La batalla de las ideas en version reggaetón. Una canción del grupo bautense Hoyo Colorao. Como dice su director: “es una onda de piensa y baila”. La batalla de las ideas en version reggaetón. Una canción del grupo “Hoyo Colorado”. Como dice uno de los músicos intelectuales: “es una onda de piensa y baila”. Tipo profundo, es capaz de declaraciones como esta: “Hoyo Colorao siempre ha estado al pie de las ideas y las batallas nobles. Como los demás artistas, no podemos dejar de manifestar nuestra ira por todo lo que está pasando con el terrorista Posada Carriles, y sin embargo, se tapan los ojos y los oídos con nuestros Cinco Héroes. Sin duda, graves problemas tiene la entereza del gobierno norteamericano”
VOMITIVO!!!
ResponderEliminarJUAHHHHHH
Que casualidad..ese socio paso por toronto donde se encontro con mi socio Carlos en la tienda donde vende instrumentos musicales...La opinion de carlos fue la misma, vomitivo el socio...y eso que no se hablo de politica en ningun momento...
ResponderEliminarMuy contagioso, excelente. El jijó es la nueva trova del periodo especial.
ResponderEliminarsi, como dijera nuestro infante, protestan a favor...
ResponderEliminardespues llegan al canal 41 en hialeah y dicen que estaban bajo presion, que solo lo hacian buscando un viajecito en que pudieran salir con la familia completa, aca se lo perdonamos y sigue la rumba, hialeah es solo la otra cara de cuba, la del cafecito de verad...sin chicharos, lastima de hoyos, coloraos e intapables
Parejanoverbal, el tal Karoll, integrante de "Hoyo colorao", fue aquel primer diseñador gráfico que tratamos de reclutar para el proyecto NeuroGames hace más de 10 años atrás. Me lo habían presentado en Bauta, a raíz de un "juego" de computadoras que había desarrollado para una psicóloga que vivía en el pueblo. Lo desechamos por informal. Un clásico tipo "postmoderno" de la generación "dólares-CDR".
ResponderEliminarTejuca, tu comentario me hizo recordar a un personaje que estaba en el pre de Boyeros (y que venía de mi secundaria en Altahabana) que quería ser rockero a toda costa pero que adolecía del ingrediente fundamental: ser contestatario (¿quién ha visto un friky oficialista?!). Entonces, según me contaron los amigos que se quedaron en el "Leonte Guerra", al tipo lo bautizaron con el mote de "el pepillo bolchevique".
Resumiendo, como decía Franky, "todo mezclado".