domingo, 24 de agosto de 2008

Predicciones

Cuba termina la Olimpiada en el lugar 28, el mismo que ocupó en 1948 cuando Carlos de Cárdenas ganó medalla de plata en velas. Los mismos que toda la vida han pretendido que aquilatemos la grandeza nacional (junto a un par de estadísticas más) por nuestra posición en el medallero olímpico, ahora se mostrarán humildes. Somos un país pobre, una isla pequeñita, un país diminuto. No se detendrán en el detalle de que Holanda, Dinamarca, Corea, Hungría, Eslovaquia o la República Checa son más pequeños aún. O que toda la población de Jamaica cabe en La Habana. El país amanecerá mañana más encogido que nunca, aferrado a estadísticas que demuestren que la realidad es otra y mucho mejor de lo que pensamos. Pero la humildad durará muy poco porque sabremos muy pronto convertirnos en víctimas del imperialismo, los árbitros, la traición y el consumismo, mártires absolutos de los principales males que corroen al planeta. Todo tan predecible como que la prensa oficial no se atreverá a decir que a pesar de la actual escasez de medallas el deporte (al menos el de alto rendimiento) sigue funcionando mucho mejor que otros renglones mucho más elementales y necesarios a la vida diaria. Que ese lugar 28 está todavía muy por encima del que ocupamos a nivel mundial en alimentación, ingresos per cápita, desarrollo de infraestructuras, acceso a las comunicaciones o libertad de prensa. Que es lógico que muchos deportistas quieran escaparse de un régimen que los trata como esclavos y que luego se desquita de su fuga con toda la saña que pueden. Que incluso los camaradas chinos o venezolanos son más generosos con los deportistas que marchan a ganarse la vida en otros países. Que los próximos juegos tendrán que esperar otros cuatro años pero que el pueblo cubano ya ha esperado demasiado. De todo lo que digan y hagan a partir de mañana ese silencio es, entre todo, lo más predecible.

Post Data: Ya el Big Blogger dio su opinión sobre los juegos olímpicos. Como decía: demasiado predecible. Se le nota furioso. De haber sido por él el taekwandoca que atacó al árbitro debió haber usado, en lugar del pie, una ametralladora. Y en medio de su furia el Blogger suelta una frase que suena terriblemente amenazadora para aquello que aprecian los deportistas cubanos más que cualquier otra cosa: los viajes. “Podemos no competir fuera del país y el mundo no se acabaría por eso”.

2 comentarios:

  1. Hola Enrisco,
    Te confieso que he estado tratando en vano de buscar Estadísticas que demuestren la pujanza del deporte revolucionario en estos tiempos olímpicos.
    Como quiera que el número absoluto de medallas de oro no nos resulta un indicador favorable traté con el número de medallas por habitante pero islas Mauricio, Tonga y Antillas Holandesas se nos fueron delante.
    El país latinoamericano con más medallas de oro: Brasil.
    El país caribeño: Jamaica.
    Si nos volvemos más sofisticados, el país con más medallas por onza de carne de res repartidas por la libreta: India.
    Más medallas por libra de pollo de dieta por habitante. Aquí Etiopía nos sobrepasa en la vuelta final.
    Más medallas por camello rodando; ahí está Egipto.
    Traté de echarle a culpa a otros. Pero reconozco que atribuir la derrota del equipo de voleyball femenino contra EU al bloqueo criminal es un argumento endeble.
    Qué los kazajos le ofrecieron al árbitro sueco de taekwondo una semana con todos los gastos pagos en Kazajstán? No es razón para una pataleta.
    En fin no nos queda más que reconocer lo mal que están las cosas y tratar de convertir el revés en victoria en los próximos juegos del Alba.

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  2. ¿Juegos del ALBA?
    Pero pi, ¿Acaso no entiendes al Big Blogger?:

    “Podemos no competir fuera del país y el mundo no se acabaría por eso”.

    Mis mejores saludos y parabienes en esta hora de rabiosa pataleta castrista.

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