El grupo de amigos en mi barrio –West New York, New Jersey- somos una familia. Lo que le ocurre a uno de alguna manera lo sufren todos. Un amigo llevaba días preocupado con la suerte de su gente en Las Tunas y Holguín azotada por el ciclón Ike. Habian llamado a Cuba y no daban con nadie. En una de las llamadas incluso se dieron cuenta que en lugar de la casa de la prima que trataban de contactar les haba salido una operadora que extendía la llamada para en realidad cobrarles la espera en falso. Al final recibibieron noticias: toda la familia estaba a salvo pero dos de las casas habían sido totalmente destruidas por el ciclón. Una abuela parando en casa de una vecina, las carreteras cortadas y todos –los de acá y los de allá- desesperados por el destino de la abuela en medio de la nada. Y mientras anuncian seis días más sin agua y sin electricidad. Pronóstico: no acaba de escampar.
Lo del caso de la operadora a mí también me pasa, y no sólo ahora con lo del huracán. Parece que ETECSA no hace suficiente con las tarifas avasalladoras, también ha creado puestos de trabajo en los que inviste de poder a ladrones asalariados.
ResponderEliminar