domingo, 30 de junio de 2013

Un náufrago (más) en Miami, tierra de naufragios

El 19 de julio a las 8:00 pm se presenta en Miami (Delio Photo Studio 2399 de Coral Way) el libro "Náufrago" de Garrincha del cual ya les adelanté el prólogo. No voy a estar allá y lo lamento porque la presentación promete ser divertida con tipos como Ramon Fernandez-Larrea y el propio Garrincha.



miércoles, 26 de junio de 2013

Para eso son los amigos

Palabras de presentación del libro de memorias Siempre nos quedará Madrid que leyera Tersites Domilo el sabado pasado. Quien tiene un amigo tiene un central de los de antes, de los que producían azúcar y no estadísticas:


El 17 de enero de 1871 publicó el New York Times una entrevista con Anita Quesada de Céspedes, la esposa del Padre de la Patria, hecha unos días mientras estaba detenida antes en La Habana. La Sra. Quesada había sido capturada por los españoles al intentar salir clandestinamente de Cuba. En su entrevista, la Sra. Quesada pondera la caballerosidad de los soldados españoles que la habían apresado en las costas de Camagüey. Cuenta que el general Chinchila esperó bajo un aguacero mientras la primera dama de la República en Armas se reponía de los rigores de la manigua en la tienda de campaña del oficial. Incluso, cuenta la Sra. Quesada, los españoles tuvieron la amabilidad de llevar lejos de su tienda a los prisioneros que iban a fusilar, para así ahorrarle escuchar el estertor de muerte de los condenados.
Ese mismo día, por cierto, el Times informaba que Ana de Quesada acababa de llegar a New York en el vapor Ciudad de Mérida. Salía así de la prisión y de la guerra de Cuba para entrar en la guerra sorda que sostendría aquí con la infatigable Emilia Casanova, esposa de Cirilo Villaverde.
Menos suerte tendría el poeta Juan Clemente Zenea, capturado con ella y fusilado siete meses más tarde en el Foso de los Laureles de la Cabaña. Cuenta Enrique Piñeyro que en el momento de enfrentar las balas, Zenea se quitó sus gafas de miope irredento y las depositó en el piso a su lado. Quería que los cristales con los que miraba el mundo llegaran intactos a las manos de la mujer que veinticinco segundos después de ese gesto sería su viuda. No es improbable que Zenea tuviese una opinión diferente de la de Anita de Quesada sobre la bondad de los soldados ibéricos. Y no se trataba simplemente del color del cristal con que los miraba.
La anécdota, en fin, resume varios destinos típicos de los cubanos que sueñan con probar nuevos aires: la cárcel, la muerte, Nueva York, las rencillas entre emigrados…
Enrique Del Risco y su esposa “Cleo”, como Zenea y Anita de Quesada, también cayeron en manos de los españoles tras un intento de salida de Cuba, aunque este resultara más exitoso que el de aquellos patriotas. Siempre nos quedará Madrid es el recuento de su salida azarosa y su vida de exiliados ilegales en la Madrid de mediados de los noventa. Su experiencia —y los recuerdos de su aventura— parecen estar entre esos dos extremos que representarían Zenea y la Sra. Quesada.
Este relato es la crónica de una vivencia que comparten dos millones de cubanos. Y es un intento de explicar(se) los sinsabores y las sorpresas de quien decide largarse del lugar donde ha nacido. El libro —la vida de Enrique y su esposa en Madrid— se va poblando poco a poco de una fauna que parece destinada a ilustrar el retablo de los milagros. La generosidad entusiasta que se transforma luego en recelos y malentendidos, la convivencia con gente con la que nunca se le hubiera a uno ocurrido vivir en su sano juicio o en su país de origen, la esperanza sin brújula pero sin muerte del emigrante, la bondad que sorprende a la vuelta de una esquina como un atracador: esos son los elementos del ajiaco/fabada que Del Risco va cocinando en estas páginas.
Desde esa descripción del Madrid de los años noventa, Del Risco —que es miope como Zenea— describe también a Cuba y describe sobre todo los cristales que le tocaron para mirar al mundo. Cada quien es miope a su estilo, pero el asunto es saber exactamente qué graduación necesitamos. La vida cubana es la graduación del cristal con que el autor mira a Madrid, y ese es uno de los ejes de su relato. Del Risco pesa cada experiencia madrileña —ir al cine, entrar en un bar, celebrar la Navidad o su cumpleaños— a partir de la aridez habanera de su vida anterior.
Es ahí donde el libro alcanza su mayor intensidad. Estas son las memorias de dos jóvenes que llegan a España y pasan quince meses pagando la imprudencia, pero que cada día se sienten dichosos de haber logrado largarse de su país. Como he dicho antes, esa dicha no es un síntoma de desarraigo, sino el resumen de una experiencia vital que pasó de la fe a la desesperación después de visitar el desengaño y llegar al aburrimiento. Del Risco dibuja —como no he visto hacer a nadie hasta ahora— una nueva relación con Cuba que no encaja en los arquetipos usuales. La Cuba que Del Risco asume como suya no es la República, que no conoció, ni es el país del "socialismo real" en el que creció, y que se le fue haciendo cada vez menos real y tolerable. En los puntos de comunicación y distanciamiento que el autor describe o sugiere en su libro se define una nueva relación con un archipiélago del que cada cual elige los islotes que considera más amigables. El destierro para Del Risco y su generación no es el distanciamiento físico de un país, sino el extrañamiento —a veces voluntario— de ciertas zonas de la cubanidad irremediablemente envenenadas por la historia.
Del Risco viene a recordarnos que el dolor del exilio a ratos es proporcional a la hospitalidad de la tierra natal. Cuando el aire patrio se enrarece lo suficiente, exilio puede ser un sinónimo de alivio; porque la distancia permite saborear la cubanidad con la cucharita del té, y ponerla bajo llave cuando se salga del plato. Uno lee un libro que nos revela cosas absolutamente nuevas o que nos hace ver lo conocido con nuevos ojos, porque el autor tiene una mirada mucho más fina que la nuestra. Mirado así, este será un libro excelente para dos tipos de cubanos: los que se han ido del Cuba o el que planifica irse. O para cualquiera que pretenda entenderlos.
Siempre nos quedará Madrid es un libro escrito con una buena dosis de ironía. Y la primera víctima de esa navaja es el propio autor, que nos describe en detalle su casi absoluta incapacidad de sobrevivir en un país normal o de conseguir un trabajo que no consista en hablar o escribir. Pero el desfile de personaje incluye hombres crónicamente infieles, músicos alucinados por el humo de impuros cigarros, mujeres celosas hasta el crimen o el suicidio, matones cobardes, tacaños incondicionales y estafadores devotos.
Sin embargo, hay también en el relato una filigrana más pura: el cultivo de la amistad y la decisión de rescatar ciertas cosas esenciales son las tablas de salvación a las que recurren los protagonistas en un momento de sus vidas en que todo parece ir a la deriva. Los españoles que le tocaron en suerte a Del Risco no le cedieron la tienda de campaña como el caballeroso general Chinchila haría con Anita de Céspedes, pero tampoco lo llevaron a pasear junto a los laureles como al pobre Zenea. Su destino madrileño fue más común, más como el nuestro. Pero su relato tiene la lucidez y el humor que permite al lector repasar su propia experiencia con una mirada más aguda y más amable. Y eso basta para darle a Enrique Del Risco las gracias.   

El Cacique de cumpleaños

Guamá cumple un quinquenio de fundado y lo celebra con su Sedición Especial V Aniversario. Con tal motivo me hizo el honroso ofrecimiento de escribir un texto conmemorativo que ahí les dejo para sumarme a la celebración:
Cinco años del periódico Guamá, Órgano Oficial del que ha Partido. Un quinquenio de lucha incansable contra el mongolismo mediático. Un lustro de insurrección taína, de rebeldía guanajatabeya, de jodedera siboney. Media década de resistencia a los pichones de conquistadores que les arrebataron las tierras a nuestros antepasados para construir campos de golf en los que coronarse campeones, categoría aficionados. La vigésima parte de un siglo difundiendo la buena nueva de que los indios son la esperanza del mundo porque los indios son los que saben querer. Hatuey seguirá ardiendo en la hoguera, los indios escapando en canoas, en piraguas, en bohíos, en behíques o en cuanta cosa que flote (sí, los behíques flotan si se les llena de aire y les cierran todos los agujeros) pero hoy el dolor es menor, el desgarramiento más soportable porque sabemos que para vengarnos de las fechorías del compañero Diego Velázquez y sus secuaces siempre estará el cacique Guamá.
Pero Guamá no está solo. Lo acompañan el Camaján Barbudo, Opinga, la Gaveta Oficial, Senectud Reverde, Mongada, Pinguero, Verde Orino, Trabajodedores, SomoS Anormales, Zonzón, Granmamón, DDTI, Mar y Tenca, Cuarteles, Temes, Michocho entre otras combativas publicaciones que demuestran que el tamaño puede no importar pero la cantidad sí. Guamá no cree, como Raúl Campos Ruz, que el mejor homenaje es el diario cumplimiento del beber. Guamá cree en el principio de mente sana en indio sano porque sanas y claras han de ser las ideas de un indio que escapa de su encomendero, aunque sahumarse con un poco de yerba sagrada de vez en cuando no venga mal. Es así que en esta vigésima parte de siglo el Cacique nos ha legado una indiología simple y justa derivada del principio físico que dicta que a una acción corresponde una reacción o como se diría en taíno: “si me aguas el ajiaco te armo tremendo batey”. Es así que cuando los fieros encomenderos que hoy se enseñorean de Cubanacán y alrededores cometen alguna de sus más infames aberraciones nuestro primer pensamiento suele ser “¿Qué dirá el Cacique de esto?” y ya de antemano saboreamos el cuero -o más bien la cabuya- inmisericorde que le dará nuestro ilustre taíno. Entonemos entonces en este quinto aniversario el canto de guerra del más osado de nuestros indígenas: “Kubana yana yagua coacoa fotuto” (o como se diría en cubano vernáculo contemporáneo “¡La macana pa’tó el mundo!”). Le deseamos pues a nuestro indiólogo más respetado una larga vida y una próspera inmortalidad.

Siempre nos quedará Madrid en Madrid

En julio tengo dos presentaciones en Madrid precisamente del libro Siempre nos quedará Madrid. Primero el jueves 4 de julio -o sea, la semana que viene- en el Centro de Arte Moderno (calle Galileo, 52. Metro: Quevedo/ Arguelles) a las 20:00 y el lunes 8 de julio a las 19:00 en la Fundación Hispano Cubana (C/ Orfila, 8, 1º A. Metro: Alonso Martinez). Todos los que anden por allá están invitados.





martes, 25 de junio de 2013

Los náufragos del Garrincha


Ya está disponible el tomo 1 de la colección completa de Garrincha del Náufrago con más de 200 tiras del personaje. Ebook disponible en el iBookstore de Apple, libro impreso en Amazon. Lo único flojito del libro es el prólogo (que lo escribí yo) que, eso sí, les dejo gratuitamente:



No sé por qué este libro me recuerda a aquella señora que me preguntó “¿Tú todavía comes carne?” con el tono de quien pregunta si uno todavía anda en el negocio de la trata de esclavos o el de la gastronomía caníbal. Como si el principal problema no estuviera en la obscenidad de vender o digerir semejantes sino en el anacronismo. Bueno, ahora me doy cuenta por qué este libro me recuerda la pregunta de la señora: porque si ella se encontrara con Garrincha le preguntaría “¿Y tú todavía publicas libros de caricaturas? ¡¿Y de náufragos?!” Pero no. Conociéndola como la conocí aquella señora le hubiera preguntado a Garrincha de dónde sacó un apellido tan extraño. Que si era colombiano. “Porque mira que los colombianos tienen apellidos extraños. ¿No hay un presidente de apellido Orine?”. (Si me ensaño con la pobre señora es porque es menos una persona que un concepto y ni siquiera un concepto más o menos sencillo sino uno pesado, como el ser-ahí). Y sin embargo, con toda su torpeza a nuestra señora no le faltaría algo de razón. Las historietas de náufragos son tan anacrónicas como comer carne y Garrincha está bien como sobrenombre para un futbolista brasileño de la época en que los campeonatos mundiales de fútbol eran un trámite formal antes de entregarle la copa a la selección verde amarela pero no para un caricaturista cubano.
O sí.
Porque uno o se resigna al nombre que le pusieron sus padres o recurre al acto de inventarse un seudónimo que es como crearse un destino que cumplirá o no con más o menos suerte.  Y es que Garrincha se propone lo mismo que aquél futbolista imposible: multiplicar las posibilidades de la realidad y entre ellas escoger la más divertida posible. Y el Garrincha dibujante ha escogido las historias con la misma alevosía con que el otro se ensañaba en la breve distancia que separaba las piernas de los defensas rivales, por la dificultad anticipada ahí donde se ha dicho todo. Como aquellos que todavía practican el soneto nuestro dibujante prefiere la brevedad de los recursos del género –un hombre, una isla y, si acaso, unos pececitos hablantines- para conseguir sorpresas que parecían imposibles con tan pocos y tan abusados medios. El truco de Garrincha –si es que truco se le puede llamar- es su escrupuloso respeto al lector: imaginarlo entrenado en la observación de generaciones de náufragos para sorprenderlo con uno radicalmente nuevo. Un náufrago desesperanzado casi hasta el cinismo, que convierte esa desesperanza en costumbre, en oficio casi, no en balde nuestro Garrincha es cubano, un gentilicio especializado en naufragios figurados y literales. Si John Donne decía (y Hemingway repetía) que ningún hombre es una isla Garrincha parece decirnos que un náufrago está en constante peligro de convertirse en su isla y que el sentido de su existencia es resistirse a esa confusión. Y en su caso, que es el del dibujante, debe hacerlo con imaginación, con muchísima gracia, con precisión, en resumen, con arte.    

[Pinche en las imágenes para ampliarlas]





 

lunes, 24 de junio de 2013

Fariñas responde

Fariñas habla sobre el papel de la alta jerarquía católica cubana en la liberación de los presos políticos en 2010:

domingo, 23 de junio de 2013

Linden Lane Magazine

Me llega la noticia de la publicación del número correspondiente al verano del 2013 de Linden Lane Magazine, la revista que dirige la poeta Belkis Cuza Malé en la que aparecen colaboraciones de Maya Islas, Juan Cueto-Roig, Nedda G. Anhalt, Ihosvany Hernández González, Guillermo Arango, José Abreu Felippe, René Dayre Abella, Jesús Angulo (In Memorian Enrique Ros). Efraín Bartolomé, Manuel C. Díaz, Diana Álvarez Amell y  un servidor. 



Ver PDF aquí.


sábado, 22 de junio de 2013

Siempre nos quedará Queens

A la gente de los alrededores le recuerdo que hoy sábado 22 de junio presento mi libro "Siempre nos quedará Madrid" en la librería Barco de Papel en Queens (4003 80th Street, Elmhurst, NY 11373. Teléfono (718) 565-8283) a las 7:00 pm. Además de un servidor estará como presentador Jorge Ignacio Domínguez (Tersites).






viernes, 21 de junio de 2013

Alejandro Frómeta: Sió

Es un hecho establecido que Alejandro Frómeta –una de las fuerzas creativas detrás del desaparecido proyecto Superávit- es uno de los compositores cubanos más sofisticados y originales de las últimas décadas. Sió, su última grabación, ha sido el más reciente modo de confirmar esta convicción, el mejor producto de una madurez musical rica y sabia. Dicho esto debo advertir que en Sió, donde Frómeta se hace acompañar por viejos compinches de 13 y 8 (la legendaria peña musical habanera de finales de la década del 80 y principios de la siguiente) como Boris Larramendi y de Superávit como Raúl Ciro o hasta por Pável Urquiza, productor entre tantos de la seminal antología “Habana Oculta” no se regodea del complaciente pero con frecuencia infecundo ejercicio de la nostalgia. Repite sí, los principales sellos que han marcado su carrera de compositor y arreglista, la combinación de su creatividad armónica con la astucia de sus letras pero consigue al mismo tiempo el gratificante efecto de la sorpresa. Lo acompañan en esta lujosa aventura la violonchelista Ivette Falcón, el trompetista Carlos Puig y Mirelys Morgan, Karolina Andrzejczak y Elena Rodríguez en los violines, Lucía de la Puente (clarinete), Iván Luzardo (guitarra), David García  y Jesús Mendoza (piano), Rubén Martínez (vibráfono y timpanis) y Emilio Veitía en la batería que contribuyen a crear una atmósfera exquisita y potente en cada una de las catorce surcos (¿es lícito hablar de surcos en plena era digital?) de esta producción.

Si esto puede decirse en general de “Sió” cada canción requiere atención aparte, tan personalizada y distinta como su concepción. Detenernos en “Instante feliz” con su aire vago de guajira estudiada y su idea cauta –por no decir desesperanzada- de la felicidad: “Tú llegaste a mí en aquél momento/ infinito y a la vez fugaz/ la imaginación y el pensamiento/ fueron como niños a jugar/ pero se detuvo el universo/ y me devolvió/ a la soledad”. O como en “Fue quién” en la que con la malicia conceptual y musical de un Leo Masliah se enfoca en la culpa como falso dilema. O ese “Aviso” de hálito sinfónico (incluida la voz castiza del GPS indicándote cuándo girar a la derecha) que nos sugiere que por medios distintos Frómeta podría ocupar un espacio similar al de Tom Zé en la música brasileña, el de renovador incómodo y deslumbrante. O la ironía que recorre todo el disco pero se adensa en “A nadie” donde con un estribillo de piel roja indignado se convoca a dar “muerte al hombre blanco/ muerte al hombre blanco/ muerte al hombre blanco/ con su maldad y su poder” para enseguida advertir que “a nadie hay que juzgar por su color de piel”. Pero si de estribillos se trata ninguno más actual que el de “Ya cambió” donde a ritmo de cha cha- rock la apelación sentimental adquiere ribetes políticos: “yo no te pido un cambio/ sólo que asumas que ya pasó”. Es “Sió” con su apelación al silencio mucho más sutil de lo que la agresividad del título sugiere. Como esa entrada que bajo el título de “Tacet” (indicación latina de silencio, otra manera de hacer callar a los músicos) nos recuerda que incluso el silencio, con su ilusa aspiración a la pureza, está relleno de ruidos.


jueves, 20 de junio de 2013

Ogguere: Solar

En el tardío y discreto esplendor del funk cubano a comienzos de este milenio (Interactivo, Free Hole Negro, algo de Qva Libre y paremos de contar) es Ogguere el caso más representativo. Menos pretencioso su proyecto que el de Interactivo ha explorado el género con más insistencia, más frescura, más gracia. Aunque “Solar”, su último álbum ganó el premio a mejor grabación en la categoría Rap Hip Hop la propuesta de Ogguere viene más funky que nunca. No hay que dejarse distraer por el rapeo de los cantantes o por títulos como “No dejes que la rumba se te acabe”: “Solar” es el producto más consciente y acabado de lo que las futuras enciclopedias musicales podrían llamar “funk cubano” sin remordimientos. Y no lo hace desde una perspectiva unidireccional y machacona destinada a instituir un sello más en un género demasiado establecido en otros sitios sino que lo empuja para sacarlo de quicio, averiguar qué más puede dar de sí. Desde el soul, el jazz, la rumba o el mambo pero sobre todo desde el perfecto acoplamiento de los músicos. (El funk no es, después de todo, terreno para virtuosos aunque en “Solar” se dejan escuchar agradecibles solos de trompeta –cortesía de Alexandre Abreu- o de trombón). Es un disco –y esto es algo que se puede decir de pocas grabaciones actuales- que se deja oír de principio a fin sin impaciencias aunque haya piezas que destaquen por encima del resto como “Mi chocolate caliente”, el homenaje a Chano Pozo que es “Llegó la manteca a Santos Suárez”, “Mataron a Freddy” o la musicalmente apabullante “Voy a hablar con Fidel”.

No es un disco perfecto porque allí además de hacer muy buena música se cantan unas letras tan ridículas que si se toman sin pedanterías pueden resultar divertidísimas. Debo advertirle a los puristas del idioma –de cualquier idioma- que en “Solar” se intenta la complicada rima de “caliente” con “caliente” (“mi chocolate caliente/ para que tú te caliente(s?)) pero también se consigue rimar con todo éxito “así” con “éxtasis” (hacerlo así/ en el sofá/ siempre es más/ un extasí”) o “Hemingway” con “everyway” (“yo quiero ser libre como Hemingway/ viajar a everyway). Y todo esto se le perdona a los cantantes supongo que porque alguien tiene que salir en la portada de los discos, o en los videoclips bailando con chicas en tangas, o dejarse reconocer en la calle por los fans y firmar autógrafos, hacer el trabajo duro del grupo, en suma. El resto es música. De cualquier manera aparte de la advertencia Miranda -de que cualquier cosa que digan puede ser usada en su contra- poco se le podría recomendar a los de Ogguere que no sea que sigan por los caminos que adelanta este disco.

Para escuchar un par de canciones (la segunda está cortada por la mitad) pinche sobre los títulos:


Voy a hablar con Fidel

Créditos:
Tracks: Tu Chocolate Caliente; Una en un Millón; Como se Hacen; Así Soy Yo; Llegó la Manteca a Santo Suarez; Mi Solar; No Dejes que la Rumba se te acabe; Yo me lo Luché; Mataron a Freddy; Voy a Hablar con Fidel.
Personnel: Ogguere: voice; Ronny Barreto: drums; Adrián Ruíz López-Nussa: drums; Toni Rodríguez: keyboards; Jorge Luis Pacheco Campos: keyboards; Gastón Joyas: bass; David Falla: bass; Julio César Gonzáles Ochoa: bass; Edgar Martínez: percussion; Kaiser Gimenez: percussion; Ernesto Blanco: guitar; El Chino Lan: guitar; Alexander Abreu: trumpet; Julio Padrón: trumpet; David Suárez: tenor saxophone; Michael Herrera: alto saxophone; Amauri Pérez Rodríguez: trombone; Juan Carlos Marín: trombone; Diame Arocena Uribarri: vocals.

martes, 18 de junio de 2013

Sobre la importancia de no ser de la UNEAC

Una editora italiana estaba haciendo gestiones para presentar mi libro Siempre nos quedará Madrid en una ciudad de su país y esta es parte de la respuesta que me dio ayer mismo:


He hablado con muchos amigos que tienen muchas organizaciones culturales en los alrededores y al final resulta que todos han encontrado algún pretexto más o menos verosímil para decirme que ya que no estás en la UNEAC, mejor no se organiza nada. No me lo podía creer! Y es que aquí es justamente como lo describes en tu libro, los progres (los que yo llamo los revolucionarios de las diez y media, ya que la revolución puede esperar a que me levante despacito!) que se las dan de intelectuales pero que no están abiertos a escuchar las historias que piensan de antemano que no les van a gustar ya que ponen en discusión lo que siempre ha sido su certeza: las camisetas del che que lucen para presumir de ser de izquierdas....bueno, que te voy a contar que no sepas ya?! 

Debo aclarar que a diferencia de lo que piensan por allá nunca he dejado de ser de la UNEAC porque nunca fui miembro de tal organización algo de lo que no me arrepiento sino más bien lo contrario.

Y hablando de presentaciones quiero recordarles que este sábado 22 de junio presento mi libro en la librería Barco de Papel en Queens (4003 80th Street, Elmhurst, NY 11373. Teléfono (718) 565-8283) a las 7:00 pm. Al menos en Queens no me piden carnet de la UNEAC... por el momento.

lunes, 17 de junio de 2013

Disyuntivas

La semana pasada había visto con mis hijos “Julio Cesar”, la vieja versión del clásico de Shakespeare con James Mason y Marlon Brando y pensé que les había resultado más bien aburrida. Sin embargo esta mañana mi hija de nueve años me preguntó mientras se vestía para ir a la escuela qué yo haría en el caso de Brutus: si yo estaria dispuesto a matar a mi mejor amigo si descubriera que le iba a hacer mucho daño al país. Le dije que en Cuba a uno lo preparaban para responder a esa pregunta sin vacilaciones. Se mataba al amigo y a otra cosa, que precisamente contra eso había tenido que rebelarme. Mi hija insistía –así es de inquisitiva y más acabada de despertar- así que le dije que si mi mejor amigo era Hitler posiblemente lo matara pero no me dejó escapar tan fácil: “No, te pregunto si tu mejor amigo es Julio Cesar, no Hitler”. Así que tuve que decirle que no sabía, que esa situación era muy difícil y es esa dificultad lo que hace la obra de Shakespeare tan interesante. De todas maneras les advierto a mis amigos que se anden con cuidado. Estoy afilando mi daga por si acaso mi hija me exige más claridad conceptual.

domingo, 16 de junio de 2013

El pistoletazo en el concierto

En el repertorio de los marxistas más o menos pragmáticos, más o menos atraídos por temas literarios hay una frase que usan para advertir de los peligros del arte panfletario. Alguna muestra de equilibrio tendrán que dar, digo yo, luego de ser los mayores productores de panfletos literales y figurados de la Historia de la humanidad. La frase es de Stendhal pero viene sancionada por Engels, el Robin del Batman del marxismo quien alguna vez la citó sesgadamente, como veremos. “La política, en una obra literaria, es como un pistoletazo en medio de un concierto” dicen que dijo Stendhal y lo repiten no sólo los marxistas sino incluso sus súbditos cuando no quieren meterse en política que en ciertas circunstancias equivale a meterse en problemas.

El asunto es que la dichosa frase no termina ahí sino unas cuantas palabras más tarde, trece para ser exactos. La política –termina de decir Stendhal- “es una grosería a la que, sin embargo, no se puede negar atención” para a continuación meterse de lleno en uno de los temas principales del libro en cuestión –“La cartuja de Parma”- que es el de la política menuda de un pequeño reino italiano en la primera mitad del siglo XIX. Lo que nos dice la frase completa es que la política con sus nombres propios, sus conflictos malamente entendibles una década después, su fecha de caducidad en suma suele ser un tema desagradable o confuso en cualquier conversación que se quiera establecer con un par de generaciones más tarde que es más o menos el plazo elemental de eso que le llaman trascendencia pero a pesar de todo ello la política es inevitable y hasta atractiva.


Lo que debe evitarse según esta frase puesta en su contexto (que es ni más ni menos que el de toda la novela) no es la política en sí sino la parcialidad. Quiero decir con esto que el criterio que decida cada elemento que constituye la obra no deberá ser político sino literario que es más o menos lo mismo que decir lo más desinteresado posible. O sea que una obra literaria destinada a demostrar la necesidad del triunfo de una idea política determinada sin importar lo buena y justa que sea está faltando a su compromiso con la verdad literaria que consiste en evitarle giros demasiado ridículos a la trama, presentar personajes lo más atractivos y creíbles que se pueda y otros detalles por el estilo. Es por eso que las simpatías políticas de Henri Beyle o el destino del principado de Parma importan en “La cartuja de Parma” bastante menos que los amores de Fabricio del Dongo y Clelia Conti y sólo en la medida en que los afectan.

sábado, 15 de junio de 2013

"Wallscape" reseñado



El crítico Holland Cotter en The New York Times sobre la obra que presentó el artista cubano Pavel Acosta en la Bienal del Museo del Barrio:

“Wallscape” is, in its exquisite way, an epic performance, a lesson in creative economy, a tribute to existing art, an acknowledgment of ethnicity and its politics, an exercise in personal mastery, and an expression of love for all of that.

jueves, 13 de junio de 2013

Precauciones

-¿Viste?

-¿Qué?

-Lo de la familia de Payá.

-Sí, que llegó a Miami.

-¿Te parece poco?

-¿Qué?

-Que traicionen la causa de su padre y esposo.

-¿Cómo?

-Huyéndole a la candela. Cogerle miedo a sacrificarse por su patria. Como hizo ese paladín de la libertad que se llamó Oswaldo Payá Sardiñas.

-¿Tú no decías hasta ayer que lo de Payá era un accidente? ¿Que el gobierno no podía estar interesado en matar a alguien tan insignificante?

-Sí, pero así y todo. Ellos deben ser fieles a la causa.

-¿Qué causa?

-La causa de esforzarse en que yo confíe en ellos.

-Total, si se quedaran en Cuba y se fueran muriendo uno a uno ibas a decir que son unos exagerados, que es evidente que el gobierno no tenía interés en que se murieran.

-Sí pero va y cuando muriera el último de los Payá en extrañas circunstancias podría cambiar de opinión…

-¿Qué tú considerarías “extrañas circunstancias”? ¿Que los fusilen?

-No necesariamente. Hay circunstancias en las que yo podría dudar de su carácter accidental.

-Si por ejemplo les cayera un saco de cemento desde un helicóptero...

-Es posible, aunque también hay mucha negligencia.

-O si aparecen ahorcados con las manos amarradas a la espalda.

-Bueno en ese caso no sé. Tú no te imaginas la cantidad de maromas que hace la gente en Cuba con tal de que les manden dinero.

-O por simple afán de protagonismo.

-Sí, claro. Lo que digo es que en caso de que toda la familia Payá muriera en circunstancias tan extrañas como las que hemos comentado yo empezaría a cambiar de idea –porque tampoco soy un fanático- y quizás hasta considerarlos como mártires del panteón patrio en contraste con todos los que siguen vivos que como tú sabes, son unos descarados. Mientras tanto no me queda otro remedio que considerarlos unos traidores.

-¿Traidores a qué?

-A la causa de la libertad cubana, al exilio -en especial a mí que tantas cosas esperaba de ellos- y al magnífico legado que dejó su padre.

-Pero ¿Tú no tenías sospechas incluso de que Payá fuera un agente del gobierno?

-Pero bueno, ahora que murió podemos considerar que quizás no lo sea o si lo es llevó su esfuerzo de cultivar su fachada hasta las últimas consecuencias.

-Entonces, aceptas que a Payá lo mató el gobierno.

-Es posible aunque quién sabe. No descarto la posibilidad de que siga vivo y todo no sea más que una gran maniobra de distracción para colarnos a su familia en Miami. Como el Caballo de Troya.

-¿Y qué función tendría este Caballo del Palacio de los Jugos?

-Destruir este sistema de sospecha universal que hemos desarrollado a lo largo de los años. Hacer que terminemos aceptando que no todo el que sigue en Cuba o viene de allá y no está preso o muerto es un agente de la seguridad ¿Te parece poco? Sobre todo con todo este entra y sale que se ha armado.

-Claro. Sería terrible. ¿Qué sería del exilio sin la pureza?


-El caos. Que te lo digo yo.

miércoles, 12 de junio de 2013

Cuestión de dosis

Dice Tersites de manera tan precisa que sólo me queda copiar y pegar:

Cuestión de dosis:La familia Payá-Acevedo ha sido vejada, calumniada y perseguida durante un cuarto de siglo por los mecanismos represores del estado cubano. El calvario familiar de los Payá-Acevedo tuvo su colofón con la trágica muerte de Oswaldo el verano pasado. Cualquiera diría que ese martirio civil de casi tres décadas, y esa muerte, serían más de lo que cualquier familia debe pagar por buscar el bien de su patria. Los redactores del diario "Encuentro en la Red", sin embargo, parecen opinar que los Payá-Acevedo merecen una cuota adicional de sufrimiento y vejación, y en estos días se dedican con lamentable entusiasmo a publicar artículos en los que se burlan de la familia y ponen en entredicho su valor y su eticidad. Baste apuntar que esos textos dicen más sobre el carácter de quienes los redactan que sobre el temple de las personas a las que atacan.
Post data mía: Es curioso porque al parecer toda la gente que viene de Cuba con la que he hablado está convencida de que a Payá lo mataron. Acostumbrados a vivir en un país en que las pruebas no son necesarias es un ejercicio de lógica elemental asumir que el gobirno lo mandó a matar. Y no tienen que ser disidentes, ni siquiera anticastristas de a pie. Para muchos de ellos Payá muerto es la prueba viva de que la política no da nada, de que hay que ponerse para las cosas y dejarse de boberías.  

martes, 11 de junio de 2013

Cuba regresa a la serie del Caribe

Luego de 53 años sin asistir a la Serie del Caribe, la competencia internacional de béisbol con mayor tradición del mundo Cuba volverá a competir el año que viene con el ganador de este año de la final entre Matanzas y Villa Clara. (Tras el abandono de Cuba de la competencia -que provocó la interrupción de esta durante una década- la Serie del Caribe se reanudó en 1970). Podemos llegar a la conclusión de que el castrismo es el camino más largo de una Serie del Caribe a otra.

viernes, 7 de junio de 2013

Wallscape

A continuación la nota de prensa de la presentación de la pieza "Wallscape" en la Bienal del Museo del Barrio de Nueva York (1230 5th Ave. entre la 104 y la 105) que será inaugurada el próximo miércoles 12 de junio a las 7 p.m.. La nota explica la elaboración y sentido de la obra aunque esta es bastante elocuente por sí misma:

El artista cubano Pavel Acosta presentará la pieza Wallscape el próximo 12 de junio, como parte de la nueva edición de la Bienal del Museo del Barrio, esta vez bajo el titulo: This is Where We Jump. La intervención de Acosta tiene como antecedente su serie Pintura Robada (2008-presente) que comenzó en La Habana y que refleja la necesidad dentro de un contexto como el cubano de re-inventar y re-aprovechar lo material. Pintura robada además de ser una serie, es una metodología de trabajo en la cual el artista, literalmente roba pintura de diversos lugares y objetos, para después utilizar estos residuos como materia prima para componer una nueva imagen.Wallscape es una intervención que consiste en la reproducción de uno de los cuadros de la colección permanente del museo (Goat Song #5: Tumult on George Washington Avenue, 1988, de Manuel Macarulla) con la pintura extraída de la pared de una de las salas de exposiciones, específicamente la pared opuesta a la obra reproducida, de modo que la copia aparece como espejo del original. Es importante señalar que el artista ha decidido dejar en manos de los curadores la elección de la obra a ser reproducida y una vez terminada la bienal, estos también han de decidir el destino de la copia.Con esta pieza, Acosta cuestiona el rol de las instituciones de arte hoy y su relación con el arte contemporáneo. Su pared — una pared de exposición— deja de ser un elemento neutro que no interfiere física o estéticamente en lo que se exhibe. Luego de reorganizar la superficie, esta obra adquiere protagonismo paradójicamente desde su condición de copia. “Wallscape recuerda una aparición milagrosa o el efecto que queda en los ojos cuando se cambia la vista desde un paisaje muy iluminado o colorido, a la oscuridad. Espero sea ésta una conexión que el público pueda establecer luego de recorrer la sala y percatarse de la relación que tiene Wallscape con la pieza de la pared opuesta”, dice el artista.

Wallscape from Pavel Acosta on Vimeo.

Presentación en Queens

Para el personal de Queens y alrededores el sábado 22 de junio a las 7:00 p.m. -o sea, en dos semanas- estaré presentando en la librería "El Barco de Papel" de Queens un libro del que seguramente no han oído hablar: "Siempre nos quedará Madrid".



miércoles, 5 de junio de 2013

Fenómeno

En apenas su segundo juego en las Mayores Yasiel Puig está quemando la liga. En los Dodgers no recuerdan un comienzo desde hace medio siglo:

lunes, 3 de junio de 2013

Advertencia

No nos engañemos. Mientras en América Latina a “El lado oscuro del corazón” se le considere cine, a las viñetas de Eduardo Galeano, literatura, a las canciones de Silvio, poesía; mientras a Benedetti se le reverencie como poeta, Ricardo Arjona sea considerado compositor, mientras nos conmovamos con los peores versos de Neruda, mientras tantos farsantes y propagandistas subvencionados sean tenidos por intelectuales, mientras sigamos, digo, ofendiendo el buen gusto y el sentido común no deberá sorprendernos el éxito de esos delincuentes que tenemos por líderes políticos en la América Nuestra. O el de los delincuentes a secas. Es algo así como el karma. No se puede ser tan cursilón impunemente.

Post data: No hay que exagerar ni tomarse demasiado en serio lo que digo. Ni pretendo erigirme en arbitro de las estética sino mencionar ejemplos bastante evidentes; ni trato de decir que este o aquel no haya escrito de vez en cuando buenas canciones o buenos versos (no excluyo ni a Arjona ni a Buena Fe aunque en dichos casos si lo han hecho lo han mantenido en secreto). Tampoco digo que Videla o Sendero Luminoso existieron por culpa de la (mala) literatura o la (peor) música. Apenas trato de señalar que hay cierta falla en la percepción colectiva latinoamericana que hace que la alternativa a un horror sea un horror aún mayor. Huyéndole a los malos cantantes populares nos regodeamos con cantautores infames como mismo creímos que la alternativa a Batista pudo ser un Fidel Castro, o el camarada Gonzalo a Alan García. Lo que digo es que no hemos superado la edad mítica, infantil que convierte en escandaloso que por ejemplo alguien se atreva a señalar el ridículo profundo de una manifestación cultural o política. Digo –en fin- que en Latinoamérica estamos tan inclinados a la idolatría que cualquier critica suena a blasfemia.

Aniversario (atrasado)

Siempre me pasa. Siempre se me pasa la hora de recordar que "hoy hace____ años que abrí este blog". Seis años en este caso. Fue el 24 de mayo de 2007 que publiqué mi primer post que consistía en una advertencia muy breve de lo que pensaba que iba a ser el blog:

Esta va a ser un blog muy personal, dedicado a los amigos y ocasionalmente a los enemigos aunque tampoco se le niega la entrada a los neutrales o como se pudiera decir desde una perspectiva más amplia, el resto de la humanidad. Aquí aparecerán textos de Enrisco con no demasiada frecuencia que no es cosa de mal acostumbrar a la gente y con menos frecuentes contribuciones de Enrique Del Risco, sujeto con el que a menudo se le confunde. Pienso además utilizarlo para compartir todo tipo de materiales que me encuentro en la red. Espero también contar con los aportes de amigos y hasta de enemigos, que uno los evita pero que son como la sal de la vida pero crean más problemas a la presión sanguínea. El énfasis mayor será en el humor pero sin exagerar, que es bueno llorar de vez en cuando para descansar de lo bonita que es la vida. Espero que lo disfruten.

 Creo que he cumplido con mis propósitos iniciales (excepto en la pretensión de incluir colaboraciones ajenas porque mis amigos, siempre sabios, prefieren en caso de colaborar, hacerlo en otro blog o crearse el suyo). Eran buenos tiempos -es mi deber de veterano declararlo- para abrir blogs relacionados con el tema de Cuba. Se avecinaban cambios -o al menos era la convicción reinante- y la compañía en el asunto de los blogs solía ser buena. Gente seria que en otros tiempos hubiese visto el medio con suspicacia se reconciliaban con la idea de tener un contacto más continuo, menos formal con los lectores. No es mi caso. Gracias a un amigo programador desde el 2001 tenía un sitio web -la fenecida Página de Enrisco- y no mucho después empezaba mi colaboración con la sección de humor de www.cubaencuentro.com.

Cuando los cambios han ocurrido para que el régimen cubano siga lo más parecido posible a sí mismo se llega al punto en que no hay que explicar por qué se cierran los blogs sino por qué, a pesar de todo, se mantienen abiertos. Hay mucho de inercia en esto de mantener un blog cuando buena parte de los mejores blogs que abrieron en los mismos días en que apareció este ya han cerrado sus páginas. De débil convicción de que puede resultar útil en caso de emergencia pero sobre todo de compromiso sentimental acumulado con lectores conocidos o desconocidos pero más o menos fieles. No sé en otros casos pero es esa lealtad mutua la principal razón para que este blog subsista. Pues les recuerdo ya acumula, al menos con los más antiguos lectores de este blog media docena de años.