Ser blanco es una actitud ante la vida y no necesariamente buena parece decirnos el blog Cosas que les gustan a los blancos. Un blog, (en inglés) dedicado a recopilar el largo catálogo de preferencias de los blancos urbanos norteamericanos (no aclaran lo de urbano pero de algún modo está implícito). Son gustos que tienen en común sofisticación, sensibilidad, espiritualidad, sentido de culpa y suficiente solvencia económica para permitirse todo lo anterior. Sus gustos nos perfilan un ser esforzado en preocuparse por el Otro (el blanco nunca se referirá al Otro con minúsculas) y no exento de privaciones ( de televisión o de carne) ya sean para reforzar su espiritualidad (o su desprecio por la modernidad mas vulgar que parece ser más o menos lo mismo) o su preocupación por los menos favorecidos, ya sean los indígenas del Amazonas o los pollos de granja. Y todo eso redunda tanto en sus preferencias culturales o políticas. El equivalente más cercano que tenemos en Cuba son la gente del Vedado. O sea, que los blancos americanos son más o menos como los vedadenses (horrible el gentilicio) pero con dinero de verdad. Yo me pregunto: ¿cuáles son los requisitos para ser del Vedado?
Nacer en Maternidad de Línea.
ResponderEliminarIr a Hermanas Giralt o a Ormani Arellano, a la Villena y al Saul o al Guiteras.
No coger guagua. En El Vedado se camina o se va en taxi.
Discutir si el Focsa es más alto que el Someillán.
Gustarte Silvio pero decir que Pablito tiene mejor voz.
Ir al Festival de Cine y al de Jazz.
Conocer a los porteros de La Zorra y El Cuervo, El Polinesio y El Gato Tuerto. Del Salón Rojo y el Turquino. Y al del Avioncito.
Pizzas en la Piragua, pollo frito en Pio Pio, batidos en el Carmelo de Calzada, té en la casa del Té.
El bar del Conejito.
El eco en la glorieta del parque de H.
Estudiar francés en la Alianza.
Alardear de tu carro con los demás bitongos en 1830. Carreras por el Malecón.
Las pocetas del Malecón frente al parque Martí. Luego de jugar squash en el parque Martí. O colarse en la piscina del Riviera.
No tener la más puta idea de dónde queda La Víbora.
Querer mudarse pa Miramar porque el Vedado se ha llenado de palestinos.
Muy buena definición la del anónimo anterior. Habría que actulizarla un poco, visto que el autor al parecer hace rato que no se da un brinquito por la tierra. Lo delatan sus alusiones a sitios que ya no existen, como el avioncito que hace mucho voló del lugar donde lo recuerda él. Suerte parecida corrieron aquella fábrica que disparaba pizzas en La Piragua y los Pío Pío (aquí sí nos demuestra que tiene buena memoria).
ResponderEliminarHabría que agregar que alguien de El Vedado si te visita en tu casa de La Habana de Este, te dice al llegar: ¨¿viste? vine a tu casa¨ y olvida, al resaltar su hazaña, que uno se ha pasado la vida entera yendo a la suya que está a la misma distancia.
muy buenos el primer comentario y las acotaciones del segundo. el primero parece nativo (transterrado mucho tiempo ha) y el segundo obviamente es de la periferia.
ResponderEliminarJajaja. Tienes razón, no paso por el patio hace ya diecisiete años. Es el Vedado nostálgico de los 80 del que me acuerdo.
ResponderEliminarPara mi ser del Vedado significó durante mucho tiempo pensar que el mundo se reducia al cuadrante Malecon al sur, Paseo al oeste, Calle L o limite Calle P al este y 23 o limite calle 25 al norte (nada que ver con la verdadera orientacion cardinal). Para mi el norte no era el malecon, era subir G, la loma.
ResponderEliminarSoy una vedadense de nacimiento y de crianza. Cuando a los 15 años mis padres se divorciaron y hubo que acudir a la permuta de 2 por una, yo no pude aceptar irme de ese cuadrante aunque aquello implicara perder en espacio y en comodidades. Para mi fue mas importante un apto de 2 cuartos sin garage, etc que una buena casa en un reparto aledaño. Hoy me pregunto a que se debia ese ofuscamiento, ese apego enfermizo a Linea, L, G, etc. Me imagino que el sentimiento de que ese era mi medio, y a la vez la certeza de que estaba en el mismo centro de la Habana, donde ocurria casi todo lo interesante (cines, teatros, conciertos, restaurantes, etc). El hecho de estar ubicado en el lugar mas cercano a todos los demas lugares, digase barrios.
Bueno tambien el Vedado es o era ser un asiduo visitante, incluso a altas horas de la madrugada, al Coppelia. Salir a medianoche, tomarse unas bolitas y en 10 minutos estar de regreso en casa.
Nunca vivi el pedazo ese de "yo soy del Vedado" pero como dije arriba sentia una pertenencia muy fuerte. Eso no implicó, al menos en mi caso, que no saliera de esas fronteras y conociera la Habana en casi toda su totalidad (durante mi adolescencia y primera juventud conoci desde Cojimar, Alamar, la Vibora, Altahabana, Santos Suarez, 10 octubre, Playa, Fontanar, la Habana Vieja y Centro Habana etc, etc, etc
Naci en una clinica en El Vedado, pero viviamos en Almendares. Sin embargo, mi familia es de Cienfuegos. Asi que desde mi primer dia, nunca he sabido de donde carajo soy. Bueno, Cubano, al menos.
ResponderEliminarAlgo bueno debe tener (o tenía) el Vedado cuando los que no vivían en él lo critican como los comunistas critican la sociedad de consumo. ¿Por qué será que en exilio el Vedado tiene varios pisos? Ser del Vedado no significa no conocer el resto de Cuba. Hay gente en Miami que sólo va de vacaciones a los cayos, a Disney World o a ¡Cuba!
ResponderEliminarVivir en el Vedado era un privilegio. Y los privilegiados siempre son criticados (léase envidiados) por el "proletariado".
No jodan más con el Vedado.
Soy de Bejucal.
no te sofoques, bejuquense, que no hay nada en contra de los vedadenses, sino una sana intención etnográfica por definir a los habitantes de un barrio con una idiosincracia quizás más marcada que otros, idiosincracia que ya es parte del folclor necional de cubita la pelá. yo también viví en la vedado algún tiempo, colao en casa de un socio, para poder cambiar la dirección pa la vana, que era uno de los palestinos que han echao a perder el barrio, y lo más deprimente del asunto era que en el carné de identidá decía Plaza, Plaza como si viviera al pie de la raspadura del Apóstol. Qué gentuza la del Oficoda, que no te dejan olvidar la Revolu ni en el Vedado.
ResponderEliminarotro te diria que tienes mentalidad de colonizado, un periferico seducido por el centro y todas esas boberias. pero yo me pregunto, por que no joder con el Vedado, o con los orientales o con el capitalismo o con el castrismo? mientras joder no sea una coartada para el odio o el desprecio, repito, por que no joder si hay tanto de ridiculo en ser del vedado, o habanero o cubano o simplemente humano?
ResponderEliminarOye que le paso a la Piragua y al Avioncito? Lo que pasa en 15 años… Y Enrisco que jodan con el Vedado no es tan entretenido, pero si te metes con los “naguitos” eso va ser otra cosa mucha mas divertida.
ResponderEliminarY para empezar:
INDUSTRIALES CAMPEON!!!!!!!!!!!!!!!! Serranos pal laton!!!!!!!!!!!!!!
Si, joder es sano, y ¿por qué no? Pero la jodedera es, a veces, una forma de espantar nuestros demonios y de decir jugando lo que no nos atrevemos a decir en serio...
ResponderEliminarBejucal querido
Serranos ??? este tipo se quedo en los 80!!
ResponderEliminarYo naci en el vedado. Disfrute muchisimo e igual sentia cierta exclusividad al tener facil acceso a la mayoria de los buenos lugares de la Habana.
Pero resulta que despues de viejo me fui a vivir para la vibora. Y si bien mi juventud la disfrute mucho en el Vedado, ahora la Vibora es el lugar de mis sueños. La paz, la tranquilidad, el fresco, los parques.
Yo soy habanero pero vine del interior, bueno todos creo que venimos del interior...recuerdo por alla por los 70 y pico con gran nostalgia los sandwiches del Potin, las peliculas del Trianon, el arroz frito de 17 y 12 y los helados de 12 y Calzada, Clase e ciudad caballeroooooooooo!!!!.
ResponderEliminarAh se me olvidaban las pizzas de Dña.Rosina y de La Romanita,los panes con tortilla de un huevo y las croquetas de "cresta e gallo" de la parada de enfrente de las guaguitas Giron...clase de mariconada nos hicieron!. Asi de simple.
ResponderEliminarDe verdad no veo ninguna semejanza entre "el blog de los blancos" y ser del Vedado. Yo nací en el Vedado por pura casualidad porque ninguno de mis padres son de la Habana. Si disfrute mucho la cercanía a todos los cines, teatros, etc, pero eso no me hace "privilegiado", mucho que camine esas calles con tres varas de hambre. Y cuando vuelvo de visita disfruto caminar por esas calles tanto como seguro disfruta el que vivió en Santos Suarez o Marianao caminar por las suyas. Yo quisiera ver que te dicen los negrones del solar de mi barrio si tu les hablas de "privilegio vedadense"! Al final, una pila de gente tiene tremendas casas en el Vedado, otros no. Una persona no se debe juzgar por un estereotipo.
ResponderEliminarUna vez me faje con un tipo asi como el anonimo de la 20 y 20, solo que fue por alla por El Cotorro, me ofendio con una furia parecida nadamas que por ser del Vedado....te encuentras a cada uno por ay..
ResponderEliminarLe mandé el post a varios socios e hicimos una tremenda lista, que no voy a poner para no aburrirlos. Tremendo gorrión.
ResponderEliminarCreo que la mítica del Vedado parte de ser la zona no sólo central sino más cosmopolita de nuestra ciudad. He caminado por partes de Madrid o Ciudad México construidas en más o menos los mismos años y son muy similares. Mismos detalles arquitectónicos, misma mezcla de modernismo y neoclasisismo, misma organización urbana y mismos grandielocuentes proyectos gubernamentales. Hay edificios en La Condesa que los deben haber importado directamente de Calzada.
Por cierto Enrisco, los del Vedado perferimos "vedaderos".