Sucedió una vez que se reunieron todos los animales del bosque. Los más entusiastas eran los monos, que como se dieron cuenta de que cualquier pirueta que hicieran era aplaudida de inmediato no paraban de alborotar. El líder de los monos que, en vistas al poder acumulado, se le llamaba Mico Mandante tanto se envalentonó que llegó a decir que el zorro que en ese momento se encontraba ausente era en realidad una culebra. El Oso Corazón de Peluche que hasta ese momento no hacía más que sonreír decidió protestar del modo más amable que encontró. Él, que había derrotado al zorro en un partido de tenis no podía permitir que se le llamara culebra al zorro. Como todos sabemos las culebras no tienen extremidades y eso hubiera querido decir que Oso Corazón de Peluche había derrotado a un minusválido lo que lo dejaría muy mal parado como jugador de tenis. Trataba de explicar con las mejores maneras que encontró que no estaba bien llamar culebra al zorro aunque sólo fuera porque dejaba en entredicho los conocimientos de zoología que tenían los monos cuando el Mico Mandante comenzó a interrumpirlo repetidamente. Llevaba el Oso Corazón de Peluche trabado un buen rato en el momento más vehemente de su intervención (“por supuesto… por supuesto”) cuando el rey de la selva, un león viejo de quien ya nadie se acordaba de haberlo oído rugir le preguntó al Mico Mandante: “¿Por qué no te callas?” Siendo estas las primeras palabras que nadie le recordara al león en mucho tiempo todos se miraron sorprendidos y más que nadie el perro que siempre había pensado que los ladridos estaban permitidos en esas reuniones pero los rugidos no. Entonces la gallina quien presidía la reunión se despertó y decidió intervenir pidiendo que no se establecieran diálogos con lo cual el buen Oso pudo concluir su disertación sobre zoología elemental. No obstante terminada la reunión los monos (alentados por líder espiritual un viejo papagayo que en sus últimos años de vida se había convertido en ventrílocuo) se alborotaron mucho diciendo que era una afrenta que el viejo león hubiera tratado así al Mico Mandante y que en el fondo lo que el león quería era que volvieran los viejos tiempos en los que imperaba la ley de la selva y no como ahora que los gorilas podían ser elegidos democráticamente. Moraleja: nadie mencionó a las hormigas pero no está mal que ellas tengan, de vez en cuando, alguna oportunidad de divertirse.
P.D.: EL video comentado por Javier Sarda.
P.D.: EL video comentado por Javier Sarda.
Loas a Esopo reencarnado. Te quedó buenísima.
ResponderEliminarMagnífica descripción humorística de los hechos alrededor de una frase para la historia. Deberían sacarla todos los días en la TV, en Internet, en los periódicos, a ver si cierra el pico el Simio Rojo, Macaco Mandante.
ResponderEliminarEs imposible no sonreírse con esta ocurrencia humoro-fabulística.
ResponderEliminarLástima que no haya momentos como ése (el estelar del Rey) más a menudo.
Muy buena la fàbula Enrisco...la gallina y el oso debieron ser màs contundentes...pero el Viejo Leon estuvo genial...que maravilla! mientras màs lo veo màs lo disfruto...sobre todo porque al fin sabemos aqui, las estupideces que replicaba el Mico...
ResponderEliminarPues si, como hormigucha del cyberspace estoy feliz de ver las versiones diferentes del POR QUE NO TE CALLAS ? ésta version, es muy buena, con subtitulos para el Mico y con el genial Sardà...gracias Enrisco