazo, la modestia de su organización y la inexistencia de un motivo especial para convocar a la protesta el número de asistentes superó cualquier expectativa más o menos racional.
La falta de motivos “especiales” para la protesta –junto al estilo guerrillero e informal de la convocatoria- fue una de las marcas de distinción de esta. No fue una protesta “reaccionaria”. Por una vez no se trató de una reacción a alguna atrocidad del castrismo. Al contrario, los castristas debieron reaccionar a la situación planteada por nosotros dándole a su pesar más sentido y relevancia a la protesta. Eso también se reflejó en el ánimo más bien festivo de los concurrentes, muchos de los cuales –en medio de su entusiasmo primerizo-, tal parecía que hubiesen inventado el sistema de gritar en la calle con un cartel en alto.
“¿Y ahora qué?” me pregunto yo mismo cuando compruebo en los periódicos de la mañana que el castrismo sigue inmutable su labor de control y erosión, que el régimen no se ha dado por enterado. Mucho no se podía esperar, por supuesto pero creo que el mejor modo de aprovechar la manifestación de ayer no es el impacto (nulo) que tuvo en el régimen o en los medios sino en el que hizo en cada uno de los protestantes, sobre todo los novatos. Reencontrarse con la misma gente que se ha visto en fiestas, exhibiciones, restaurantes, clubes o presentaciones de libros ahora adquiere otro sentido, el de comunidad que refuerza un vínculo común, que intercambia números de teléfono o direcciones virtuales. No por gusto “polis”, la palabra griega para “ciudad” está en la raíz de la palabra “política”. En días como ayer la polis flotante de los cubanos de por acá adquiere una mínima plenitud y sentido al ejercer un derecho que es al mismo tiempo una especie de deber. En esa confraternización espontánea que vi entre los que nos apiñamos en el corralito dispuesto por la policía vi el futuro de la manifestación más que en los gritos catárquicos o los discursos. En ese reconocimiento mutuo como animales políticos, en esa complicidad mínima, está el futuro de la red que llevó a personas tan diversas a aquella esquina neoyorkina.
A partir de ahora esa misma red puede seguirse ampliando y servir de vehículo para nuevas iniciativas que no tienen que ser necesariamente protestas o ni siquiera ser estrictamente políticas. Los que ayer fueron actores secundarios o coro la próxima semana podrían convertirse en promotores de nuevas iniciativas. Quizás valdría la pena que el impulso de ayer cristalice en alguna forma concreta que podría ser una organización de corte más o menos tradicional o algo que se acomode mejor a esta nueva era virtual. Para terminar de responder a mi amiga lo de ayer podría convertirse –para usar el bocadillo final de Casablanca- en el principio de una bella amistad.

12 comentarios:

  1. Felicidades, pa'trás ni para coger impulso.
    Saludos

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  2. ...ahora, a esperar a seguir soñando con la LIBERTAD democrática para Cuba, a no rendirse para convocar la próxima manifestación -en cualquier lugar del mundo- debe resonar el eco de esta proclama de libertad.
    ¡Animo! ¡¡Todo llegará!!

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  3. Hola,
    Felicidades a los que participaron en la manifestación.
    Hay una manera de seguir. Movilizarse por el levantamiento de la prohibición de viajes a Cuba, el envío de remesas, el intercambio de académicos y artistas, en fin por el levantamiento del embarqueo.
    Veo varias razones para ello;
    1) Porque es una violación de los derechos de viajar y mandar dinero a quien le plazca que tiene los cubanos y demás residentes en EU, las violaciones a la libertad no se defienden de manera selectiva,
    2) Porque es una exigencia al gobierno de este país, por tanto, en la práctica, mas posible de ser tomada en cuenta. Por demás, muy a tiempo, porque se viene discutiendo actualmente en el congreso y el gobierno americano una nueva política hacia Cuba,
    3) Para que los mismos de siempre no secuestren la opinión de la comunidad cubana en EU pretendiendo hablar en nombre de todos,
    4) Porque el 99% de los cubanos en la isla esta de acuerdo con la anulación de estas prohibiciones, incluyendo a los opositores. Su levantamiento redundaría en una ayuda para todos ellos y, a la larga, para la causa de la libertad por la cual se movilizaron el domingo en NY, y antes en Barcelona y Madrid.

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  4. El verdadero bloqueo es la prohibición que sufren los ciudadanos cubanos en el exterior de hacer negocios y tener inversiones en su propio país de origen.

    Saludos

    CRA

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  5. CRA,
    Llamesele como se quiera, bloqueo , embargo o cualquier otra cosa, no quita que esta mal en mas un sentido. Por lo demas estoy de acuerdo con el bloqueo a que te refieres.
    Es importante, y pudiera ser mas efectivo, tambien hacer presion sobre el gobierno americano para que cambie el estado de cosas.
    Saludos
    pi

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  6. este Pi, tan anexionista como siempre.

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  7. Anonimo,
    Tienes razon soy algo narcisista

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  8. Pi, nadie va a hacer una manifestacion por ti, acostumbrate a eso. Esa, la que tu quieres quien mejor para organizarla que tu mismo. te prometo que cuando la hagas no te exigire que tambien incluyas el tema palestino.

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  9. fui uno de los novatos que participo en la protesta y de veraz que represento uno de los dia mas importante de mi vida

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  10. Soy el mismo novato lo que ahora con nombre

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  11. Enrique,
    No tengo nada en contra de la manifestacion. Una causa justa y una declaracion inteligente.
    Solo me parece que el camino mas corto para lograr esos propositos pasa por un cambio de politica del gobierno americano.
    Saludos desde Canada, donde no me prohiben viajar ni mandar dinero, y hay demasiado frio para organizar algo.

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