lunes, 28 de febrero de 2011

Teoría del alzamiento

Luis Hartmann (Guicho Crónico) ha publicado un artículo muy interesante sobre un par de teóricos de las insurrecciones populares como las que están ocurriendo en estos día. Ahí les dejo un fragmento pero les recomiendo leerlo completo y asomarse al PDF del libro de Gene Sharp From dictatorship to democracy: A conceptual framework for liberation:

Tullock demuestra -digámoslo sin rodeos- que entre más inteligente es el pueblo menos rápido se acaba la dictadura. Dentro de esa lógica la tiranía no se tambalea mientras la necedad popular no alcanza un peso crítico, que en el actual caso árabe ha llegado con la temeridad juvenil de la mitad de la población. En todo caso, cuán terribles sean la pobreza y la opresión no juega ningún papel para el estallido social.
Dando por sentado el descontento general, la ecuación de Tullock es de una evidencia elemental. Para el éxito de una revuelta popular son necesarios cientos de miles o millones de personas. Si se llegan a reunir tantos, no tiene peso que yo participe o no. En cambio, si participo pero no llegamos a ser suficientes -con el consecuente descalabro-, entonces sufriré severas consecuencias. Luego, es obvio que la única elección inteligente para mí es no participar.
Por suerte, en esa fórmula hay una variable atenuante de la irracionalidad revolucionaria: la convicción de que lo pagaré caro si fracasamos. Es decir, si en el pueblo no abundan los necios, la única forma de estimular la dinámica subversiva es alterando esa variable. Hay que rebajar la expectativa de castigo.
Veámoslo más de cerca. La expectativa se compone de dos factores: la severidad del castigo y la probabilidad de recibirlo. La severidad suele ser casi constante. No puede disminuir de otra forma que por decreto del propio régimen, o sea, mediante una inopinada gorbacheada. La probabilidad, por su parte, es muy difícil de calcular. Es, además, una cuestión altamente subjetiva. De hecho, no se trata tanto de que sea menos alta o más baja, sino de que sea calculable de alguna manera. Entre más incierta, tanto más tremenda y aterrorizante. De ahí que las dictaduras de milicos sean tan frágiles y las dictaduras de chivatos sean tan sólidas. El número de uniformes, toletes y pistolas se puede contar. Empero, el número de lenguas denunciantes es incalculable, tiende paranoicamente al infinito, y en la práctica convierte a la expectativa de castigo en un valor fijo mayor.
Cada dictadura que pretenda durar está obligada a reclutar el máximo de chivatos.
Lo repito: la red de vigilancia en esencia lo que hace es impedir que el sujeto con potencial disidente pueda definir su expectativa de castigo. Así el individuo razonablemente prudente no se mueve. No obstante, hay una forma de contrarrestar ese efecto: el tumulto. Aquí entra a colación la sicología de las proporciones, un tema que se ha estudiado muy bien en los estadios de fútbol. Si se juntan 100 chivatos con 10 opositores en un ambiente caldeado, habrá una golpiza garantizada para los segundos. Si los disidentes son 1.000, entonces los 100 chivatos se limitarán a tomar nota. Si son 10.000 los opositores, los 100 chivatos se concentrarán en no hacerse notar. Si los disidentes son 100.000, una parte de los chivatos gritarán contra la dictadura.

Para ver el libro de Gene Sharp pinche aquí.

Penúltimo destape en La Habana

Tradicionalmente las tres principales razones por las que el castrismo decide “quemar” a sus agentes son dos: intentar desviar la atención de lo que verdaderamente les preocupa. Y el castrismo es un sistema amante de sus tradiciones. El mayor achicharramiento colectivo de agentes ocurrió en 1987 para disimular el escándalo de la deserción del alto oficial de la contra inteligencia cubana Florentino Azpillaga y de paso sacar algún rédito político a la quemazón previa de estos agentes por causa del propio Azpillaga. La segunda quema en importancia ocurrió en el 2003 para manejar el impacto público de la Primavera Negra y de paso tratar de desprestigiar al resto de los disidentes que quedaban en la calle.

La incineración la semana pasada de un agente y medio (ver video) obedece al intento de despejar varios temores. Por un lado el de desprestigiar a una disidencia que consiguió, pese a todas las detenciones profilácticas, hacerse sentir en el aniversario de la muerte de Orlando Zapata. Por otro intentar que al menos dentro de Cuba no se hable de lo que ha pasado en Egipto, Túnez y las ligeras dificultades en las que está metido el amigo Gadafi. Y por último contraatacar las recientes denuncias de Amnistía Internacional y el mensaje de Obama, alguien con cuya pasividad, al parecer, contaban de antemano. (Se ha pasado de decir que Obama “no es un individuo que está deseando el mal a los demás” a compararlo con Bush). Y como no aprendemos aunque nos pasen la misma película decenas de veces -porque la resistencia a aprender es más persistente en nuestro código genético que el gusto por los frijoles negros- nos entretendremos en pensar cuáles son los otros disidentes en la nómina de la seguridad. Pero el único significado seguro de este último destape, como el de los anteriores es que están muy, pero que muy preocupados.


sábado, 26 de febrero de 2011

La voluntad de vivir manifestándose

Manifestaciones en memoria del primer aniversario de la muerte de Orlando Zapata y por los derechos humanos y el cese a la represión en Cuba.

Hoy en Barcelona:


En Madrid:


viernes, 25 de febrero de 2011

Este sábado


Este sábado hay convocadas manifestaciones en memoria de Orlando Zapata Tamayo y por la democracia en Madrid y en Barcelona. Suerte y manden fotos.
Informes sobre la de ayer en Miami en El Nuevo Herald.

jueves, 24 de febrero de 2011

Palabra de Dios

Ayer en la misa por Orlando Zapata tocaba como lectura del evangelio San Marcos 9,38-40:
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.»
Jesús respondió: «No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.»
No pude hacer otra cosa que decirle al que tenía a mi lado: "Qué clase de político era ese Jesús".

miércoles, 23 de febrero de 2011

Imágenes

Un régimen que se ha dedicado a apabullar a sus súbditos con imágenes se revuelve cuando agitan ante él la de uno de sus tantos muertos e intenta taparla (como aparece en la version chivata) con una bandera que creen que les pertenece, que pretenden que fue diseñada y venerada para un menester tan triste como ocultar su miedo a la verdad.


Pero es esta la imagen que va a sobrevivir al primer aniversario de la muerte de Orlando Zapata:



H/T: Penúltimos Días y Evidencias Cubanas.

P.D.: Breve video del acto de repudio.

Misa por Orlando Zapata

Esta noche en Union City se celebró en la iglesia de St. Rocco una misa a la memoria del mártir cubano Orlando Zapata Tamayo.






Reina Luisa

Reina Luisa Tamayo marchando hoy junto a otros familiares hasta el cementerio para conmemorar la muerte de su hijo. Aquí una entrevista telefónica que le hicieron hoy.

Declaraciones de Antúnez

Declaraciones poco antes de ser detenido:

URGENTE

Reproduzco una información aparecida en Penúltimos Días.

URGENTE: Represión policial a manifestación en La Habana
February 23, 2011
Me llega un reporte confiable de que la calle Neptuno desde Marqués González hasta la Universidad está tomada por la policía. Hubo un grupo de personas manifestándose y la policía llegó y ha repartido golpes a diestra y siniestra. La gente de la manifestación no tuvo más alternativa que entrar a la casa de vecinos que tenían sus puertas abiertas y ahora la policía anda buscando por toda la calle. No pasan los automóviles porque la calle está cerrada. Parece ser que no tiene que ver con las Damas de Blanco porque la manifestación no surgió en el tramo donde viven Laura y Héctor sino un poco más arriba.

PD: Me confirman que en varias casas de la calle está metida la policía, muchos vestidos de civil chequeando quienes están dentro de las viviendas que no sean familiares.

Mercenarios

El Nuevo Herald cita a Hugh Miles, bloguero del London Review of Books que afirma que Gaddafi está reemplazando con pilotos cubanos a los indecisos colegas libios en las labores de bombardeo contra sus opositores. Las evidencias no son claras pero dado el abierto respaldo dado por el Premio Al Gaddafi de Derechos Humanos no tendría nada de extraño.

Zapata vive

Fotos de la conmemoración anoche en Nueva York del primer aniversario de la muerte de Orlando Zapata frente a la Misión de Cuba en la ONU. Más fotos en El Imparcial Digital.

P.D.: En Cuba Antúnez ha sido detenido. Para revisar su twitter pinchar aquí.

P.D.2: En El Tono de la Voz Jorge Ferrer no falta a su costumbre de decir las cosas del mejor modo posible: De cómo Orlando Zapata Tamayo venció a los gansos de La Habana.







Enlightment: The Light on the Wall

Esto fue anoche frente a la sede de la Misión de Cuba en la ONU en Manhattan, Nueva York.

Ahora, Libia

Gaddafi, monologa con la oposición a bombazos mientras su viejo amigo, el Comandante en Jefe (retirado) y Premio Internacional Al-Gaddafi de los Derechos Humanos [no es un chiste aunque lo parezca], afirma que la revuelta es parte de un plan de la OTAN para invadir Libia.
"Una persona honesta estará siempre contra cualquier injusticia que se cometa con cualquier pueblo del mundo, y la peor de ellas, en este instante, sería guardar silencio ante el crimen que la OTAN se prepara a cometer contra el pueblo libio"
Ahí está de cuerpo entero el sentido de la justicia de Fidel Castro: mientras ignora los crímenes reales que está cometiendo su viejo aliado se adelanta a condenar una invasión imaginaria. Así El Gaddafi de Birán trata de asegurar que su compinche siga asesinando tranquilamente a los que se le oponen que al parecer no forman parte de ese pueblo libio que parece preocuparle tanto.

El New Yorker por su parte publica un buen resumen de la situación libia que incluye un fragmento que me suena extrañamente familiar:
"Incluso aunque la mayoría de los libios se habían mostrado cínicos con el proceso de reformas –la cual se concentraba en reformas económicas más que en la introducción de una democracia real- este había mantenido esperanza en el horizonte, permitiéndoles complacerse con la idea de que Gaddafi estaba realmente interesado en lo que era mejor para la población más que para él mismo y su familia"

domingo, 20 de febrero de 2011

Zapata vive


Esta tarde hicimos una manifestación en Times Square en pleno centro de Manhattan para conmemorar el primer aniversario de la muerte de Orlando Zapata Tamayo. Luego desfilamos por toda a calle 42 hasta llegar a la Misión de Cuba ante la ONU.
Que no se olvide: Zapata Vive.


Frente a la Misión:


Por la 42:


En Times Square:



sábado, 19 de febrero de 2011

Disquisiciones egipcias

[Caricatura: Garrincha]

La moda egipcia, ese invento tunecino, está consiguiendo que muchos tengan visiones. Mareas de gente reuniéndose en una plaza y decidiendo a gritos el destino de los tiranuelos locales. ¿Y Cuba qué? Cuba es Egipto, gritan los metafóricos. Cuba no es Egipto, responden los que no se averguenzan de ser obvios y literales. Porque véase como se vea para que Cuba llegue a los niveles de libertad económica y política que existían en Egipto en tiempos de Mubarak tendría que pasar por reformas mucho más profundas que las que hoy promueve el gobierno cubano. El Egipto del que los manifestantes de la plaza de Tahrir estaban hastiados puede resultar una utopía para los cubanos de la isla. Pero, aunque entienda el impulso y la desesperación de los que han llamado desde la red a un levantamiento en Cuba, llamar a una insurrección en la que no se piensa -o no se puede- participar me parece, por decirlo con delicadeza, poco elegante.

Se puede discutir, como se ha hecho en estos días, sobre la posibilidad o la conveniencia de que en Cuba se reproduzca un proceso semejante al de Egipto. Y he aquí un curioso fenómeno: mientras disidentes e inconformistas de diversa índole se manifiestan cautos (cuando no totalmente reacios) ante la idea de que un buen grupo de cubanos se reúnan, digamos, en la Plaza de la Revolución y consigan por fin darle sentido al nombre de la plaza quien único en verdad parece creer en la posibilidad de que tal evento ocurra es el propio régimen. No lo dicen directamente, por supuesto, pero no dejan de insinuarlo. Lo dicen en el miedo evidente con que han seguido los acontecimientos, en el escamoteo de las noticias sobre los levantamientos o la velocidad (nula) con que las van dosificando. Reconocen su miedo al calificar a los manifestantes de títeres del imperialismo y luego, cuando estos consiguen derrocar al gobierno, al felicitarlos y alabar su espíritu revolucionario para buscar familiaridad con lo que antes rechazaban (y de paso nadie piense que la plaza de la Revolución tiene un nombre profético). El régimen cree en la posibilidad de una revuelta popular cuando lanza una desesperada campaña contra el llamado al alzamiento y le presta en su frenesí la única credibilidad que pueda tener hasta ahora. Pero hay una objeción que a mí me parece suficiente: el castrista es –como su fundador- un régimen paranoico y a los paranoicos no se les puede hacer mucho caso.

Los que descalifican estos llamados desde posiciones críticas hacia la dictadura se aferran al mantra incuestionable: “Cuba no es Egipto”. Pero también en 1989 se podía decir “Albania no es Alemania” lo cual era tan cierto como que los regímenes ambos países se vieron arrastrados por la misma marea del cambio. Aparentemente en Cuba no hay condiciones para una revuelta popular, esas que permitirían que las voluntades de los cubanos se sincronizaran y consiguieran desplazarse en un sentido común. No obstante, ejercer de profetas a partir de lo que los marxistas de bolsillo llaman “condiciones objetivas y subjetivas” es un mal negocio. (Si hoy a Reagan se le da algún crédito por la caída del muro de Berlín no es tanto por haberla previsto o incluso por contribuir de algún modo a que ocurriera sino por manifestar pública y famosamente su deseo de que el muro fuese derribado, por manifestar su confianza en lo que para cualquier analista serio era una imposibilidad).

A los que descreen en la posibilidad de una revuelta popular en Cuba no les faltan argumentos pero creo en cambio que hay un par de premisas que les sobran. Una de ellas es la de oponer a la protesta popular la búsqueda de “soluciones pacíficas y negociadas a los conflictos”. Por un lado -excepto por la respuesta del ejército- las protestas en la plaza de Tahrir encajan sin problemas en la definición de "solución pacífica". Por otro, salvo para la gente que confunde la vida con los videojuegos, todos preferimos las “soluciones pacíficas y negociadas” pero hay que tener en cuenta un detalle: para negociar hay que tener con qué. Aunque renuente a reconocerlo el régimen cubano sí negocia pero sólo bajo cantidades masivas de presión.

Otro argumento objetable es el que propone como programa político confiar las posibilidades de cambios a la decrepitud de los gobernantes. ¿Por qué empujar lo que se puede caer sólo? “La mejor insubordinación será entonces sobrevivir en pleno al Consejo de Estado”. Como lógica es irrebatiblemente cómoda pero basta pensar en los intereses que ha creado el castrismo por más de medio siglo para pretender que el régimen decidirá su disolución apenas entierre a sus fundadores (que por lo que se ve no tienen ningún entusiasmo por dejar su existencia terrenal a corto o mediano plazo). La espera pura y dura es el mejor modo de asegurar que se convierta en profecía aquello de que “Los hombres mueren, el partido* es inmortal”.

*Denominación científica del grupito siempre renovado de camajanes que han controlado la cosa cubana desde mediados del siglo XX.

jueves, 17 de febrero de 2011

Convocatoria

Esta convocatoria me la manda un amigo: manifestación el domingo en Times Square a las 2 pm para conmemorar el primer aniversario de la muerte de Orlando Zapata:

El Cacique y la momia

Guamá, as usual, resumiendo muy bien el estado de la cuestión:

martes, 15 de febrero de 2011

Cuba no es Egipto

Cuba no es Egipto, Cuba no es Egipto, Cuba no es Egipto, Cuba no es Egipto, Cuba no es Egipto.
Conclusión, que Cuba no es Egipto.
Es tan obvio que no tienen nada en común (excepto que ambos pueden compartir el título de “El País de las Momias”) que ante la insistencia uno empieza a ver camellos y pirámides por todos lados.

viernes, 11 de febrero de 2011

Se va, se va y se fue

Aunque según el Granma, el hombre todavía sigue en el poder. En la noticia más reciente que tienen sobre Egipto se dice que "Mubarak subrayó con contundencia que conducirá la transición democrática y descartó marcharse del país".

P.D.:
A las 12:05 p.m. mientras ya hacía horas que el resto del mundo celebraba la caída de Mubarak el Granma anunciaba que "La cúpula militar de Egipto dio un espaldarazo hoy al presidente Hosni Mubarak y prometió a los manifestantes antigubernamentales derogar el estado de emergencia, si cesan las protestas y el país retorna a la normalidad". No es hasta la 1:45 p.m. que al parecer alguien del Granma se conecta con Telesur y se entera de que Mubarak ha renunciado. No se trata sólo de una inagotable vocación por la mentira sino de la incapacidad de seguirle el ritmo a la realidad.


jueves, 10 de febrero de 2011

"Yo no tengo que tomar meprobamato "

Esa es la frase que resume la presentación de Miguel Barnet en CUNY el otro día y su perfecta ausencia de escrúpulos y coherencia. (Nuestro agradecimientos a Armando López por subir el video a youtube):

Yo estoy contra la pena de muerte y lo he dicho públicamente en la Asamblea Nacional del Poder Popular. La carta que firmamos en aquella ocasión no fue apoyando ninguna pena de muerte, ningún fusilamiento, ninguna pena de muerte, fue una carta dirigida a los amigos para que entendieran que había que de alguna manera parar la escalada, la avalancha de secuestros de naves aéreas, de naves marítimas que estaban produciéndose en Cuba con una medida radical. Yo diría que no estoy de acuerdo con la pena de muerte no porque tenga un espíritu de un cristianismo, digamos, extremo sino porque creo que la pena de muerte es inútil, que no conduce a nada. Y los firmantes -que fueron todos importantes intelectuales de Cuba- fueron firmantes dirigidos a aclararle a los amigos de Cuba que de alguna manera había que parar aquella escalada, aquella avalancha, aquel seguimiento que estaba patrocinado por personas que dan dinero para eso, secuestrando naves aéreas y naves marítimas. Es todo lo que tengo que decir. Mi conciencia está muy tranquila. Yo no tengo que tomar meprobamato para dormir.

Art Experience: New York City

Quiero compartir con los lectores el primer número de la revista digital Art Experience: New York City, un título que se explica a sí mismo, creada por Ernesto Menéndez Conde. Que la disfruten.

martes, 8 de febrero de 2011

La vida irreal: tribulaciones de Barnet en la Gran Manzana

Crónica de Alexis Romay sobre la presentación de Miguel Barnet en el Bildner Center:

La vida irreal: tribulaciones de Barnet en la Gran Manzana

Tengo varios amigos que no pudieron asistir, pese a su interés, a la presentación de Miguel Barnet en el Bildner Center del Graduate Center of City University of New York. A mí ya me habían confirmado mi espacio, pero, a finales de la semana pasada, los organizadores les informaron a varios interesados que el evento estaba a cupo total. Muchos se privaron de venir ante la negativa. A Geandy Pavón —que se aventuró, a pesar de ella—, lo hicieron esperar a la entrada del salón de conferencias unos minutos. Yo, entretanto, le guardaba una de la docena de sillas vacías que engalanaban el recinto. Poco después de iniciada la charla, le permitieron cruzar el umbral. Hablaba Mauricio Font, director del Bildner Center, haciendo las veces de presentador ante la ausencia de José Manuel Prieto.

Luego de las palabras de rigor del anfitrión, Barnet tomó el podio y, con éste, la primera decisión de la noche: anunció que aunque había escrito un texto para la ocasión, prefería no aburrir a la audiencia con el mismo. Acto seguido, optó por aburrirnos “en vivo” y se puso a improvisar.

El síndrome de este-micrófono-es-mío les ha hecho mucho daño a los intelectuales orgánicos del régimen. No tienen idea de cuándo parar. Barnet habló durante una hora y quince minutos, quizá un poco más. ¿De qué? Con esfuerzo, recuerdo que hizo una cronología de sus libros, trató de involucrar a cuanto rostro reconoció en el público —«¡Muchacho, qué tú haces aquí?»; «por allí veo a la cantante Cucú Diamantes»; «éste que me filma fue mi primer editor», etc.— y divagó a montones sobre Fernando Ortiz, Lydia Cabrera, La vida real —el libro que había congregado a la audiencia—, y enfatizó hasta la saciedad su papel como Etnólogo Heredero (de Ortiz) y Antropólogo en Jefe.
Sigue

El exilio horizontal se desencadena

Una noticia mala y otra buena. La mala es que el portal Cubaencuentro (en el que muchos hemos colaborado durante años) se ha convertido paulatinamente en plataforma del exilio horizontal (por oposición al vertical que según ellos somos todos los demás). Y más desde que su dirección ha sido asumida por el inefable Armengol. La buena es que no tienen nada mejor que decir que cosas como esta.
Dice hoy una articulista de la carta de protesta por la invitación a Barnet:
La carta de marras exhibe un preocupante desconocimiento de los principios de libertad académica, tal como fueron establecidos desde hace más de medio siglo por la Association of American Colleges (“1940 Statement of Principles on Academic Freedom and Tenure”), cuyas bases son “la libre búsqueda y exposición de la verdad, y no los intereses particulares de un individuo o institución”.
La carta de marras (se refiere a la nuestra, la de los exiliados de marras) dice justo al final:
Sin embargo consideramos que servir de plataforma de promoción de quienes apoyan y justifican la represión en Cuba, al tiempo que sistemáticamente se excluyen las voces más conocidas y activas de la naciente sociedad civil cubana y del exilio, va contra los principios de una sociedad abierta y democrática y del papel de una universidad en la compleja y ardua búsqueda de la información y la verdad.
Curiosa coincidencia. Más curioso todavía es que no nos acusen de plagiar la declaración de principios sobre la libertad académica en lugar de acusarnos de desconocerla. Y aún más que la articulista insinúe que invitar a quien que no deja de mentir descarada e interesadamente al servicio de una dictadura -como Barnet- tiene relación alguna con la búsqueda de la verdad.

La verdad es que nunca he estado en un debate en el que los contrincantes hayan insistido tanto en darme la razón. Por eso y por la cita mis más expresivas gracias.

lunes, 7 de febrero de 2011

Mis coincidencias con el señor Armengol

El periodista Alejandro Armengol me ha hecho el impagable favor de no tener que explicar la pertinencia de enviar una carta a una Universidad protestando por algún evento celebrado en sus recintos. Le bastan para resolver el caso las primeras líneas de su último artículo: “Nada hay de singular en que un grupo de intelectuales y artistas exiliados enviaran una carta de protesta a una universidad de Nueva York, por invitar al escritor Miguel Barnet, presidente de la oficial Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC)”.

Que a continuación se dedique a demostrar la diferencia entre una carta –que obviamente apoya- y la nuestra es lo de menos porque si este dechado de virtudes democráticas afirma que tales cartas son asunto normal ya estamos a salvo de que cualquiera nos acuse de intolerantes. Y algo más importante aún: exigirle responsabilidad ética y social a una universidad pública parece ser -en su opinión y en la nuestra- un derecho que los ciudadanos de este país podemos y debemos ejercer. Para empezar -con ese acuerdo en la mano, digo- no está mal. Las diferencias, nos explica Armengol, radican en las personalidades que se critican en cada carta. Es imposible comparar –nos instruye- un terrorista (Orlando Bosch) con un escritor (Miguel Barnet). Asunto peliagudo este el de describir personalidades porque a Bosch muy bien se le podría presentar como terrorista retirado (graduado cum laude de las academias del Movimiento 26 de Julio, nunca se olvide) y pintor en funciones. En cambio a Barnet podría anunciársele como ex escritor y esbirro ilustrado en activo sin faltar a la verdad .

Razón tiene Armengol en señalar la diferencia entre alguien que ha dedicado buena parte de su vida a la manipulación del C-4 mientras que al otro siempre se le dieron mejor la grabadora o el micrófono de los periodistas. Me falta impulso poético para decir que cada cual en su estilo carga con muertos en su conciencia pero ya hace mucho tiempo que el derecho estableció como delitos punibles la complicidad y la difamación, actos en los que ha incurrido el señor Barnet con harta frecuencia. No puede acusársele de condenar a muerte a tres jóvenes negros por un intento de secuestro sin lesiones pero sí de justificar su condena y fusilamiento. No puede acusársele de provocar la muerte del prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo pero sí de llamarlo delincuente común -entre otras atrocidades- en una declaración sin firma pero escrita y difundida bajo su única responsabilidad como presidente de la UNEAC. No puede acusársele de las opiniones que ha emitido sobre asuntos políticos -sobre las que goza de una libertad desconocida para el resto de sus compatriotas- pero sí de mentir llana y repetidamente sobre la realidad cubana como cuando afirmó que todos los cubanos –excepto los presos- viajan libremente o que en su país no se coarta la libertad de expresión.

Pero Barnet no solo habla sino también actúa como lo podría confirmar –si fuera libre de hacerlo- cualquier miembro de la UNEAC. Porque cada uno de los miembros de esa institución está sometido a un minucioso sistema de extorsión aplicado por Barnet para silenciar sus opiniones. O pregúntesele a los creadores cubanos que hace tiempo han renunciado a integrar las filas de la UNEAC porque se niegan a someterse al chantaje alegremente prodigado por gente como Barnet. La diferencia, como dice Armengol, existe pero no es la que él señala. Si Bosch hace tiempo dejó de asesinar Barnet continúa ejerciendo la represión, la calumnia y la justificación del asesinato a nombre de una dictadura que nos mantiene al señor Armengol y a mí –y en eso volvemos a coincidir- viviendo en ese sitio que cuando nos ponemos dramáticos llamamos destierro.

domingo, 6 de febrero de 2011

Carta

Con motivo de la invitacion al funcionario y vocero castrista Miguel Barnet para que se presentara en el Bildner Center de CUNY en Nueva York un grupo de nosotros decidió escribir una carta protestando ante las autoridades de la universidad por dicha invitación.Al no tratarse de una carta abierta sino sino de una dirigida concretamente al director del Graduate Center de CUNY no lanzamos una recogida pública de firmas ni publicamos dicha carta hasta que no estuviera en manos de su destinatario. Pese a ello el contenido trascendió a la prensa y al Diario de Cuba y hasta el escritor Juan Abreu comentó ciertas reacciones en su blog. Ya enviada la carta nos sentimos en libertad de publicar el contenido íntegrod e la carta y la lista de las firmas reunidas en apenas tres días. Luego volveré sobre el tema:

A la atención del Dr. William P. Kelly, Presidente del Centro Graduado de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY)

Estimado Dr. Kelly:

Ha llegado a nuestro conocimiento que el Bildner Center, institución adjunta a su universidad, ha invitado a Miguel Barnet, Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, a presentar un viejo libro suyo en su nueva traducción al inglés. Pese a su nombre, la institución que preside el señor Barnet declara entre sus objetivos el de “rechazar y combatir toda actividad contraria a los principios de la Revolución”, lo que traducido a un lenguaje no totalitario implica la censura y represión a toda crítica al sistema autocrático implantado en Cuba desde hace más de medio siglo.

De hecho, la UNEAC no ha dejado de aplicar ese principio represivo a lo largo de su historia como lo demuestran los casos de los escritores Heberto Padilla, Reinaldo Arenas y, más recientemente, Antonio José Ponte. Al igual que sus antecesores, el señor Barnet, desde su cargo de presidente de la UNEAC, ha ejercido activa y diligentemente como vocero de la dictadura más extensa del hemisferio. Su voz ha servido tanto para silenciar las cotidianas y reconocidas violaciones a los derechos humanos en Cuba como para justificar la represión de los que resisten los abusos del régimen. Hace menos de un año, la institución que el señor Barnet preside, en su afán de excusar al régimen cubano de la muerte de un disidente (reconocido como prisionero de conciencia por Amnistía Internacional) durante una huelga de hambre, lo tildó de delincuente común en un documento público.

El señor Barnet es autor de algún libro de indudable valor, pero nos es imposible obviar que el Bildner Center no puede invitar al escritor sin, a su vez, ofrecerle su espacio a uno de los más destacados defensores de la dictadura cubana.

El objetivo de esta carta es hacerle llegar nuestra perplejidad e indignación porque su universidad esté siendo usada como tribuna por un reconocido representante de un régimen que viola los mismos derechos humanos que hacen posible la enseñanza libre y democrática en la institución que usted preside. Sólo el desconocimiento o una muy ligera valoración de lo que significa la presencia del señor Barnet en una institución pública como CUNY podrían explicar esta invitación.

Todos los firmantes de esta carta defendemos la discusión abierta sobre la realidad cubana desde diferentes puntos de vista, tal y como declara en sus bases el Bildner Center y en parte hemos participado en intercambios con intelectuales y académicos provenientes de las esferas oficiales cubanas invitadas por instituciones norteamericanas como CUNY. Sin embargo consideramos que servir de plataforma de promoción de quienes apoyan y justifican la represión en Cuba, al tiempo que sistemáticamente se excluyen las voces más conocidas y activas de la naciente sociedad civil cubana y del exilio, va contra los principios de una sociedad abierta y democrática y del papel de una universidad en la compleja y ardua búsqueda de la información y la verdad.
Sinceramente,

Julio E. Hernández –Miyares, PH.D. Profesor Emérito. CUNY, Kingsborough College.
Gustavo Pérez- Firmat, Profesor de Columbia University.
Paquito D’Rivera, músico y compositor. Dr Honoris Causa CUNY.
Eduardo Zayas-Bazán, Profesor Emérito, East Tennessee State University.
María Paradelo Acosta, Presidente de la National Association of Cuban-American Educators, NACAE.
Jorge Brioso, profesor, Carleton College, Graduado de CUNY.
Nicolás Quintana, Profesor Emérito, FIU.
Valerie Block, Escritor.
Luis Cruz Azaceta, Artista plástico.
José Quiroga, profesor, Emory University.
Juan Carlos Quintero-Herencia, profesor, University of Maryland.
Maya Islas, poeta, Language Dept, Baruch College, CUNY.
Javier Campos, escritor y profesor, Fairfield University.
Miguel Correa, profesor, Hostos College, Graduado de CUNY.
Alexis Romay, escritor, Graduado de CUNY.
Arturo Cuenca, artista plástico.
Raúl Miranda, profesor de CSI, Graduado de CUNY
Francisco Morán, Profesor, Southern Methodist University.
Federico R. Justiniani, M.D, M.A.C.P. profesor de medicina, Mount Sinai Medical Center.
José Triana, dramaturgo.
Juan F. Benemelis, historiador, escritor.
Ileana Fuentes, consultora cultural, Museo Cubano.
Iván Acosta, dramaturgo, cineasta.
Enrique Del Risco, escritor, NYU.
Gustavo Acosta, Artista plástico.
Geandy Pavón, Artista plástico.
Rafael Bordao, PH.D. Columbia University.
Alfredo Triff, músico, compositor, escritor y Profesor de University of Miami.
Armando Valladares, ex-preso político, activista de derechos humanos.
Manuel Sosa, poeta.
Rogelio López (Gory), Artista plástico.
Humberto Castro, Artista plástico.
Yvonne Conde, escritor.
Emilio García Montiel, poeta.
Jesús Rosado, curador.
Magda Arrocha, profesora, Pace University.
David Oquendo, músico, profesor del Harbor Conservatory for Performing Arts.
Alejandro Ríos, crítico de cine.
Carmen Peláez, escritora y actriz.
Armando Guiller, escultor.
Jorge Salcedo, escritor.
Fernando Fernández, director de AIA.
Ino Gómez, periodista.
Jorge Gómez, periodista, escritor.
Andrés Hernández, profesor, Partido Demócrata Cristiano de Cuba.
Laida A. Carro, M.S. Art Education/ Activista de derechos humanos.
Beatriz M. Pena, retired, ex- Director of Group Leader, Pfizer Inc.
María Cabrera, PH.D. Candidate en sociología, New School.
César Reynel Aguilera, escritor.
Mabel Cuesta, PH.D Candidate, Hispanic and Luso-Brazilian Languages and Lit.
Program, The Graduate Center, CUNY.
Vicente Echerri, escritor.
Danny Rojo, músico.
Nancy Pérez-Crespo, Periodista.
Paul Echániz, Presidente, EGS Engineering, P.C.
Rolando D. H. Morelli, escritor.
Roberto A. Solera, Periodista.
Luis Mayo, fotógrafo.
Offil Echevarría, artista plástico.
Arístides Falcón, escritor, profesor, .
Mary Ichazo, periodista.
Gladys Bensimon, cineasta.
Vincent Bloch, sociólogo.
Jorge Moya, publicista.
Pedro Portal, fotógrafo.
Mariano Vidal, arquitecto.
Agustín Blázquez, documentalista y escritor.
Dr. Bernabé Loret de Mola, médico.
Alberto Luzárraga, abogado.

Cobertura periodística

Esta nota me la envía Emilio García Montiel:

La Embajada de Cuba en Egipto parece que casi no genera noticias:

Mubarak felicita a Raúl Castro por aniversario de la Revolución cubana

El boxeo une a Cuba y Egipto

Se celebra en Egipto el 1ro de enero

Yagarde
"Precisamente los países acusados por los EEUU son los que cuentan con Gobiernos que no siguen la línea marcada por el Gobierno estadounidense. No firman Tratados de Libre Comercio que privatizan los recursos naturales y servicios básicos de los países dejándolos en manos de grandes corporaciones norteamericanas, ni permiten la instalación de bases militares entre otras cuestiones.
Mientras que los que sí la siguen, como Egipto o Túnez, se libran de ser acusados por el país del norte. Ni siquiera el hecho de que desde 1981 hasta 2005 sólo Hosni Mubarak pudiera presentarse a las "elecciones" era criticable para los EEUU (...)"

jueves, 3 de febrero de 2011

Alfredo Triff o maneras de asesinar el tiempo

Este es el texto que leí hoy en la presentación de "Hígado al ensayo", libro de Alfredo Triff:

Alfredo Triff o maneras de asesinar el tiempo

“Hígado al ensayo” es un libro atado al tiempo en que ha sido escrito. O sea, corre el riesgo de cualquier criatura viva o de un reloj conectado a una bomba: morir antes de que dé todo de sí. Porque Alfredo Triff en este libro comienza por eludir esa escritura que pretende la inmortalidad mediante el viejo truco de nacer muerta. No. “La crítica tiene serios problemas con el culo” es su primera línea, como para asegurarse un puesto bajo en la cola de los comienzos memorables. Pero ese es solo el principio. La lengua de Triff es tan viva que tal parece que mientras lo lees el libro te salta entre las manos como un lenguado acabado de sacar del mar. Se le hace parcial justicia vinculándolo a la estirpe de Guillermo Cabrera Infante si pensamos en otro escritor lúdico por definición y modo de acercarse al idioma. Sin embargo buscarle ese parentesco tendría la misma utilidad que la denominación de perro mudo que le dieron los conquistadores a un cuadrúpedo que acompañaba a los indígenas americanos: no serviría para otra cosa que para que nunca demos con ese animal bípedo y grafómano (entre otras tantas obsesiones) llamado Alfredo Triff.

Si tomamos en cuenta que Euclides de Alejandría es considerado el padre de la geometría clásica digamos que Triff es un escritor no euclidiano. Un escritor que pretende que la línea más corta entre dos puntos es la curva teniendo en cuenta que esos dos puntos que deben unir sus palabras son, por supuesto, el nacimiento y la muerte. Pero la adicción de Triff a la línea curva se evidencia no sólo en su recorrido por ciertas sinuosidades de la arquitectura moderna o por el perfil de una nalga. Triff concibe la escritura toda como desvío y en esto no es original: no hay buen escritor en este mundo que no haya llegado a la misma conclusión. No es coincidencia que uno de los más venerables géneros literarios llevara precisamente el nombre de parábola. O que la etimología común de “parábola” y “palabra” nos remita al desvío. Triff sabe que mientras más recta es la palabra más rápido nos acercará a la muerte. Pero al mismo tiempo el escritor comprende que el desvío absoluto, el ilusorio mirar para otro lado, no conseguirá evitar la muerte y sí, en cambio, disolver el poco sentido que podamos inventarnos. En ese difícil equilibrio camina todo “Hígado al ensayo”. Escribir contra el tiempo sin ignorar que el tiempo mismo existe. Todo el libro remite a esta batalla contra el tiempo, a su insoportable insistencia: su título gastronómico porque nos recuerda que la cocina no es otra cosa que materia, fuego y tiempo; sus juegos con la Historia porque invita a imaginar otras posibilidades de acontecimientos que solemos pensar como definitivos y por eso mismo, eternos. Su crítica a ciertas esencias porque nos advierte que no siempre estuvieron allí ni tienen por qué acompañarnos toda la vida. Su ocultación o transmutación de las fechas porque no hay nada como esconder ciertos detalles para que nos interesemos en su existencia.

“Hígado al ensayo”, un libro surgido, en parte, en el tropelaje vocinglero de un blog, está compuesto por textos -como ciertas moscas- destinados a vivir un día y que sin embargo, trasladados del mundo virtual a la tierra firme del papel saben resistir nuestra lectura mucho mejor que otros que ya se pretendían trascendentes incluso antes de ser escritos. Porque este libro promete ser tan duradero como las supersticiones que combate. Y no son pocas: la superstición de Martí, la de la Historia, la del castrismo como broma pesada y la del castrismo como asunto realmente serio. O la superstición martiana de que el racismo desaparecerá apenas se deje de hablar de razas. O aquellas supersticiones espaciales como la de que Miami es un espejismo o es el sitio donde automática y literalmente se pasa a mejor vida, o sea, una versión pantanosa del paraíso. O que La Habana desde siempre estuvo condenada a ser su propia ruina o que el paraíso alguna vez tomó la forma de La Habana de Batista. Respecto a esto último desempolva al tan venerado como poco leído Padre Félix Varela: “La superstición es una suave enfermedad que llega a ser amada por el propio paciente”. Así, sin añadir más, Triff nos sugiere la clave de la persistencia de nuestros fetiches. Pasar del convencimiento de que mientras nos dure la enfermedad seguiremos con vida, a la esquizofrénica conclusión de que vida y enfermedad son una misma y única cosa. Y Triff nos dice todo esto con la misma ausencia aparente de esfuerzo con que Federer juega al tenis, con la facilidad con que el propio Triff invoca referencias que seres más normales tardarían varias vidas en reunir, con la tranquilidad de quien en el fondo, en el fondo, no cree ni en la muerte ni en el tiempo.

Hoy en Nueva York, "Hígado al ensayo"

MGSCOMM, con la colaboración del Centro Cultural Cubano en Nueva York, invita a la presentación de 'Hígado al ensayo. 60 recetas biliares' (Dada Editores, Miami, 2010), de Alfredo Triff. La presentación correrá a cargo de este servidor.
Lugar: 817 Broadway, 2nd Floor.
Hora: 7:00 pm


Más información llamar al 212 204 8358 / http://www.mgscomm.com/

Hígado al ensayo es una de esas provocaciones que generan certidumbre y renuevan el lenguaje. Una singularísima y diabólica intersección cónica que nos despeja el camino por estas selvas cubanas de la postmodernidad. Triff no provoca por el banal prurito de llamar la atención ni para enmascarar las deficiencias de la tribu, sino por la voluntad de profundizar la comprensión. Una voluntad, por cierto, más clásica que vanguardista.
Andrés Reynaldo


Hígado al ensayo (dada Editores) está a medio camino entre Farmacia de Platón y una descarga cubana en algún tugurio que se niega a cerrar (aunque desde fuera parezca cerrado). Triff desata un "idioma" que va de la "culología como arma crítica" al "susodicho" como arma tóxica. De la Raultroika a la Chemiótica. Del "embargo de la discusión" al chicharrón de poeta". De la "arqui(escul)tura de Matta Clark" a la "érotica telemática". De "las Dos Cubas" a los "Dos Castros" y de ahí a la "intuición segurosa del estilo". Todo ello mediante la persistencia de una escritura de tradición inequivocamente "marielita".
Iván de la Nuez