domingo, 31 de marzo de 2013

Semana Santa

Hace 18 años celebré mi primera Semana santa con un viaje a Cádiz, recuerdo que recogí en mi libro Siempre nos quedará Madrid:


Como la primavera, la Semana Santa era para nosotros una referencia cultural. Pero por razones distintas. Siglos atrás la celebración religiosa se había adaptado bastante bien a los trópicos, pero desapareció una vez que fue adoptado el ateísmo como religión estatal. Mi abuela, quien había renunciado a su catolicismo sin conflictos de conciencia, conservaba todavía cierta nostalgia ritual: mencionaba a Dios en situaciones estrictamente mundanas; atribuía la aparición y desaparición de las moscas de la mesa del comedor a las diferentes fases de la cuaresma; y el Viernes Santo trataba de cocinar pescado, algo no siempre posible en una isla rodeada de escasez por todas partes. La única celebración más o menos pública de la Semana Santa de la que tenía recuerdo era el goteo de personas que se escurrían de la iglesia de mi barrio el Domingo de Ramos con hojas verdeamarillas de palma en las manos y cara de preocupación profunda. Era difícil determinar si su agobio se debía a la certeza de que su Dios iba a sufrir una vez más la traición y el martirio o a que ellos mismos quedarían marcados como católicos reincidentes. Los niños nos burlábamos de aquella gente taciturna recogiendo hojas de cocotero e imitándolos en esa forma de caminar de quien lleva encima una cruz invisible, pero pesadísima. Lo hacíamos ―supongo― animados por la intuición de que el precepto de que debíamos respetar a las personas mayores no aplicaba en el caso de los asistentes a la iglesia. Yo al menos me equivoqué porque mi madre ―en aquellos días practicante de la religión de estado― rechazaba cualquier muestra de escarnio público por ser una manifestación de lo que clasificaba como “fascismo”. Ya había pasado mucho tiempo de eso. La fe religiosa me seguía siendo ajena, pero no menos que mi antiguo desdén ateo desde que en algún momento de mi juventud creí descubrir que se trataban de manifestaciones opuestas de la misma arrogancia.   
Aquel miércoles santo Cleo y yo no íbamos al encuentro de Dios y su pasión en un viaje de ocho horas de autocar. Era nuestra primera salida de Madrid en casi medio año. Íbamos al encuentro de Cádiz, la gemela de La Habana de que nos habían hablado, y al reencuentro con el mar. En el viaje ya habíamos asistido a una breve epifanía, a una parábola de la libertad. Ver de pronto detenerse el autocar y el chofer decir serio, pero sin rabia: “Por favor: el que está fumando un porro que lo apague. En este autocar está autorizado fumar tabaco, pero no porros”. Y con la misma poner en marcha el vehículo y seguir. Nada de amenazas en nombre de la policía sino la apelación a una simple norma de urbanidad. Veníamos de un país en el que atraparte con un simple cigarrillo de marihuana e ir a la cárcel eran uno y lo mismo. Así que presenciar la ausencia de drama con que se había resuelto el asunto lindaba en lo religioso. También lo fue nuestra llegada a Cádiz a través de un puente sazonado con el olor húmedo del salitre y el yodo. No es que fuera ―como suelen ser los isleños― un devoto del mar. Mi casa en Cuba se hallaba a un breve kilómetro de la costa y apenas me asomaba a ella. Y en cuanto al placer de bañarme en el mar, prefería alinearme en la misma categoría que los gatos. Pero en esos meses viviendo en Madrid, rodeado de tierra hasta donde alcanzara la vista, había descubierto el desasosiego que me producía la falta de mar. Como en el caso de la libertad me interesaba menos su uso que su existencia. Saber que estaba allí, al alcance de la mano, bastaba para apaciguarme.
Cádiz en efecto se parecía a la Habana Vieja. En términos arquitectónicos la única diferencia apreciable eran sus balcones encristalados para protegerlos de las tormentas que acarreaban arena desde el Sahara. Eso y el desmantelamiento de La Habana. Cádiz era la posibilidad de ser de La Habana en otra vida, una bastante mejor en la que el cemento y la pintura no eran sustancias ilícitas.
Las gemelas separadas por la Historia.
Recorrer Cádiz esa mañana fue como encontrarse treinta años después con la tía que se marchó a Miami y descubrir de golpe los efectos de las cremas y el aire acondicionado. Y romper a llorar por las arrugas de tu madre.
El parentesco no era sólo arquitectónico. Al llegar a Madrid me había tropezado con códigos tan distintos a los de Cuba que sólo me quedaba la opción de observar a los madrileños como si se tratara de una especie distinta e impredecible. De eso no fui consciente hasta mi llegada a Cádiz, justo cuando recuperé el poder de adivinar la clase de persona que me pasaba por al lado con sólo fijarme en su ropa, sus gestos, su modo de andar. Como si los abrigos de los madrileños tuvieran la función no sólo de protegerlos del frío sino de la comprensión ajena. Como si los gaditanos al exponer más el cuerpo también se destaparan el alma. Aquellas viejas teorías del efecto del clima sobre las diferentes sociedades que solía desechar como bobería meteorológica parecían cobrar algún sentido. 
Al encontrarnos con Mané fuimos a desayunar café con leche y churros en la plaza de las Flores, un sitio que ―como luego descubriría― era tan bueno para recibir el día como para despedirlo. Allí nos dimos cuenta de que no éramos los únicos convidados por Mané para pasar la Semana Santa. En el café se nos unió Alberto Lauro, un poeta cubano a quien Mané también había invitado a pasar aquellos días en Cádiz. Imagino que nuestro anfitrión supuso que bastaba que fuéramos cubanos y escritores para hacernos compatibles. En principio no me hizo mucha gracia la idea de compartir la hospitalidad de Mané con un desconocido. Pero mi embarazo duró el mismo tiempo que Alberto se mantuvo callado ―o sea, muy poco― porque desde que tomó el mando de la conversación resistirse a disfrutar su verborrea sólo tenía sentido si uno estaba muy resuelto a pasarla mal. Alberto era un poeta en la acepción más amable de la palabra. Alguien que podía empezar una historia diciendo: “Yo me fui de Cuba gracias a un estornudo” y luego contárnosla hasta convencernos de que sin aquél ataque de coriza no lo tendríamos frente a nosotros. Con sus historias como música de fondo visitamos Vejer de la Frontera y Sevilla. Vejer era (es) un pueblo de casas blancas elevado sobre la costa que hace pensar de inmediato en la jubilación como algo deseable, una zona de la vida amueblada con paseos tranquilos y puestas de sol. Desde allí vimos África o más bien una sombra en el borde del horizonte que nos dijeron que era África. Mané disfrutaba nuestro asombro ante esa versión local de la belleza tranquila y vieja que lo sorprende a uno en ciertos rincones del mundo. Se resistía en cambio a llevarnos a Sevilla porque la última vez que estuvo le habían vandalizado el coche por llevar matrícula de Cádiz. (Del localismo que detectaba en cada pueblo español entendí que sus lemas eran múltiples ―desde “Burgos libre” hasta “Andalucía independiente”― pero su pragmática era la misma: una inquina incansable contra la comarca más cercana cuando no la otra mitad de la ciudad. Me temo que quien no comprenda esa furia nunca entenderá a España). Finalmente convencimos a Mané para que nos llevara a Sevilla. Por suerte, esta vez su coche salió ileso mientras visitábamos la Plaza de España, el barrio de la Cruz y la catedral. Entre todos los asombros no hubo ninguno como el de ver los naranjos con sus frutos intactos con la única misión de embellecer las calles que desembocan en la catedral. Nuestra arrobo por aquellas naranjas era inversamente proporcional a la cantidad de segundos que habrían durado en las calles de La Habana. No es fácil dejar atrás el reflejo condicionado de la miseria.
Pero el centro de nuestro viaje eran las procesiones del Viernes Santo en Cádiz. Mané nos apostó a la salida de una iglesia junto a vecinos que sacaban las sillas a la acera como si ésta se hubiera convertido en parte de la casa. En el 2008 asistí a otra procesión en esas mismas calles para descubrir que aquella atmósfera familiar había dado paso a multitudes desesperadas por grabar un trozo del desfile en sus celulares. Aquella noche todo fue distinto. Era el contraste entre la gravedad del desfile y el relajo cariñoso con que los gaditanos trataban a Cristo y la Virgen María mientras marchaban al suplicio. Ese día me di cuenta que sin ser creyente mi idea de la liturgia católica estaba empapada de solemnidad. Aunque Su Palabra me fuera ajena, asumía que la presencia de Dios obligaba al silencio y al recogimiento. Esa noche, una mujer al cantarle a la Virgen que pasaba frente a su balcón la llamó “la madre del greñú”. El peludo de su canto era Cristo con todo y sus llagas y su muerte inminente. Desde las aceras le gritaban a los porteadores del paso sobre el que iba la imagen “que la meneen, que la meneen” como si se tratara de las nalgas de una bailarina encaramada en una carroza de carnaval. Esa noche mi idea del respeto religioso cambió para siempre entre fieles que preferían la confianza del amor a la reverencia. El greñú en aquella compañía debía sentirse como en casa. Entre tanta familiaridad valía la pena tomarse el trabajo de la resurrección. 

viernes, 29 de marzo de 2013

Más (o menos) animados


La campaña contra Yoani desde La Habana sigue trabajando a tiempo completo aunque ni el talento ni el buen gusto ni la simple decencia acompañen tanto derroche de esfuerzos. Y como en el fondo y en la superficie son racistas no pueden contenerse y poner a Berta Soler como una suerte de King Kong:




Hasta los nazis eran más sutiles:


jueves, 28 de marzo de 2013

Las chancletas del más allá


La campaña presidencial de Nicolás Maduro lanza este animado titulado "Hasta siempre Comandante" o "Llegada a la eternidad en chancletas" en el que a Chávez lo reciben en la eternidad personajes como Bolívar, el Ché Guevara y alguien que parece ser Marco Antonio Solís (yo pensé que estaba vivo). Se agradece la exclusión de José Martí y del Benny Moré por la parte cubana aunque no se explica que el omnipresente Comandante en Jefe falte a la cita. En fin, toda una provocación para Guamá. Cómetelo Cacique.


miércoles, 27 de marzo de 2013

Monólogo de un tirano con Maquiavelo


M
Me llega el aviso de un nuevo libro de César Reynel Aguilera: Monólogo de un tirano con Maquiavelo disponible en papel y como ebook.

Dice la página de Amazon del libro:

Libarle literatura al periodismo parece ser la única responsabilidad de las letras cubanas en los últimos veinte años. Monólogo de un tirano con Maquiavelo es un libro inscrito en el rito de esas libaciones. 
Inspirado en la muerte del líder cívico cubano Oswaldo Payá Sardiñas, César Reynel Aguilera recrea, a través del monólogo de un tirano Innombrable con Nicolás Maquiavelo, los entresijos de eso que unos llaman alta política y otros maldad. 
Es precisamente esa recreación -convertida en un recurso literario tan convincente como desenfadado y especulativo- la que exalta el hecho supuestamente casual, más bien rutinario de acuerdo a la metódica de las tiranías, en un relato vibrante, agudo e hilarante por momentos. 
El Innombrable, en tanto personaje, dice haber superado con creces el ideal de Maquiavelo; y para demostrarlo le explica al autor florentino como se debe proceder en un mundo mucho más complejo que el de aquel medioevo; un mundo en el que de vez en cuando algún súbdito tiene la brillante -e irremediablemente fatídica- idea de usar las ficciones de un príncipe, o sea, sus leyes, para cuestionar el poder que este detenta.


¿Milagro?


Puede que Yoani Sánchez no consiga el milagro de unir a los cubanos contra el castrismo pero ya consiguió otro: el de unir a los castristas y a los superanticastristas contra ella. Aunque va y era mucho más fácil de lo que uno pensaba.

Añadido al post anterior

Sobre un par de artículos aparecidos en estos días en el periódico New York Times:


En el artículo de Roberto Zurbano se agradece la descripción objetiva de parte de los modos de discriminación que encuentran los negros en Cuba aunque lo único novedoso es la firma: Enrique Patterson, por poner un ejemplo, habría escrito algo mucho más profundo, sin cifrar el cambio en la “esperanza” de que el gobierno de alguna forma mágica lo produzca y defendiendo algo tan elemental como el derecho de los negros en Cuba a organizarse y dar a conocer sus reclamos en publicaciones nacionales y no en the Old Gray Lady. Pero claro, Patterson vive en Miami, algo imperdonable para el periódico. O podrían haberle pedido el artículo a cualquiera que haya estado dentro de Cuba luchando por los derechos de la población afrocubana durante años y no un funcionario que se acaba de mirar al espejo pero obviamente estoy pidiendo demasiado.

El artículo sobre los Havana Sugar Kings, en cambio, es una de las evidencias más claras de la influencia que ha dejado el diario Granma sobre el periodismo mundial. Es impresionante cómo se las arregla el articulista para hablar de aquél equipo profesional y su triste fin sin hacer referencia alguna a la eliminación del béisbol profesional en 1961 y con ello la expulsión de todos los profesionales del deporte. La reproducción de estos aires granmistas cae directamente en el relajo cuando el único que hace alguna referencia a la expulsión de los profesionales es un periodista de Granma que cita el columnista cuando dice “The Cuban revolution was a success, and we forgot the professionals” (La revolución cubana fue un éxito y nos olvidamos de los profesionales). Todo se debe, según Ben Strauss a las fricciones políticas entre Cuba y Estados Unidos, el malhadado embargo, detalles así. Toda una invitación al entendimiento el nombre del deporte y dejar de lado esas boberías de que en Cuba existe una dictadura. En China también y mira lo bien que nos llevamos.

martes, 26 de marzo de 2013

Prensa doméstica(da)

-Yoani Sánchez y Orlando Luis Pardo Lazo llegan a Nueva York desde Cuba para participar en el evento “The Revolution Recodified” organizado por la New York University y The New School. También participan en charlas la Universidad de Columbia,  el City College, el Graduate Center de CUNY etc, intercaladas con una visita al congreso norteamericano en Washington donde fue recibida por representantes de ambos partidos.

-Donde quiera que acuden la asistencia es altísima en medio de fuertes medidas de seguridad. No obstante en varias ocasiones elementos castristas protagonizan protestas contra la presencia de los blogueros cubanos en las universidades.

-Yoani Sánchez da varias ruedas de prensa y es entrevistada por múltiples medios de prensa de todas partes del mundo quienes recogen sus impresiones sobre la visita a la ciudad. En la visita a la sede de la ONU provoca incluso un incidente diplomático cuando el representante de Cuba protesta por la presencia de la bloguera en la institución.

-Pese a todo el revuelo causado durante toda la semana y el interés que suscitara por múltiples medios de prensa, pese a la presencia de la propia Yoani en la sede del periódico donde se entrevistó con varios periodistas  The New York Times apenas saca u breve reporte en uno de los blogs adjuntos, reportaje que insiste en el viaje de Yoani como señal de los cambios raulistas sin mencionar la campaña desatada por el gobierno cubano contra la gira de la bloguera.

-La falta de noticias sobre la bloguera no significa en cambio falta de material publicado sobre la isla en estos días. Al día siguiente de la breve mención a Yoani en el blog del NYT el muy oficialista y cauto crítico literario Roberto Zurbano saca un artículo en el propio periódico sobre la situación de la población negra en la isla mucho más atrevido de lo que suele ser en cualquier otro foro. Al día siguiente aparece un artículo muy actual sobre los Havana Sugar Kings, un equipo del beisbol profesional de los años 50’s.

Esos son los hechos. Espero que me ayuden a decodificar el misterio.

Post Data:

En el artículo de Roberto Zurbano se agradece la descripción objetiva de parte de los modos de discriminación que encuentran los negros en Cuba aunque lo único novedoso es la firma: Enrique Patterson, por poner un ejemplo, habría escrito algo mucho más profundo, sin cifrar el cambio en la “esperanza” de que el gobierno de alguna forma mágica lo produzca y defendiendo algo tan elemental como el derecho de los negros en Cuba a organizarse y dar a conocer sus reclamos en publicaciones nacionales y no en the Old Gray Lady. Pero claro, Patterson vive en Miami, algo imperdonable para el periódico. O podrían haberle pedido el artículo a cualquiera que haya estado dentro de Cuba luchando por los derechos de la población afrocubana durante años y no un funcionario que se acaba de mirar al espejo pero obviamente estoy pidiendo demasiado.


El artículo sobre los Havana Sugar Kings, en cambio, es una de las evidencias más claras de la influencia que ha dejado el diario Granma sobre el periodismo mundial. Es impresionante cómo se las arregla el articulista para hablar de aquél equipo profesional y su triste fin sin hacer referencia alguna a la eliminación del béisbol profesional en 1961 y con ello la expulsión de todos los profesionales del deporte. La reproducción de estos aires granmistas cae directamente en el relajo cuando el único que hace alguna referencia a la expulsión de los profesionales es un periodista de Granma que cita el columnista cuando dice “The Cuban revolution was a success, and we forgot the professionals” (La revolución cubana fue un éxito y nos olvidamos de los profesionales). Todo se debe, según Ben Strauss a las fricciones políticas entre Cuba y Estados Unidos, el malhadado embargo, detalles así. Toda una invitación al entendimiento el nombre del deporte y dejar de lado esas boberías de que en Cuba existe una dictadura. En China también y mira lo bien que nos llevamos.

La técnica es la técnica


Según el ex general Guaicapuro Lameda, también ex presidente de PDVSA (la empresa estatal que controla la producción de petróleo en Venezuela), Jorge Giordani, el actual ministro de Economía y Finazas le dijo años atrás cuando fue a quejársele sobre la incapacidad del chavismo de generar riqueza:  

Mire, General, usted todavía no ha comprendido la revolución. Se lo explico: Esta revolución se propone hacer un cambio cultural en el país, cambiarle a la gente la forma de pensar y de vivir, y esos cambios sólo se pueden hacer desde el poder. Así que lo primero es mantenerse en el poder para hacer el cambio. El piso político nos lo da la gente pobre: ellos son los que votan por nosotros, por eso el discurso de la defensa de los pobres. Así que, LOS POBRES TENDRÁN QUE SEGUIR SIENDO POBRES, LOS NECESITAMOS ASÍ, hasta que logremos hacer la transformación cultural. Luego podremos hablar de economía de generación y de distribución de riqueza. Entretanto, hay que mantenerlos pobres y con esperanza” […] se trata de un cambio cultural y eso toma al menos tres generaciones: los adultos se resisten y se aferran al pasado; los jóvenes la viven y se acostumbran, y los niños la aprenden y la hacen suya. Toma por lo menos 30 años”.

Y que cuando fue a Cuba Fidel Castro le dijo que no se preocupara con la ayuda que le daría Venezuela a Cuba:

Para mantenernos, necesitamos unos 4.000 millones de dólares al año. Más de eso ‘estorba’, la gente empieza a vivir bien y se acaba el discurso de la pobreza”

lunes, 25 de marzo de 2013

Materialismo dialéctico



¿Recuerdan la época en que no podías coger ciertas carreras universitarias si no tenías “una concepción científica del mundo”? Pues esos tiempos quedaron atrás para siempre ahora que La Habana es sede de congresos espiritistas en los que se da la gloriosa asociación del vaso con la hoz y el martillo en una mesa que levita, como los indios. Esta nueva variante ideológica, el marxismo- leninismo- espiritismo lo mismo sirve para celebrar el arribo de Chávez a una nueva dimensión, para exigir el cese del embargo o el regreso de los Cinco Espías. No me extraña que muy pronto veamos al canciller cubano presidiendo el encuentro La Nación y la Transmigración (de las almas).
Abajo algunos párrafos de la noticia en Cubadebate:  
La víspera, el congreso rindió sentido homenaje al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, a quienes los participantes dedicaron un prolongado aplauso y declararon que “su espíritu nos acompaña”. “Gloria al espíritu de Chávez”, clamaron. También en el foro fue exigida la liberación de cinco antiterroristas cubanos que cumplen largas e injustas condenas en Estados Unidos.Olga Salanueva, esposa de René González, solicitó la solidaridad del movimiento espiritista internacional para presionar a las autoridades estadounidenses a fin de que permitan el regreso a la patria, y a su familia, de René, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González.
César Perri, recién electo presidente de la Federación Espírita Brasileña, la mayor del mundo, dijo en declaraciones, que la liberación de los antiterroristas cubanos es una causa que acompañan con sus plegarias.“También nos preocupa el bloqueo a Cuba, un país que conocemos y queremos, y en donde el pleno ejercicio de la libertad religiosa es una de las razones por las cuales estamos celebrando este congreso en La Habana”, dijo.

Un resumen (completo)


En Gaspar el Lugareño, blog de Joaquín Estrada- Montalván aparece un resumen de la visita de Yoani a Nueva York desde mi muy parcial punto de vista. Lo reproduzco a continuación: 


¿Por qué la dejaron salir? me preguntó Bob Kent, bibliotecario norteamericano e impulsor del proyecto de bibliotecas independientes en Cuba. La pregunta me la hizo justo al terminar la última conferencia universitaria en que participó Yoani Sánchez en su primera visita a Nueva York. Porque ya sabían que Chávez estaba muerto –le contesté- y necesitan liberar un poco de presión, posar de tolerantes y reformistas. Porque apostaron al agotamiento de Yoani como cuando el gobierno mexicano le permitió al Subcomandante Marcos que diera una gira triunfal desde Chiapas hasta la capital del país. Pero nada de eso explicaba la perplejidad de Bob que era lo que le daba sentido a su pregunta: no hay hasta el momento ninguna señal de agotamiento sino todo lo contrario. Ya va siendo hora –y no recuerdo si se lo dije al bibliotecario- que aceptemos que el castrismo puede cometer serios errores de cálculo, algo comprensible cuando se trata de un fenómeno como el que ha generado la bloguera. 
Yoani llegó a Nueva York el jueves de marzo por la tarde, justo a tiempo para dejar las maletas en el hotel y seguir hasta la Universidad de Columbia donde la esperaban para dar una conferencia. No la vi hasta el día siguiente a las cuatro de la tarde cuando se presentó en mi universidad (NYU) para un conversatorio luego de haberse pasado el día dando charlas y entrevistas por toda la ciudad. Fueron dos horas hablando, respondiendo preguntas como hemos soñado muchos que lo haríamos si tuviésemos la oportunidad y un auditorio dispuesto: con precisión, extrayéndole las mejores aristas a cada pregunta sin pasarse de lista, con respuestas claras y contundentes y sobre todo sin cambiar de tono ni perder la paciencia. No importaba cuán torpe y manida fuera la pregunta, Yoani la hacía parecer fresca, interesante. Como un bateador especialmente ajustado y atento a los lanzamientos, pensé en medio de mi resaca del Clásico Mundial de Béisbol. Y el público cautivado, aplaudiendo (no todos) rabiosamente cada respuesta de la oradora como si le diera un codazo imaginario al resto del público. Como diciendo “¿Viste? Mira que te lo he dicho y nunca me has hecho caso”. Así se fueron dos horas como si en lugar de estar viendo a una persona sentada respondiendo preguntas se tratara de una película especialmente intensa. [Para ver mi resumen de ese evento concreto pinchar aquí] 
El sábado en The New School, donde se presentó en un panel sobre blogosfera y ciberactivismo. Este sirvió para comprobar que el castrismo tampoco estaba dispuesto a actuar con tacto y discreción en Nueva York. También fue útil para apreciar cómo la combinación de aplomo natural de Yoani y su experiencia en estas lides hacía que a la aparición de señoras mayores con carteles y gritos (luego de los ataques en Brasil por grupos mayormente masculinos decidieron cambiar el género de quienes le gritan a la Flaca para parecer menos agresivos) se le notara más su carácter de carnaval tristón y un poco obsceno. 
El domingo no asistí al cierre del evento en The New School: me quedé en casa horneando un par de paletas de puerco que llevaría a la reunión en casa de María Pérez y Geandy Pavón con Yoani y un grupo de amigos. Antes de que llegara la invitada principal había –ahora es que me doy cuenta- un ambiente de Nochebuena y no sólo por el olor a puerco asado. No sé exactamente cuál era el plan para recibirla pero cuando llegó –abrazando y besando a todo el que encontraba en el camino con desenfado sin chusmería, dos conceptos que los cubanos solemos confundir- toda posibilidad de protocolo se desvaneció de inmediato.
Confieso que tenía mis reservas en el plano personal. Imaginé que las dosis de ataques y de fama recibidas en los últimos años le habrían creado una coraza protectora, una distancia entre lo aparente y lo real. Sin embargo, a corta distancia me impresionó no su naturalidad (ya sabemos cuánto se puede fingir esa condición natural) sino su normalidad. Parecía una de esas muchachas que llegan de provincias a La Habana dispuestas a asimilarse completamente a la gran ciudad y al cabo de unas semanas están a la vanguardia de la farándula de conciertos y funciones de teatro. Ella misma se definió como una “guajira de Centro Habana”, que se había asomado por primera vez al Vedado con catorce años (para los neófitos en geografía habanera, hablo de municipios colindantes). No había en ella sin embargo nada de frivolidad y sí mucha honestidad y resolución. Lució ante todo muy convencida de lo que estaba haciendo y optimista sin sonar ilusa. Una persona bastante clara pero por eso mismo difícil de calcular de acuerdo al mezquino sistema de medidas del castrismo incapaz de imaginar que alguien valga más que un par de viajes con los gastos pagos. No es extraño que se hayan equivocado tanto con ella. 
Al día siguiente tuvo otro montón de conferencias y entrevistas luego voló a Washington y a su regreso nos reencontramos el jueves en un panel sobre blogosfera y sociedad civil. Era media mañana y ya nos llevaba al resto del panel una conferencia de ventaja, la que había dado a primera hora en City College. Luego de tratar de equilibrar con su optimismo la visión en general sombría que dimos sobre la blogosfera actual partió hacia el edificio de la ONU donde luego del boicoteo de los funcionarios del gobierno de su país consiguió dar una rueda de prensa. No en balde el bueno de Bob se preguntaba que por qué la habían dejado salir. Porque no saben qué hacer con ella. O si, pero todavía no se atreven.

domingo, 24 de marzo de 2013

La intuición sin límites


En medio de la justificada algarabía que se ha desatado esta semana en los medios principales de todo el mundo alrededor de la serie de esculturas “No limits” del cubano Alexandre Arrechea aparece hoy un artículo mío en Diario de Cuba: Alexandre Arrechea, la intuición sin límites. Como para confirmar la tesis principal del mismo sobre el carácter lúdico e infantil de una propuesta muy seria la versión para niños de la revista Time Out, Time Out Kids le dedica espacio a la serie de Arrechea y comenta:
Why not teach the kids a mini architecture lesson by introducing them to all ten works online at home, then having them identify on-site which building is being referenced by each sculpture? No Limits by Alexandre Arrechea is one more reason why we find New York City to be an amazing place to raise a family.

sábado, 23 de marzo de 2013

Blogosfera y sociedad civil en Cuba

Video del evento “Blogosfera y sociedad civil en Cuba” celebrado el jueves en el Graduate Center de la City University of New York (CUNY)




viernes, 22 de marzo de 2013

La música, de luto

Un fragmento de "Siempre nos quedará Madrid" donde reproduzco mi encuentro con la música de Bebo:


Esa misma mañana, a la salida de la reunión con la abogada volví a encender la radio para encontrarme con una música que no había escuchado nunca y que al mismo tiempo la sentía como si alguna vez la hubiese soñado: de la radio salía un sonido alegre, potente y lascivo que conseguía a la vez alcanzar la limpieza y elegancia de una partitura de Mozart. Esperé a que acabara la música para enterarme de quiénes eran los autores de aquella maravilla por la voz de un locutor que evidentemente disfrutaba muchísimo con su trabajo. Anunció que lo que acabábamos de escuchar era la pieza “A Mario Bauzá” de un disco que acababan de grabar el saxofonista Paquito D’Rivera y un viejo pianista también cubano radicado desde hacía décadas en Suecia, Bebo Valdés. Desde entonces me dediqué a buscar ese sonido donde quiera que estuviese con la misma perseverancia con que Evelio emprendía sus cacerías de libros.
Post Data: La pieza que oí aquel día:


Frases

Leo (y me cuentan) que dijo Yoani ayer en la ONU:

"Es hora ya que los organismos internacionales despierten del largo letargo sobre el régimen de Cuba y reconozcan lo que realmente es, una dictadura"

"En Cuba lo que ocurre es que un hombre en el poder pretende hacerse pasar por la nación y que si alguien disiente y no entra en ese juego es inmediatamente considerado un apátrida"

Cuando le preguntaron que por qué le gobierno cubano se había esforzado en impedir que hablara en otro foro dentro de la misma ONU:

"Porque el gobierno cubano tiene mucho miedo"

Cuando un periodista de Prensa Latina le preguntó sobre Posada Carriles:

"Rechazo todo tipo de violencia. La misma que se comete cuando se asalta un cuartel de madrugada que cuando se pone una bomba en un hotel"

jueves, 21 de marzo de 2013

Blogosfera y sociedad civil en Cuba


A la carrera reconstruyo lo que dije –o quise decir pero no tuve tiempo- hoy en el panel de la conferencia sobre blogosfera y sociedad civil en Cuba a partir de las notas que preparé:

Me gustaría empezar mi presentación leyendo una cita que a mi entender es la que mejor resume la relación que ha existido entre los cubanos de la isla y la diáspora en el último medio siglo. La frase dice:
“Así vamos todos, en esa pobre tierra nuestra, partidos en dos, con nuestras energías regadas por el mundo, viviendo sin persona en los pueblos ajenos, y con la persona extraña sentada en los sillones de nuestro pueblo propio! Nos agriamos en vez de amarnos. Nos encelamos en vez de abrir vía juntos.Nos queremos como por entre las rejas de una prisión” 
Lo curioso es que esa frase fue escrita por José Martí en 1894 [con motivo de la muerte de Julián del Casal] y si la leo ahora no es para resaltar las virtudes proféticas de Martí sino la capacidad de la realidad cubana para, 120 años después, repetir las mismas circunstancias de que cuando la isla era colonia de España. 
Ese recelo todavía existe, esa fractura entre los dos cuerpos de la nación. Y si la brecha entre la isla y su emigración no es aún más profunda en estos momentos ha sido en parte gracias a la tecnología. Es la tecnología la que nos ha permitido en los últimos años a los cubanos no sólo comunicarnos más rápido sin la intervención del correo o la telefónica estatal sino compartir el ritmo de la vida cotidiana en Cuba de manera que no puede reproducir ningún periódico, la que nos ha permitido en cierta medida vivir ciertas experiencias a un mismo ritmo. Porque debemos tener en cuenta que lo que articula a una nación no sólo son sus costumbres, su historia, su lenguaje común sino también la capacidad de sus diversos componentes de convivir en un mismo tiempo, con cierta simultaneidad de experiencias. 
Existe un mito cubano, el de “la coca cola del olvido”, un mito tan sostenido como insostenibleque. Es evidente que el emigrado más que olvidar recuerda demasiado: sólo que ese recuerdo se detiene justo en el momento de su salida lo que hace siempre más complicado su sincronización con la realidad del país que dejó atrás. No poco ha ayudado la tecnología a vencer, al menos en parte, ese anacronismo –y ese recelo- entre los diferentes fragmentos de la nación ya fuera a través del intercambio de noticias y opiniones, de debates que han llegado a ser intensos y acalorados, publicaciones de diverso tipo como la revista Voces, dirigida por Orlando Luis Pardo Lazo [con la que colaboro habitualmente] o concursos como “La Isla virtual” [en el que Ernesto Hernández Busto y yo fuimos invitados a participar como jurados “extranjeros”] y las campañas a corto o a largo plazo por la liberación de activistas detenidos temporalmente o presos de conciencia sometidos a larguísimas condenas.
 Valoro en especial por su impacto afectivo –al fin y al cabo soy escorpión- iniciativas como la de OLPL de fotografiar lugares de la ciudad que le solicitaran emigrados de todas partes del mundo en base a sus muy particulares afectos y gracias a ésta volví a ver mi casa y mi barrio en La Habana luego de más de quince años. No menos significativa -por su uso laboriosamente medieval de la tecnología- fue la simulación de videoconferencia que establecimos un grupo de exiliados de Nueva Jersey con Estado de Sats en Cuba gracias a la iniciativa de la poeta, editora y bloguera Lizabel Mónica que en aquél momento se encontraba de visita en los Estados Unidos. Ante la imposibilidad técnica de hacer la conferencia virtual como se haría en cualquier otra parte del mundo se recurrió al envío de preguntas desde Cuba que fueron respondidas en varias sesiones de filmación por Alexis Romay, Geandy Pavón, Paquito D’Rivera y yo. Una vez editado el video, este fue discutido en la sede de Estado de Sats en La Habana creándose la sensación de una conversación más o menos normal a lo que tomó varias semanas de elaboración. 
Pero la única barrera a romper no es la que existe entre los cubanos de adentro y de afuera. Existe también la que separa a los cubanos de todas partes del resto del mundo porque la comunicación y entendimiento de la realidad cubana se enfrenta a una trampa que hasta no hace mucho parecía insuperable: mientras a los cubanos que se establecen fuera del país se tiende a no creerles bajo el prejuicio de que nuestro testimonio es hijo del resentimiento de supuestamente haber perdido negocios y cientos de caballerías de tierra (todo cubano en el exilio aparentemente es miembro de la burguesía derrotada, negadores de cierta idea del paraíso) los de adentro o bien son voceros del discurso oficial o resultan rehenes de este.
La existencia de blogueros que desde Cuba se dedican a difundir la realidad cubana rompe este esquema tan favorecido por el llamado intercambio académico convertido en una coreografía que recuerda los espectáculos de lucha libre: casi nada de lo que ocurre es real. Los blogueros independientes -en cambio- no tienen viajes por los que luchar ni puestos que perder y al mismo tiempo escapan al estigma de fugitivos del paraíso que persigue al exilio. 
Pero el uso de la tecnología no sería suficiente si no hubiese al mismo tiempo un cambio en tono del discurso. Un tono basado menos en la seriedad y el sentimentalismo y más en la flexibilidad, la inteligencia, la agudeza y la ironía. Hace más de una década cuando comenzaba a incursionar en estos medios parecía que existía un tono único –grave y circunspecto- para referirse a las cuestiones de “la patria”, un tono con el que resultaba muy difícil conectar a nuevas generaciones de cubanos, hastiados de décadas de discurso patriotero. Un tono que sin embargo sirve para decir lo mismo que durante décadas han afirmado generaciones de cubanos: que no somos una especie diferente sino seres humanos que quieren que se les respete como tales y que quieren y necesitan vivir en libertad; que la transición del actual régimen a una democracia no es precisamente un proceso regresivo y reaccionario, que la democracia, con todos sus defectos, es la esperanza más sólida que tenemos de alcanzar una vida mejor y más plena. 
Pero además de todas las barreras superadas todavía queda una barrera decisiva por vencer y es la que separa a la naciente sociedad civil cubana del resto de la población, una ciudadanía hastiada del régimen actual pero recelosa de lo que le traería una transformación profunda de la sociedad en que vive. Es a esos cubanos a los que es necesario convencer de que un cambio democrático en Cuba además de necesario es posible.

La blogosfera cubana y la insignificantísima Yoani

Vengo de compartir panel con Yoani Sanchez, Orlando Luis Pardo Lazo y Ernesto Hernandez Busto en el Graduate Center de CUNY. Fue un programa breve pero intenso y nos dejó un magnífico sabor de boca a todos. Se habló de la blogosfera cubana, las funciones que ha cumplido, su historia, su actual y debatible estado de decadencia, sus perspectivas, su necesaria renovación y también de los nuevos caminos que debe buscar la sociedad civil cubana más allá de la esfera virtual. Encima y pese al nerviosismo de la seguridad del Graduate Center la Comisión de Embullo de la Misión Castrista ante la ONU se tomó un descanso -quién lo diría entre gente tan inclinada al trabajo voluntario- aunque luego esa misma Misión presionó para que Yoani y Orlando no fuesen acogidos en la ONU*. Si estos -como insisten en repetir- son perfectamente insignificantes y al gobierno cubano no les preocupa lo que puedan hacer o decir, lo disimulan bastante.

Lo publica El Nuevo Herald: el gobierno cubano protesta en la ONU por conferencia de prensa de la muy insignificante y grupuscular Yoani Sánchez.

"Diplomáticos cubanos en las Naciones Unidas demandaron "en muy fuertes términos" que el organismo internacional impida el jueves que se realice una conferencia de prensa de la bloguera cubana Yoani Sánchez con reporteros acreditados ante la sede en Nueva York, dijeron fuentes bien informadas.
La conferencia de prensa se realizará a las 3 de la tarde pero el sitio fue cambiado a a un salón de reuniones de la Asociación de Corresponsales ante la ONU (UNCA) en el edificio de las Naciones Unidas, informaron a El Nuevo Herald miembros de la asociación.
Los diplomáticos cubanos se quejaron en cartas oficiales, conocidas como "demarches", que la UNCA planeaba organizar la conferencia de prensa en un salón de reuniones de las Naciones Unidas, en violación de las regulaciones que indican que los espacios de la ONU sólo pueden ser utilizados por los países miembros.
Las cartas fueron enviadas a las oficinas del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y de Peter Launsky-Tieffenthal, subsecretario general de Información Pública, según miembros de la UNCA que pidieron no ser identificados.
La asociación no se pronunció oficialmente sobre la controversia"
La conferencia de prensa se realizará a las 3 de la tarde pero el sitio fue cambiado a a un salón de reuniones de la Asociación de Corresponsales ante la ONU (UNCA) en el edificio de las Naciones Unidas, informaron a El Nuevo Herald miembros de la asociación.Los diplomáticos cubanos se quejaron en cartas oficiales, conocidas como "demarches", que la UNCA planeaba organizar la conferencia de prensa en un salón de reuniones de las Naciones Unidas, en violación de las regulaciones que indican que los espacios de la ONU sólo pueden ser utilizados por los países miembros.Las cartas fueron enviadas a las oficinas del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y de Peter Launsky-Tieffenthal, subsecretario general de Información Pública, según miembros de la UNCA que pidieron no ser identificados.La asociación no se pronunció oficialmente sobre la controversia"

miércoles, 20 de marzo de 2013

La pereza


No toda la inquina contra Yoani se iba a reducir a actos de repudio con carteles y gritos. También tendría que haber espacio a los que se hacen por control remoto y por escrito. Porque lo que define a tales actos no son los gritos o los empujones sino la unanimidad de las consignas y el matonismo verbal. Rafael Hernández que ha convertido a la revista Temas en uno de los más sofisticados espacios de simulación de debate oficial, allí donde se celebran sparrings con almohadones de plumas, se siente retado. En entrevista con el indescriptible Iroel Sánchez lanza amenazas más o menos veladas contra los académicos que se han atrevido a invitar a Yoani y a OLPL como una suerte de Vito Corleone intelectual que apunta con el dedo a "neocubanólogos de última hora". "Las águilas no cazan moscas" dice de sí mismo (águila) y de Yoani y a OLPL (moscas) para que confundamos sus ademanes reptiles con vuelo regio y perdonavidas. Como si esa misma entrevista con insultos no muy discretos y rabia mal contenida no existiera.  

Como no podía ser menos CAFÉ también sale con su cartelito y pataleta virtuales. Lo que de verdad sorprende es la incapacidad que tienen los campeones de la emigración horizontal para escribir un par de párrafos sin mencionar a Orlando Bosch, a Luis Posada Carriles y a los Cinco Héroes. A esos ya se les podría llamar los Siete Héroes y reclamarlos en conjunto para condecorarlos o fusilarlos según corresponda. No es menos sorprendente que los de COFFEE no puedan imaginar otras preguntas que las del famoso cuestionario diseñado para demostrar que Yoani es una mercenaria o que quienes lo proponen tienen una enfermiza fijación con el dinero y los premios que ganan los otros. Una cosa es la brutal falta de imaginación y voluntad propias y otra es la pereza que confunde la opinión con el arte elemental del copy and paste

Postdata: Otro cafetero (o sea, miembro fundador de CAFE) se ocupa de defender el derecho de Vigilia Mambisa a protestar contra Yoani: 


"Si Miguel Saavedra y Manuel Prieres no protestan en la torre de la libertad? donde podran expresar su desacuerdo con el homenaje a Yoani?"

Gente sutil y con un curioso sentido de la tolerancia. Lo mismo usan a Vigilia para presentar a todo el exilio como un bando de gritones y extremistas que los azuzan contra la oposición más inteligente. 

Aclaración


Ayer en facebook me referí al “conocido agente de la seguridad del estado Huber Matos y unos cuantos se lo tomaron en serio. El chiste estaba en escoger a quien creía más a salvo de esa acusación que cualquier otra persona en el mundo. Si me atreví a hacer la broma era porque pensaba que alguien que ha estado veinte años en prisión y ha dedicado toda su vida a denunciar el castrismo estaba más allá de toda sospecha pero veo que no es así. Desde ahora le pido disculpas porque ya veo que TODO puede ser tomado en serio. El "chiste" seguía la lógica de quienes acusan a Yoani de ser segurosa y presentaba un artículo en el que Huber Matos la elogiaba. Siguiendo esa lógica si Yoani es agente de la seguridad cualquiera que la defienda también lo es. Prometo no volver a bromear con algo así porque por lo visto no hay manera de evitar que sea tomado en serio. O no. Así que si ven frases como esta:

-El conocido defensor de los derechos humanos Adolf Hitler…

-El ferviente cristiano Nerón…

-La joven promesa del baloncesto francés Napoleón Bonaparte…

-El conocido pintor y cirujano Stevie Wonder…

ES QUE ESTOY JODIENDO.

lunes, 18 de marzo de 2013

Chivateam Shake

Directo desde el canal explicativo de Guamá (nótese la similitud en los actos de repudio, billtes de dolar impresos con la cara de Yoani, las mismas acusaciones en los carteles aunque hay que reconocer que en diferentes idiomas)

Repitiendo

Ayer volvió a haber acto de repudio en el último día del evento "The Revolution Decodified", durante la presentación de Orlando Luis Pardo Lazo. Como para que el muchacho no se quejara por falta de atención. Estas expresiones de impotencia del castrismo extramuros empiezan, a base de insistencia y su rutina, a parecer un chiste. La misma boberia, las mismas consignas (mercenarios, agentes de la CIA, la salúylaeducación, todo eso). Ya empiezan a dar pena, sinceramente, la verguenza ajena de tanto esfuerzo desperdiciado. Esfuerzo porque lo que son neuronas no se ha usado ni una sola. A estos actos que van del repudio a la rutina valdría llamarles actos de reputina.


domingo, 17 de marzo de 2013

Prólogo para una frase

Ya era demasiado. Permitir que Yoani Sánchez llevara dos días en Nueva York sin gritarle mercenaria era demasiado pedir. Alguien en la Misión diplomática de Cuba ante la ONU tiene que justificar su sueldo por supervisar un grupito de desajustados empeñados en defender un gobierno bajo el cual prefieren no vivir. Aunque por la sincronía demostrada desde Brasil más bien parece una decisión del mismísimo Raúl Castro, que no acaba de encontrar la forma de parecerse a la imagen que quiere dar, que no puede renunciar a sus viejas costumbres de represor. Al contrario, sigue en el piloto automático de los actos de repudio como si no se diera cuenta que cada vez que lo intenta la imagen de Yoani sale fortalecida en la misma medida en que el régimen cubano espanta a muchos que les gustaría creer que ha cambiado, que realmente se puede dialogar con él. Uno se levantó con un cartel y tras él un puñado de señores y señoras se levantaran de sus asientos con carteles –ninguno visiblemente cubano entre ellos, lo que atenúa en algo mi particular vergüenza ajena- e hicieron lo que mejor saben: gritar. Miento, también se permitieron la original idea de regar fotocopias de dólares para demostrar una vez más que la obsesión del castrismo con el dinero sobrepasa con creces la del más avaricioso de los capitalistas o los piratas. Tanto esfuerzo coreográfico para darle la oportunidad a Yoani -tranquila como si toda la gritería desplegada no fuera más incómoda que un vecino poniendo a todo volumen un viejo disco del dúo Pimpinela- soltara su mejor frase de toda la tarde.

-El renglón de exportación más importante de Cuba: actos de repudio.

La Brigada de Respuesta Rápida de Nueva York no sólo ofreció una magnífica muestra del aparato represivo que los blogueros cubanos han estado describiendo en estos días sino explicaron, sin quererlo, por qué sus jefes nunca han creado nada que valga la pena: porque no aprenden.

sábado, 16 de marzo de 2013

Yoani en NYU


Ayer asistí a la presentación de Yoani Sánchez en New York University, un acto apacible, sin incidentes (apenas un par de personas que alzaron la voz y si se hicieron notar fue gracias a la atmósfera tranquila en que transcurrió todo). A ello contribuyó la propia Yoani quien se dedicó a responder cada una de las preguntas que le hicieron con calma, sin aspavientos y sobre todo con mucha precisión. Algo así como un “Todo lo que usted quiso saber sobre Cuba y no atrevió a preguntar. O mejor, “Todo lo que los cubanos pensamos sobre Cuba y la gente prefiere no escuchar”. Pues sí, ahí estaba Yoani sacándole lo mejor a cada pregunta tranquila y sencillamente, demostrando que no es necesario hacer alardes retóricos para explicar una realidad demasiado evidente por sí misma pero sobre la que han caído toneladas de mentiras, propaganda, exageraciones, falsas ilusiones.

Todo lo dijo Yoani sin titubeos, pasos en falso. (Se ve que a lo largo de la gira ha tenido oportunidad de ir puliendo su discurso, afinándolo, sin que al mismo tiempo pierda frescura). Cuando alguien preguntó por el momento en que se había acabado la revolución citó varias fechas que le habían dado en una encuesta familiar -1968, el año de la Ofensiva Revolucionaria que destruyó los pequeños negocios en manos privadas; 1989 con el fusilamiento del general Arnaldo Ochoa; 1980 con los actos de repudio a lo que se iban por el Mariel- pero que en su caso particular ella había conocido la revolución ya cadáver. Sobre el nombramiento de Díaz Canel como primer vicepresidente dijo que aunque hasta ahora se había destacado por la obediencia no se podía saber qué haría cuando el poder que lo ha llevado hasta ahí ya no exista y que de cualquier manera si ella fuese Díaz Canel estaría muy preocupada por su destino, dejando entrever que no le extrañaría que acabase como otras tantas “jóvenes promesas”. Cuando alguien le habló de la preocupación de una parte de la izquierda norteamericana porque hubiese una transición al capitalismo respondió que "no hay capitalismo más salvaje que el que aplican los comunistas" (eso último es textual): un capitalismo le extraen una plusvalía desmesurada a los trabajadores y no les reconocen derecho a huelgas y tienen a los sindicatos totalmente maniatados. (Las preocupaciones primermundistas sobre Cuba son impresionantes: alguien le preguntó a Yoani si no le preocupaba el impacto ecológico que podría tener el potencial turismo norteamericano sobre la isla en caso de que ocurra una transición a lo que ella replicó que el deterioro ecológico que ya estaba teniendo lugar en la isla era causado por la falta de medidas y leyes de protección a la naturaleza por parte del gobierno y que no pensaba que la basura de los norteamericanos fuera más contaminante que la del resto de los turistas). Otro quiso saber qué pensaba sobre las misiones médicas a Haití y otros países y Yoani le recordó a la audiencia que esas misiones se hacen a costa de la situación desesperada de médicos que no tienen cómo proveer de los medios elementales de subsistencia a sus familias y ven en esas misiones el medio de conseguir unos dólares para cubrir necesidades básicas.

En mi caso le pregunté (por escrito, en una de las planillas que repartieron al inicio del evento) sobre lo que podía hacer la opinión pública norteamericana y en especial la academia para contribuir a una transición democrática en Cuba Yoani recordó que siendo la academia responsable en parte de recrear el mito de la Revolución Cubana tenía no poca responsabilidad en desmontarlo. Abajo un fragmento de esa respuesta que alguien ha subido ya a youtube:


Conclusión: si Yoani Sánchez es una embajadora de los cubanos que aunque sometidos a más de 50 años de dictadura no se resignan a vivir sin libertad está haciendo muy bien su trabajo.    

viernes, 15 de marzo de 2013

Derrota


 -¿Viste qué tragedia?

-¿La muerte de Chávez? ¿La elección de un Papa argentino?

-Lo de Chávez ya se veía venir y lo del Papa más que tragedia es un misterio. No se entiende que tipos que se creen dioses acepten ser rebajados a ser su mensajero en la Tierra.

-Al menos es un empleo fijo, vitalicio y con buena jubilación. Si te portas bien hasta te pueden hacer santo.

-Yo hablaba de la única tragedia real en estos días. La derrota de Cuba ante los holandeses morenos del Caribe. Es lo último que podría pasar. Es peor que…

-… la desaparición de la provincia de La Habana?

-Peor.

-¿La aparición de otra provincia de Pinar del Río ahora con el nombre de Artemisa?

-Bastante peor.

-¿Peor que poner a Pérez Roque de canciller?

-Mucho peor.

-¿Peor que la destrucción de la industria azucarera?

-Sí, peor que…

-¿Qué las UMAP? ¿Qué cincuenta años de dictadura?

-Definitivamente. Esto va contra la esencia misma del espíritu nacional.

-Que es…

-Que no importa lo jodido que estemos si al final ganamos un par de juegos de pelota.

-Y la culpa la tiene…

-Víctor Mesa ¿Quién más va a ser? Tenía el destino de la Nación ¿y qué hace? Manda a tocar a Yulieski, mandarlo a batear, dejarlo cubrir en tercera, dejarlo entrar al equipo. Todo eso es responsabilidad del director.

-Me imagino que por Víctor Mesa fracasó la zafra de los diez millones y por su culpa los niños en Cuba no tienen leche.

-No hagas chistecitos que esto es serio. Cuatro outs más que hubiéramos sacado y estábamos en San Francisco discutiendo la semifinal.

-Y entonces…

-Pues teníamos oportunidad de ganar el Clásico.

-¿Y…?

-Na, que íbamos a estar festejando un buen rato. Y si se acababa la cerveza comprábamos más.

-¿Y después qué?

-Esperábamos cuatro años más a que llegara el siguiente Clásico. Y mientras tanto ante cualquier contrariedad recordar que éramos los mejores del mundo.

-En pelota.

-Pues claro. No va a ser en bioquímica. Recuerda la canción: “hay que vivir el momento feliz, hay que gozar lo que puedas gozar”

-Y cuando los niños en Cuba pidan leche.

-Le hacen el cuento de cómo Cepeda la botó con bases llenas en el noveno inning y le ganó el Clásico a los japoneses.

-Ahora que tú lo dices, el plan no suena tan mal.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Aniversario

Hoy, me recuerda mi amigo Ernesto Fumero se cumple medio siglo de un discurso de Fidel Castro que marcaría la política de represión social de la llamada (científicamente) Revolución Cubana. Cada 13 de marzo, el discurso de la conmemoración del fallido asalto al Palacio Presidencial por el Directorio Revolucionario (aunque la mayoría de los asaltantes provenían del “autenticismo” algo que se borró de la historia oficial) era destinado a abordar los "problemas internos" del país. El año anterior había sido aprovechado para lanzar un ataque contra las ORI y el de 1968 para impulsar la Ofensiva Revolucionaria con la que destruyeron los residuos de economía privada que quedaba en el país. El discurso de 1963 fue respecto a las llamadas “indisciplinas sociales” (desde la delincuencia común y la “vagancia”, hasta los grupos religiosos fuera de su estricto control, los jóvenes que escuchaban música occidental y los homosexuales) lo que las “Palabras a los intelectuales” de 1961 al campo de la cultura: nunca antes ni después Fidel Castro habló tan claro de esos temas y las ideas que sustentaba se convirtieron en la norma con la que los “verdaderos revolucionarios” han enfrentado estos temas por décadas. Entre los procesos que pueden atribuir su inspiración a este discurso están las UMAP, la ley contra la vagancia, la ley de peligrosidad social, la demolición total del sistema jurídico republicano y la aplicación entusiasta de la pena de muerte a delitos comunes.


Sobre los homosexuales y rockeros (por el modo en que se refiere a ellos evidentemente para él se trata de la misma cosa):

Entonces, mucha de esa gente están en esos sitios en los billares, en las esquinas, en los bares; quedan muchas cosas.  Pero hay que estudiarlas, hay que estudiarlas.  Lo importante es el principio, el principio de que no podemos permitirles aspirar a vagos.(DEL PUBLICO LE DICEN ¡Los flojos de pierna, Fidel!”, “¡los homosexuales!”) ¡Un momento!  Es que ustedes no me han dejado completar la idea (RISAS Y APLAUSOS).  Muchos de esos pepillos vagos, hijos de burgueses, andan por ahí con unos pantaloncitos demasiado estrechos (RISAS); algunos de ellos con una guitarrita en actitudes “elvispreslianas”, y que han llevado su libertinaje a extremos de querer ir a algunos sitios de concurrencia pública a organizar sus shows feminoides por la libre.
Que no confundan la serenidad de la Revolución y la ecuanimidad de la Revolución con debilidades de la Revolución.  Porque nuestra sociedad no puede darles cabida a esas degeneraciones (APLAUSOS).  La sociedad socialista no puede permitir ese tipo de degeneraciones. ¿Jovencitos aspirantes a eso?  ¡No!  “Arbol que creció torcido...”, ya el remedio no es tan fácil.  No voy a decir que vayamos a aplicar medidas drásticas contra esos árboles torcidos, pero jovencitos aspirantes, ¡no! 


Fundamento “teórico” de las UMAP como método para "enderezar" las "desviaciones" sociales y sexuales: 

Hay unas cuantas teorías, yo no soy científico, no soy un técnico en esa materia (RISAS), pero sí observé siempre una cosa que el campo no daba ese subproducto Siempre observé eso, y siempre lo tengo muy presente.
Estoy seguro de que independientemente de cualquier teoría y de las investigaciones de la medicina, entiendo que hay mucho de ambiente, mucho de ambiente y de reblandecimiento en ese problema.  Pero todos son parientes el lumpencito, el vago, el elvispresliano, el “pitusa” (RISAS). ¿Y qué opinan ustedes, compañeros y compañeras?  ¿Qué opina nuestra juventud fuerte, entusiasta, enérgica, optimista, que lucha por un porvenir, dispuesta a trabajar por ese porvenir y a morir por ese porvenir?  ¿Qué opina de todas esas lacras?  (EXCLAMACIONES.) Entonces, consideramos que nuestra agricultura necesita brazos (EXCLAMACIONES DE ¡Sí!”); y que esa gusanera lumpeniana, y la otra gusanera, no confundan La Habana con Miami.  Parece que no han adquirido conciencia clara del país que están viviendo, y parece que pretenden ignorar que el proletariado tiene la mano dura, porque trabaja duro, con hierros.  Y el proletariado tiene la mano dura cuando hay que tenerla Serenamente sabe tener su mano dura cuando hay que tenerla, sin extremismos.  Somos enemigos de los extremismos, somos enemigos de los métodos incorrectos, somos enemigos de la chapucería; pero eso no quiere decir que la Revolución no tenga la mano dura y que nuestros trabajadores no tengan la mano dura, porque nuestros trabajadores saben que el enemigo imperialista la tenía dura, y muy dura. 

Sobre los delitos comunes, el sistema penal y la aplicación de la pena de muerte:

Mientras puedan salir a la calle con una fiancita de 100 pesos, esos negocios organizados, porque ellos tienen su red de distribución y de comercialización de los productos que obtienen con el robo, no les cuesta ningún trabajo obtener los 100 o los 200 pesos a los ladrones.  A veces emplean niños, lo cual es peor, emplean menores de edad para penetrar en las casas y abrirlas.  Resultado la necesidad de tomar medidas severas.  En primer lugar exclusión de fianza (APLAUSOS); pero eso no es suficiente, quien roba en un domicilio donde se encuentra una familia, es decir que robe con el peligro para la familia de ser víctima de la agresión física, es decir robo con violencia en el domicilio y en las personas, pena capital (APLAUSOS PROLONGADOS).  Quien robe haciéndose pasar por un agente de la autoridad, pena capital (APLAUSOS); y quien robe empleando menores de edad, con tanta más razón pena capital (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: “¡Fidel, paredón para el ladrón!”). 

El delincuente como plaga:

Nosotros sabemos, nosotros sabemos que el delincuente es un producto de la sociedad, que el delincuente es un producto de esa sociedad abolida; pero no por eso podemos dejar de tomar medidas para proteger a las familias, para proteger a la sociedad de ellos, para proteger al pueblo de sus actividades.  No podemos dejar de tomar medidas drásticas, porque de otra manera quedaría la sociedad expuesta al libre albedrío de estos elementos antisociales.  Y hay que combatirlo como se combate una enfermedad, como se combate una plaga, como se combate una epidemia

Sobre “vagos” y “parásitos”:

Que la Revolución no tiene ninguna obligación de tolerar vagos, no tiene ninguna obligación de tolerar parásitos; la Revolución sostiene al joven, al enfermo, al inválido, al viejo, todo para ellos; son los únicos que tienen derecho a vivir del trabajo de los demás los niños, los enfermos, los inválidos y los ancianos.  ¿Pero vagos, vagos viviendo de los demás?  (EXCLAMACIONES DE ¡No!”)  ¿Por qué?  ¿Creen acaso que nuestro proletariado va a estar dispuesto a romperse la vida trabajando en nuestras fábricas y en nuestros campos produciendo para ellos?  ¿Qué derecho tienen?  ¡Ningún derecho!  Y que se despabilen, y que anden derecho, y que sepan que aquí tienen que trabajar para vivir (APLAUSOS) Claro, por ahí anda un espécimen, otro subproducto que nosotros debemos de combatir.  Es ese joven que tiene 16, 17, 15 años, y ni estudia, ni trabaja; entonces, andan de lumpen, en esquinas, en bares, van a algunos teatros, y se toman algunas libertades y realizan algunos libertinajes Un joven que ni trabaje, ni estudie, ¿qué piensa de la vida?  ¿Piensa vivir de parásito?  ¿Piensa vivir de vago?  ¿Piensa vivir de los demás?  Si los imperialistas no los reciben allá en su “mundo libre”, que se preparen también a trabajar (APLAUSOS). 

Sobre la condición política, “contrarrevolucionaria” de la “indisciplina social”:

Porque, señores, no se olviden de esto, sobre todo ustedes, jóvenes; no se olviden de esto, ténganlo siempre presente:  que al igual que la Revolución une lo mejor, lo más firme, lo más entusiasta, lo más valioso; la contrarrevolución aglutina a lo peor, desde el burgués hasta el mariguanero, desde el esbirro hasta el ratero, desde el dueño de central hasta el vago profesional, el vicioso; y todo ese elemento se junta para dar batalla a la ley, y a la Revolución, a la sociedad, para vivir de vagos, para estorbar Todo, lo peor, se junta.  No lo olviden nunca, no lo olviden nunca. 

Sobre los grupos religiosos:     

Predican que la bandera no debe jurarse, y les dicen a los padres no mandes a los niños a las escuelas el viernes para que no juren la bandera”.  ¿Y es que nuestra patria —patria que ha tenido que luchar tanto por su independencia y por su bandera, patria que ha dejado tantos héroes en el camino, patria que por su destino ha dado la vida de tantos jóvenes, de tantos trabajadores, de tantos campesinos, de tantos hombres y mujeres dignos— puede tolerar que nadie predique esa irreverencia contra la patria, esa irreverencia contra la bandera? (EXCLAMACIONES DE ¡Paredón, paredón!”)
¡Y a esos enemigos hay que desenmascararlos ante las masas, hay que ponerlos en evidencia ante las masas!  Y las masas proletarias, y las masas campesinas, y los estudiantes, y los trabajadores intelectuales, que han tenido la oportunidad de adquirir una mayor cultura, una actitud más científica, deben combatir la mentira, la superstición, la superchería y, por encima de todo, la farsa contrarrevolucionaria que pretende ocultarse bajo el velo del sentimiento religioso.  Porque son enemigos de la Revolución, son enemigos del proletariado, son enemigos de los campesinos, son enemigos de la patria y son instrumentos de los imperialistas. Y nuestro pueblo los conoce bien, sobre todo en los campos, a esos pseudo-religiosos.  Y, como dice un compañero, son conocidos uno de esos grupos con el nombre de los batiblancos por nuestros campesinos y nuestros milicianos —batiblancos con “B”—, porque han aparecido en muchos de esos sitios. Y son tres, principalmente, esas sectas, los principales instrumentos hoy del imperialismo, y son los testigos de Jehová (ABUCHEOS), el bando evangélico de Gedeón (ABUCHEOS)  y la Iglesia Pentecostal (ABUCHEOS)

El día que se perdió el juego de batos

Ahora recuerdo un clásico de Héctor Zumbado, el artículo que escribió cuando Cuba perdió la final de la V Copa Intercontinental de Edmonton en 1981 contra una selección norteamericana compuesta por jugadores universitarios, como todas las de aquella época. En esos días la moda era cogerla con Servio Borges, el manager de entonces que había ganado todo con el equipo Cuba. Se le criticaba cada uno de los errores estratégicos cometidos, cada carrera perdida por mal corrido de las bases, cada jugador dejado en el banco. En aquel momento se lo querían comer vivo y no me extraña que ahora lo quieran usar como modelo de director. Zumbado, que sabía que el problema era mucho más grave, terminaba diciendo que quizás lo peor es que hubiésemos ganado. 

Más de treinta años después el artículo sigue como acabado de salir de imprenta. La misma discusión sobre los detalles del juego que apenas distrae del paisaje después de la batalla. La ficción de los eternos campeones ya hace rato que es insostenible y no se trata de este o aquél error sino de un deporte que, como todo el país, ha estado de espaldas al mundo y encima nos pensamos su vanguardia. Que si le damos la espalda es porque vamos unos pasos por delante de todo el planeta. 


Ahora tenemos la oportunidad de volver a concordar con Zumbado. El problema no es que hayamos perdido una vez más sino que durante muchísimos años nos hemos creído que somos los mejores por el simple hecho de no haber competido con los mejores. (Ahí está la Serie del Caribe que es la competencia que realmente se corresponde al nivel actual del beisbol cubano y a la que todavía los directivos cubanos no se atreven a entrar. O todos los jugadores a los que se trata como desertores o todo un sistema deportivo basado en la negación de la realidad). Que se ha llegado a ese momento terrible en que a quien único podemos engañar es a nosotros mismos.

Abajo el artículo de Zumbado, imagen cortesía de Tejuca: