Delfin Quishpe, ecuatoriano cultor del techno con conciencia con una pieza dedicada a las Torres Gemelas y su lamentable caída.
Y acá abajo Mr. Jat, un rapero mexicano con no menos conciencia y un parecido sentido del ritmo. Cualquier día lo invitan a dar un concierto en Casa de las Américas. (Y si quieren más vean este canto a la paz de Mr Jat o esta cumbia cristiana de La Tigresa del Oriente –tiene 4,377,216 de visitas- a sugerencia de Tejuca).
Y acá abajo Mr. Jat, un rapero mexicano con no menos conciencia y un parecido sentido del ritmo. Cualquier día lo invitan a dar un concierto en Casa de las Américas. (Y si quieren más vean este canto a la paz de Mr Jat o esta cumbia cristiana de La Tigresa del Oriente –tiene 4,377,216 de visitas- a sugerencia de Tejuca).
No sé que decirte, mi cuate, ya te sabíamos jodedor, pero ahora así tan sádico no más...
ResponderEliminarBueno, después de oir el primer minuto, pues creo que al Delfín le echaría una orca. Una con antecedentes homicidas, desde luego.
De Mr. Jat sólo te comento que no lo aceptaron en la selva zapatista por aberrado. El gremio guerrillero no se mostró tan indignado con los anillitos y los piercings como ante el tatuaje güeveriano, digo, guevariano, o sea, guevariano güeveriano. (Puro trabalenguote, caray!)
Enrisco de donde tu sacas esos clásicos?
ResponderEliminarDigamos que esa lírica es producto del embate postmoderno, pero nosotros con "Vibra la patria entera embravecida" también tuvimos lo nuestro; somos los precursores de la demagogia musicalizada
Hoy fui al zoológico con mis hijas. Vimos tigres. Uno blanco, otro de Bengala. Eran tigres machos. Y yo tuve un pensamiento muy poco cristiano.
ResponderEliminarLa primera vez que vi tigres blancos en vivo fue en Ecuador, a principios de los noventa. Un circo azteca que pasaba por Quito y traía, cosa más sorprendente, seis tigres blancos. Los tigres más grandes y corpulentos que he visto en mi vida. Impresionante. También la trapecista azteca. La trapecista más grande y corpulenta que he visto en mi vida. Ahora te apareces tú con el techno andino, el rap azteca y la cumbia cristiana de la Tigresa del Oriente y yo no me puedo quitar de la mente estos tigres. Y pienso en otro circo. Y tengo pensamientos muy poco cristianos.