lunes, 16 de julio de 2007

Y ahora, la actividad cultural


A ver si elevamos el nivel de las masas que las estaba llevando por el camino de la perdición con tanta timba y reguetón. Le toca a la poesía y quería empezar con el que es para mí uno de los mejores poemarios cubanos de los últimos años: Naufragio y sedición en la isla de Juana de Jorge Salcedo. Salcedo es poeta y actualmente dirige un proyecto editorial, Ediciones de Afuera, dedicado exclusivamente a editar libros de poesía contemporánea cuyas ediciones han quedado agotadas. Ha editado muy pocos libros pero todos caben en la misma escueta categoría de “mejores poemarios cubanos de las últimas décadas”. Ahí los dejo con algunos de mis poemas favoritos del libro. (Alguna vez escribí un ensayito en el que mezclé a Salcedo con Habana Abierta y lo pueden encontrar en Cuba Nuestra.)




Ya contaron los muertos…

Ya contaron los muertos
y da una cifra torpe
da un idilio de sangre,
da otro mártir sin miedo
de estar vivo, da pena,
¡qué más da!


Todos hemos puesto nuestro grano…

Todos hemos puesto nuestro grano
en esta inmensa obra
de cobardía.
Claro que los valientes
han sido los que más
aportaron, para eso
tenían las medallas, los títulos,
las grandes oficinas.
Los otros, los valientes,
también desempeñaron su papel
difícil, decoroso.
Sin tomar parte estábamos nosotros,
los valientes.


Lo extraño todo…

Lo extraño todo, como el gran cobarde
Que soy, lo extraño todo.
Jugar al fútbol con aquellos años.
Beber y disolverme en cada noche.
Emprender un amor. Hallar un rostro amigo.
Odiar de cerca a algún tirano.
No es racional, no fueron buenos tiempos,
Pero lo extraño todo.


Poética

Cuando alguien te diga que no te ama
Créele
No escuches más allá de sus palabras.
No te entretengas en sus ojos.
Créele.


Revolución
A nuestros hijos, o los de aquellos que se atrevan, les mostraremos la ciudad extenuada y sus ya entonces antiguos retazos de coherencia. Y les daremos la clave para intentar otra barbarie.

2 comentarios:

  1. Ah, y yo que ya me estaba acostumbrando al reguetón y esas cosas y comentando en tu blog sobre lo humano y lo divino y ahora me sales tú con esto, como para callarme. Bueno, no voy a callarme. Más bien te regalo un poema parco bastante a tono con aquellos de Réplica:

    De aquel sol,
    ni las ceibas patrias
    pudieron.
    De aquel sol,
    ni siquiera la mar,
    ni siquiera la risa.
    De aquel sol,
    ni Dios
    ni la distancia.
    De aquel sol,
    ni el olvido.

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  2. No pensaba callarte, todo lo contrario. Pensaba que ibas a saltar por aquello del copyright. La verdad es que no sabria como callarte ni me interesa. Hace rato estaba por poner algo tuyo: sale mas barato que andar regalando fotocopias y lo lee mas gente. De Emilio tambien pienso poner algo. Y de Felix. Esto es como una larga conversacion entre socios que no tienen que andar posando de intelectuales ni de macharranes, o que alternan las poses para no aburrirse. Si me puedes mandar algo de tu ultimo libro, agradecido como un perro (para citar al ultimo de nuestros poetas-presos). Que me mandaras un poema no entraba en mis calculos y de veras se agradece.

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