Con algún retraso nos sumamos a la conmovida despedida que en todo el mundo se ha celebrado en honor de Vilma Espín, Primera Dama vitalicia de Cuba justo hasta que le falló la parte de la vitalidad. Contamos con la colaboración del repentista exclusivo de este blog: el sin par Maniguero Sentimental, flor nueva y pujante del decimismo patrio. Y no me carezcan que pronto volveremos con más.
Preludio ornitológico
De acuerdo a un verso de Miguel Hernández muy admirado por Giovanni Farinelli, autor entre otros libros de “Monloghi con nostri pittori castratti”, una de las funciones del poeta en tiempos difíciles es ser “ruiseñor de las desdichas”. Vilma Espín, según los testimonios de varios generales y de sus mujereses, cantaba las canciones del repertorio clásico cubano con afinada voz de pitirre sabanero. Nos la imaginamos en el Segundo Frente, entonando Longina para un coro de guerrilleros embelesados, mientras las columnas invasoras avanzaban sobre Santa Clara. O ya en los 90, en un cumpleaños de su nieto, interpretando A los héroes frente a un grupo de extáticos pioneros.
Si es cierto, como se afirma en estos días en los corrillos de la Vana, que la muerte de Vilma, o su anuncio en el Granma, que no es lo mismo, es el comienzo del efecto dominó para una generación a la que también pertenece nuestro extinto Comandante, que ya murió pero aún no ha salido en el Granma, o del Granma, entonces yo, desde mi trinchera de obrero anónimo del verso, debo erigirme miguelhernándezmente en sijú de las desgracias.
Aunque debo confesar que la perspectiva de seguir acrecentando mi colección de eregías con nuevos anuncios granmeros me tiene como plátano pa sinsonte.
Retrato con banderitas
Ay, Vilma, si tú supieras
Que anoche junto a tu tumba
Pasé bailando una rumba
Y no quise que me vieras.
Te has ido, con la cartera
Versace que te acompañó/
De la tribuna al buró/
En la ducha o en la Sierra/
Y al recibirte la tierra/
De pamelas floreció.
¡Que tu cartera haya estado
Siempre en la primera fila
En toda la retahíla
De discursos inflamados!
Ay, Vilma, que hayas callado
De esa manera ejemplar
¡Que hayas sabido esperar
El último Patria o Muerte
Sin dormirte, sin caerte,
Sin ir al baño a mear!
¡Conmovedor sacrificio!
¡Delicada flor de acero!
Decorar el agua-cero
De discursos fue tu oficio.
Tal fue tu mayor servicio
Tu legado verdadero:
Echarte Granmas enteros
Con una paciencia zen
Y de noche, a Raúl también,
Que así se templó el acero.
Ahora que nadie se crea
Que aquello fue fácil: no
A ti siempre te tocó
Guarachar con la más fea.
En la Sierra, la batea
De calzoncillos Adidas
Chispeaos por balas perdidas
O por aviones lejanos.
Ahí te acabaste las manos,
Heroína incomprendida.
Después llegó la Revolu:
Cada día un sacrifi-
Angustias de Playa Gi-
El Che y su trabajo involu-
Con tu maquillaje impolu-
Dirigiste a las muje-
Hacia aquel futuro me-
Que decía el máximo Lí...
Como con Raúl, tambí-
Allí te quedaste a me-
Lo de Celia era un jamón:
El Caballo es un machito
Que se calienta él solito
Sin tanta preparación.
El hermanito llorón
Siempre fue más complicao:
Sólo el día que ha fusilao
A tres o cuatro gusanos
Se digna meterte mano
Sin luz y de medio lao.
Así, gracias al trajín
De la heroica disidencia
Tuvo larga descendencia
La familia Castro Espín.
Los medios para tal fin
Los disfrutó Cuba entera:
Paredón y concretera
Zafra del 70, UMAP
Actos de repudio, UNEAC
Y abajo la gusanera.
Yo no soy (habitualmente)
Ni voyeur ni natillero
Pero, pero, pero, PERO,
Quiero que dé un paso al frente
Todo aquél que por la mente
No le pasó en un segundo
La idea de ver el fecundo
Momento en que Espín y Castro
Cumplían en su camastro
Con un deber tremebundo.
Vilma, ¡qué don natural
Para dirigir mujeres!
Puedes preguntar si quieres
A su guardia personal
De limpieza: cada cual
Tenía clara su función
Y hasta les dio educación:
Citan, al servir la mesa
A Maiacovsky o a Buesa
Con la misma entonación.
Si el Che creó al hombre nuevo
De su propia inspiración,
Vilma, la Federación
Creó a la mujer de Evo.
Oh nueva Eva, sin hu-Evo
Tú sabes tortilla hacer,
Y sin comida comer,
Llevas fusil, das la teta,
Cumples feliz cada meta...
¿Estás enferma, mujer?
Vilma, de acuerdo a Ramiro
Valdés, será tu ternura
Y tu innata sabrosura
La que arrancará un suspiro
Al poblano o al guajiro
Que te recuerden quizás
Cuando ya no seas más
Que una ausencia en la tribuna
Y una mirada vacuna
Desde un poster allá atrás.
Estarás, lo dijo Lage
Por siempre en nuestra memoria
Y en cada nueva victoria,
Contra el imperio salvaje.
Estarás en el peaje
Para entrar a Varadero,
Estarás en el postrero
Aliento del Comandante
Y Chávez a cada instante
Te llamará plañidero.
Estarás en la sonrisa
De los niños en la escuela,
Estarás en cada abuela
Que vive de gofio y brisa.
Estarás hasta en Ibiza
Y, en verano, en Bora Bora.
Cuando se extienda la aurora
Sobre la sierra y el llano,
Tú velarás, de la mano
De Tania la Cantimplora.
(En Bolivia murió Tania,
Ochoa murió en La Habana,
Son es música cubana
Y la salsa es de la Fania.
Heridas graznaba Annia
Y Maggie el Ave María,
Cuando el tiburón venía
El balsero se erizaba
Y Farah ni se asomaba
Al malecón ese día.)
Vilma: escuchaba a Pablito
Eternamente Yolanda
Mientras llegaban a Luanda
Soviéticos avioncitos
Cargados de cubanitos
Para la liberación.
Carne rusa de cañón
O de katiusha, o de AK,
Pongan cara de MPLA
Que esto no es una invasión.
Vilma: colando el café
(Por medio de su ayudante)
Cada vez que un comandante
Los visita en Santa Fé.
Vilma ni oye ni ve
Vilma siempre combativa,
Para qué gastar saliva
Hablando de disidentes
Con tantos logros crecientes
Que no los brinca una chiva.
Dicen que en África entera
Y en casi toda Oceanía
Hoy te lloran todavía
Federada guerrillera.
Siempre fuiste la primera
Nada en nadar el deber
Y ahora por nada no hacer
Te has muerto como si nada
Guerrillera federada,
Como era de suponer.
Me lo dijo el Abuelita[1]
Que en Nepal están de duelo
Y que por los Dardanelos
Te lloran partos y escitas.
En Bauta y en Jaimanitas
Se gime a moco tendido:
Las tojosas en su nido,
Las locas del malecón,
No encuentran consolación
Vilma, desde que te has ido.
Están de luto cerrado
Pavón, Serguera y Barnet,
Los viejos del Comité
Chivatean consternados.
Lloran los leones del Prado
Y Ubre Blanca, compungida,
Con sus hermanas heridas
En sacrificio ilegal.
Llora en su funda el tamal
Y Raúl, que no te olvida.
De hecho, al comerse un tamal
Ayer tarde, se sintió
Como Nitza sin Margó,
Como Fifo sin pañal.
El tamal le supo cual
Nueva expulsión de la OEA,
Pues sin Vilma que lo vea
Torturar no es excitante
Ni reírse del Comandante
Que al balbucear se babea.
El país no le sabe a nada
A nada le sabe el vino
A nada sabe el cochino
Asado en la parrillada.
Ahora, en la noche cerrada
Deambula Raúl sin consuelo
No quiere pintarse el pelo
Ni recibir las visitas,
Ni releer el Abuelita
Ni tomar whisky con hielo.
Mira la foto de Rocco
Siffredi[2] de su oficina
Y la carne de gallina
Se le pone poco a poco.
Cree estarse volviendo loco
Cuando ve a Rocco saltar
De la pared a jugar
Pero no, es sólo un teniente
Que se puso impertinente
Y lo traen a castigar.
Pero hoy no está para eso.
Vilma está en la tumba fría.
Vilma, cuánto la quería
Por su carita de yeso.
Los gusanos a sus huesos
Van llegando poco a poco,
No me mires así, Rocco,
Que al sentir a la pelona
Dime quién no se acojona-
¡Cárgame, que me sofoco!
Aquí habría el Comandante
-Que Mao lo tenga en la gloria-
Vuelto el revés en victoria
Con su muela enajenante.
Pero Raúl, vacilante,
No sabe hablar ni callar.
El mundo no son las FAR,
De pronto el pobre aprendiz
Heredó todo un país
-no un desfile militar.
El Comandante, aunque viejo
Sentía un amor tan sincero
Que el 14 de febrero
Le regalaba al espejo.
Le salió del entrecejo
No llegar a ciento veinte:
Se nos fue tan de repente,
Lo tuvimos por tan poco...
¿Y ahora qué me hago, Rocco?
¿Cómo le explico a la gente?
Vilma ¡qué tiempos ilusos
Cuando en tu yate privado
Comías fénix empanado
Regado con champán ruso!
Ahora todo es tan confuso
Los checos son eslovacos
Católicos los polacos
Los yugoslavos, croatas.
Brezhnev estiró la pata,
Putin no fuma tabaco.
Así en la noche infinita
Se oye la voz de Raúl
Clamando al espacio azul
Que sigue sordo a su cuita.
Con intuición exquisita
Su guardaespaldas Pepín
Le sirve un doble de gin
And tonic, con mucho hielo
Que te refresque en el cielo,
Camarada Vilma Espín.
Centauro es hombre y caballo
Sirena es pez y mujer
Felipito debe ser
Perro con cresta de gallo.
Al Comandante le hallo
De Stalin, jutía y Amín.
Vilma, no es casual que al fin
Entre tu lindo apellido
Y tu mítico marido
Compongan un puerco Espín.
Juan Almeida, que es sinsonte
Canta con voz de guanajo
Relleno. Lage es gargajo
Lanzado hacia el horizonte.
Pedro Ross, rinoceronte
Con cerebro de mosquito,
Alarcón piensa un poquito
(en lo que hoy tendrá de cena)
Hassán, pitbull sin cadena
va del escándalo al grito.
Entre esa fauna aguerrida
Vilma supo mantener
Su posición de mujer:
Retaguardia de la vida.
Ama de casa escondida
Tras la sombra cenital
Del Comandante ideal
Agonizó con mesura
Y murió humilde y oscura
Niña bien hasta el final.
En el cielo cantará
A coro con Carlos Puebla.
A veces entre la niebla
Su rastro se perderá.
Pero siempre volverá
Como vuelve lo fatal:
Mientras quiera un general
A su esposa entretener
Aunque muera una mujer
La FMC es inmortal.
NOTAS
1.- Para evitar problemas ideológicos, y por conveniencias de rima, el nombre de nuestro órgano oficial será generalmente citado en castellano.
2.- Rocco Siffredi: uno de los actores italianos más conocidos de las últimas décadas, célebre por la magnitud de su membresía, o lo que Carilda llamaría “su ingle de varón”.
Preludio ornitológico
De acuerdo a un verso de Miguel Hernández muy admirado por Giovanni Farinelli, autor entre otros libros de “Monloghi con nostri pittori castratti”, una de las funciones del poeta en tiempos difíciles es ser “ruiseñor de las desdichas”. Vilma Espín, según los testimonios de varios generales y de sus mujereses, cantaba las canciones del repertorio clásico cubano con afinada voz de pitirre sabanero. Nos la imaginamos en el Segundo Frente, entonando Longina para un coro de guerrilleros embelesados, mientras las columnas invasoras avanzaban sobre Santa Clara. O ya en los 90, en un cumpleaños de su nieto, interpretando A los héroes frente a un grupo de extáticos pioneros.
Si es cierto, como se afirma en estos días en los corrillos de la Vana, que la muerte de Vilma, o su anuncio en el Granma, que no es lo mismo, es el comienzo del efecto dominó para una generación a la que también pertenece nuestro extinto Comandante, que ya murió pero aún no ha salido en el Granma, o del Granma, entonces yo, desde mi trinchera de obrero anónimo del verso, debo erigirme miguelhernándezmente en sijú de las desgracias.
Aunque debo confesar que la perspectiva de seguir acrecentando mi colección de eregías con nuevos anuncios granmeros me tiene como plátano pa sinsonte.
Retrato con banderitas
Ay, Vilma, si tú supieras
Que anoche junto a tu tumba
Pasé bailando una rumba
Y no quise que me vieras.
Te has ido, con la cartera
Versace que te acompañó/
De la tribuna al buró/
En la ducha o en la Sierra/
Y al recibirte la tierra/
De pamelas floreció.
¡Que tu cartera haya estado
Siempre en la primera fila
En toda la retahíla
De discursos inflamados!
Ay, Vilma, que hayas callado
De esa manera ejemplar
¡Que hayas sabido esperar
El último Patria o Muerte
Sin dormirte, sin caerte,
Sin ir al baño a mear!
¡Conmovedor sacrificio!
¡Delicada flor de acero!
Decorar el agua-cero
De discursos fue tu oficio.
Tal fue tu mayor servicio
Tu legado verdadero:
Echarte Granmas enteros
Con una paciencia zen
Y de noche, a Raúl también,
Que así se templó el acero.
Ahora que nadie se crea
Que aquello fue fácil: no
A ti siempre te tocó
Guarachar con la más fea.
En la Sierra, la batea
De calzoncillos Adidas
Chispeaos por balas perdidas
O por aviones lejanos.
Ahí te acabaste las manos,
Heroína incomprendida.
Después llegó la Revolu:
Cada día un sacrifi-
Angustias de Playa Gi-
El Che y su trabajo involu-
Con tu maquillaje impolu-
Dirigiste a las muje-
Hacia aquel futuro me-
Que decía el máximo Lí...
Como con Raúl, tambí-
Allí te quedaste a me-
Lo de Celia era un jamón:
El Caballo es un machito
Que se calienta él solito
Sin tanta preparación.
El hermanito llorón
Siempre fue más complicao:
Sólo el día que ha fusilao
A tres o cuatro gusanos
Se digna meterte mano
Sin luz y de medio lao.
Así, gracias al trajín
De la heroica disidencia
Tuvo larga descendencia
La familia Castro Espín.
Los medios para tal fin
Los disfrutó Cuba entera:
Paredón y concretera
Zafra del 70, UMAP
Actos de repudio, UNEAC
Y abajo la gusanera.
Yo no soy (habitualmente)
Ni voyeur ni natillero
Pero, pero, pero, PERO,
Quiero que dé un paso al frente
Todo aquél que por la mente
No le pasó en un segundo
La idea de ver el fecundo
Momento en que Espín y Castro
Cumplían en su camastro
Con un deber tremebundo.
Vilma, ¡qué don natural
Para dirigir mujeres!
Puedes preguntar si quieres
A su guardia personal
De limpieza: cada cual
Tenía clara su función
Y hasta les dio educación:
Citan, al servir la mesa
A Maiacovsky o a Buesa
Con la misma entonación.
Si el Che creó al hombre nuevo
De su propia inspiración,
Vilma, la Federación
Creó a la mujer de Evo.
Oh nueva Eva, sin hu-Evo
Tú sabes tortilla hacer,
Y sin comida comer,
Llevas fusil, das la teta,
Cumples feliz cada meta...
¿Estás enferma, mujer?
Vilma, de acuerdo a Ramiro
Valdés, será tu ternura
Y tu innata sabrosura
La que arrancará un suspiro
Al poblano o al guajiro
Que te recuerden quizás
Cuando ya no seas más
Que una ausencia en la tribuna
Y una mirada vacuna
Desde un poster allá atrás.
Estarás, lo dijo Lage
Por siempre en nuestra memoria
Y en cada nueva victoria,
Contra el imperio salvaje.
Estarás en el peaje
Para entrar a Varadero,
Estarás en el postrero
Aliento del Comandante
Y Chávez a cada instante
Te llamará plañidero.
Estarás en la sonrisa
De los niños en la escuela,
Estarás en cada abuela
Que vive de gofio y brisa.
Estarás hasta en Ibiza
Y, en verano, en Bora Bora.
Cuando se extienda la aurora
Sobre la sierra y el llano,
Tú velarás, de la mano
De Tania la Cantimplora.
(En Bolivia murió Tania,
Ochoa murió en La Habana,
Son es música cubana
Y la salsa es de la Fania.
Heridas graznaba Annia
Y Maggie el Ave María,
Cuando el tiburón venía
El balsero se erizaba
Y Farah ni se asomaba
Al malecón ese día.)
Vilma: escuchaba a Pablito
Eternamente Yolanda
Mientras llegaban a Luanda
Soviéticos avioncitos
Cargados de cubanitos
Para la liberación.
Carne rusa de cañón
O de katiusha, o de AK,
Pongan cara de MPLA
Que esto no es una invasión.
Vilma: colando el café
(Por medio de su ayudante)
Cada vez que un comandante
Los visita en Santa Fé.
Vilma ni oye ni ve
Vilma siempre combativa,
Para qué gastar saliva
Hablando de disidentes
Con tantos logros crecientes
Que no los brinca una chiva.
Dicen que en África entera
Y en casi toda Oceanía
Hoy te lloran todavía
Federada guerrillera.
Siempre fuiste la primera
Nada en nadar el deber
Y ahora por nada no hacer
Te has muerto como si nada
Guerrillera federada,
Como era de suponer.
Me lo dijo el Abuelita[1]
Que en Nepal están de duelo
Y que por los Dardanelos
Te lloran partos y escitas.
En Bauta y en Jaimanitas
Se gime a moco tendido:
Las tojosas en su nido,
Las locas del malecón,
No encuentran consolación
Vilma, desde que te has ido.
Están de luto cerrado
Pavón, Serguera y Barnet,
Los viejos del Comité
Chivatean consternados.
Lloran los leones del Prado
Y Ubre Blanca, compungida,
Con sus hermanas heridas
En sacrificio ilegal.
Llora en su funda el tamal
Y Raúl, que no te olvida.
De hecho, al comerse un tamal
Ayer tarde, se sintió
Como Nitza sin Margó,
Como Fifo sin pañal.
El tamal le supo cual
Nueva expulsión de la OEA,
Pues sin Vilma que lo vea
Torturar no es excitante
Ni reírse del Comandante
Que al balbucear se babea.
El país no le sabe a nada
A nada le sabe el vino
A nada sabe el cochino
Asado en la parrillada.
Ahora, en la noche cerrada
Deambula Raúl sin consuelo
No quiere pintarse el pelo
Ni recibir las visitas,
Ni releer el Abuelita
Ni tomar whisky con hielo.
Mira la foto de Rocco
Siffredi[2] de su oficina
Y la carne de gallina
Se le pone poco a poco.
Cree estarse volviendo loco
Cuando ve a Rocco saltar
De la pared a jugar
Pero no, es sólo un teniente
Que se puso impertinente
Y lo traen a castigar.
Pero hoy no está para eso.
Vilma está en la tumba fría.
Vilma, cuánto la quería
Por su carita de yeso.
Los gusanos a sus huesos
Van llegando poco a poco,
No me mires así, Rocco,
Que al sentir a la pelona
Dime quién no se acojona-
¡Cárgame, que me sofoco!
Aquí habría el Comandante
-Que Mao lo tenga en la gloria-
Vuelto el revés en victoria
Con su muela enajenante.
Pero Raúl, vacilante,
No sabe hablar ni callar.
El mundo no son las FAR,
De pronto el pobre aprendiz
Heredó todo un país
-no un desfile militar.
El Comandante, aunque viejo
Sentía un amor tan sincero
Que el 14 de febrero
Le regalaba al espejo.
Le salió del entrecejo
No llegar a ciento veinte:
Se nos fue tan de repente,
Lo tuvimos por tan poco...
¿Y ahora qué me hago, Rocco?
¿Cómo le explico a la gente?
Vilma ¡qué tiempos ilusos
Cuando en tu yate privado
Comías fénix empanado
Regado con champán ruso!
Ahora todo es tan confuso
Los checos son eslovacos
Católicos los polacos
Los yugoslavos, croatas.
Brezhnev estiró la pata,
Putin no fuma tabaco.
Así en la noche infinita
Se oye la voz de Raúl
Clamando al espacio azul
Que sigue sordo a su cuita.
Con intuición exquisita
Su guardaespaldas Pepín
Le sirve un doble de gin
And tonic, con mucho hielo
Que te refresque en el cielo,
Camarada Vilma Espín.
Centauro es hombre y caballo
Sirena es pez y mujer
Felipito debe ser
Perro con cresta de gallo.
Al Comandante le hallo
De Stalin, jutía y Amín.
Vilma, no es casual que al fin
Entre tu lindo apellido
Y tu mítico marido
Compongan un puerco Espín.
Juan Almeida, que es sinsonte
Canta con voz de guanajo
Relleno. Lage es gargajo
Lanzado hacia el horizonte.
Pedro Ross, rinoceronte
Con cerebro de mosquito,
Alarcón piensa un poquito
(en lo que hoy tendrá de cena)
Hassán, pitbull sin cadena
va del escándalo al grito.
Entre esa fauna aguerrida
Vilma supo mantener
Su posición de mujer:
Retaguardia de la vida.
Ama de casa escondida
Tras la sombra cenital
Del Comandante ideal
Agonizó con mesura
Y murió humilde y oscura
Niña bien hasta el final.
En el cielo cantará
A coro con Carlos Puebla.
A veces entre la niebla
Su rastro se perderá.
Pero siempre volverá
Como vuelve lo fatal:
Mientras quiera un general
A su esposa entretener
Aunque muera una mujer
La FMC es inmortal.
NOTAS
1.- Para evitar problemas ideológicos, y por conveniencias de rima, el nombre de nuestro órgano oficial será generalmente citado en castellano.
2.- Rocco Siffredi: uno de los actores italianos más conocidos de las últimas décadas, célebre por la magnitud de su membresía, o lo que Carilda llamaría “su ingle de varón”.
cojone....que largo esta eso....se necesita sentir mucho amor por alguien para entonarles asi, aunque lleno de culillo, tetas y tortillas sea una decima tan fea...
ResponderEliminar"Heridas graznaba Annia"
ResponderEliminarMe he muerto de la risa, pero de todos los cabrones recuerdos que me trajo, tenías que incluir ese? Ahora no me quito la cancioncita de la cabeza.
que pujo mas largo tu. donde esta el sentido del huimor¿
ResponderEliminarA mí me pareció muy simpático, por eso lo puse, pero quiero que quede claro que las décimas no son mías sino de El Maniguero Sentimental. No escribo poesía ni en las postales del día de las madres.
ResponderEliminarTa´bueno Manigüero, me he reido montones y los links estan muy oportunos, saludos
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