Tejuca a puesto a chancletear a los artistas (Le añadí algunas cosas pero espero que no se moleste):
El día estaba Juan Gris. Un Burri miento infinito se apoderaba de mí. A lo mejor pasear por El Bosco o ir al lago y pasear por la Rivera en Botero; o hasta trepar hasta el copo de una Matta me entretendría. No tenia ganas de pintar. Quise Duchampme pero en eso se apareció mi buen amigo que andaba perdido Toulouse, fue mi Salvador Dalí. Insistió en que fuera con él a una fiesta de artistas. Que Remedios, sin un Varo en el bolsillo nada mejor podía hacer. Por suerte en la mañana había recogido mi saco en el Tintoretto. Así que nos fuimos hasta Carrington Av. y la 52. La dueña de la galería era Frida como un palo pero conocía a todo el Muncho del arte.
Pintaba bien la tarde.
Teníamos hambre y nos dirigimos al Dubuffet para Picabia algo. Quizás un Chirico con azúcar, un huevo con Bacon o un Picasso de cake. Pero de eso nada, quedaba un solo juguito Goya. Entonces un gordo metió la Manet primero y se lo llevó. Al rato mi amigo me Miró y me dijo: tengo ganas de Chagall. Fue al baño y no había Klimt para limpiarse. Que pena. La pared era de Christo y todos lo vieron cuando Botticelli el calzón en la basura.
Un Veronés empezó a mirarme, yo no le hacia caso, pero en eso vino y me Rousseau la portañuela. "Que Corot te pasa? Escherte pa'lla que yo sí que no me presto pa’ Ensor" le dije al fresco y volviendome a mi amigo le advierto: "Mejor nos vamos pal’ Caravaggio, antes de que esto se ponga en Kandinsky" a lo que mi amigo me contestó: “Pues yo me quedo porque yo Siqueiros”
Ya era tarde, regresé en el Van Gogh que uso para ir a la ciudad.
Cuando llegué a casa sentí hambre y frío. Por suerte tenía calefacción y fogón Degas.
Tejuca.
hey bro, que me voy a molestar, si me lo has dejao mejor que el original, tu sabes que yo con la orto no soy tan bueno como con la grafía.
ResponderEliminarun abrazo
el teju
coño compadres esto esta buenisimo, se lo voy a pasar a todos mis contactos, ya veran que un dia llega a ustedes.
ResponderEliminarJuan Gris